1RO DE MAYO DE LUCHA, POR LA UNIDAD DE LA CLASE TRABAJADORA CONTRA SUS EXPLOTADORES

 

 

 

Ante un nuevo 1ro de Mayo, a 132 años de aquél de 1886 en EEUU donde cientos de miles de trabajadores llevaron a cabo una huelga en reclamo por las 8hs de trabajo, jornada que en la ciudad de Chicago se extendió al 2, 3 y 4 de mayo, en las que se desataron las represiones y matanzas de McCormik y Haymarket; a 131 años de las ejecuciones de los mártires anarquistas Spiel, Fischer, Engels, Parson y el suicidio en la cárcel de Lingg; los medios de producción se han desarrollado exponencialmente, pero el modo de producción capitalista se mantiene y las condiciones de explotación de la clase trabajadora, con sus matices, son tan nefastas como entonces.

 

Según un informe de la OIT de 2017, el 75% de los trabajadores en el mundo no tienen empleos estables: poseen contratos temporales, a corto plazo, u ocupaciones informales o sin remunerar. Sólo el 25% de los asalariados tiene algún tipo de seguridad laboral.

 

Las 8hs de trabajo, objetivo que contempla una vieja aspiración de la clase trabajadora bajo la consigna “8hs de trabajo, 8hs para el ocio y 8hs para descansar”, siguen siendo eso: una aspiración por la que aún se lucha: la burguesía en todo el mundo ha creado las condiciones para ignorar las leyes que prohíben extender el horario de trabajo y las jornadas pueden exceder largamente esa limitación.

 

La clase obrera, que en el siglo 20 produjo procesos revolucionarios, varios de ellos victoriosos, con la caída de la Unión Soviética ha dejado de pelear por el poder, para limitarse a exigir condiciones “menos inhumanas” de explotación. La burguesía imperialista ha impuesto su dominio y su modelo de sociedad en todo el mundo y las burguesías locales han pasado a ser parte de ella. El imperio burgués se ha globalizado sobre la base de su sistema financiero depredador.

 

Sin embargo, las contradicciones entre explotadores y explotados siguen siendo irreconciliables y la base de la irrefrenable lucha de clases.

 

En Argentina, un trabajador muere cada 20hs en accidentes de trabajo y nadie habla de ello. La explotación y la desigualdad son cada vez más atroces. El gobierno, que ya no es una representación política de la clase dominante sino la propia burguesía a cargo de la administración política del Estado, ha desatado una guerra sin cuartel contra los asalariados y los derechos que estos han conquistado con sangre proletaria durante décadas de lucha reivindicativa. Es que los patrones no hacen más que lo único que saben hacer: explotar para lograr su objetivo, que es la mayor tasa de ganancia posible. En pos de ella no ahorran ningún esfuerzo, ninguna penuria o sacrificio por parte de los trabajadores. El salario siempre será un costo para los burgueses; el bienestar de los asalariados también. Su concepción sobre cómo debe organizarse la sociedad es absolutamente desigual, injusta e inhumana.

 

La administración macrista ha confeccionado una arquitectura política que vacía los bolsillos de los asalariados y traslada esa riqueza hacia las arcas patronales a niveles ya intolerables. Ha producido un ajuste fenomenal que afecta directamente el bienestar de los trabajadores, aumentando tarifas de servicios, combustibles, transporte público, poniendo techo a las paritarias por debajo de la inflación; todo eso al tiempo que perdona deudas y quita o rebaja cánones, impuestos y retenciones a corporaciones, bancos, financieras, mineras, terratenientes y patronal agraria.

 

A pesar de semejante avance reaccionario, la clase obrera lucha, pero se ve sometida a un impiadoso tironeo por la diversidad de las direcciones que ha sabido concebir. El movimiento obrero organizado tiene al frente a una casta burocrática traidora y entreguista, la de la CGT, con profundas raíces en lo peor y lo más rancio del pejotismo, que le es históricamente funcional a la patronal y ni que hablar hoy al gobierno de los CEOS; otra dirección, que aparece como tibiamente combativa, es la de las pusilánimes CTA, que no pueden o no quieren conformar un plan de lucha; por otro lado, algunos partidos de izquierda han ganado terreno a través de la conquista de comisiones internas, pero la izquierda como tal aún es minoría dentro de la clase y sostiene posturas que van desde el delirio al sectarismo más infantil. Las bases obreras no encuentran una dirección nítida y coherente que canalice sus ambiciones e interés de clase y pueda unirla en una única dirección.

 

Es difícil creer que ante semejante salvajismo gubernamental, el que debiera ser el sector más preclaro de la sociedad no deje de lado sus diferencias para llamar a la unidad de los trabajadores y enfrentar así la avanzada reaccionaria. Es evidente que esta izquierda surgida como esquirlas de la derrota que significó el hundimiento de lo que se llamó el socialismo real, no está a la altura de las necesidades de la clase cuyos intereses dice representar.

 

No hay revolución, por lejana que aparezca, sin un proceso que implique la unidad de la clase trabajadora. Es por eso que la tarea de los revolucionarios debe ser prioritariamente unir a la clase bajo un programa de enfrentamiento con la burguesía, cuyas intenciones hoy son expresadas como pocas veces de manera tan nítida en nuestro país. Los que obstaculizan esa unidad operan como verdaderos agentes de la clase dominante.

 

Es por eso que desde el PCT seguimos declamando la necesidad de llamar a la unidad de los sectores combativos de la clase para conformar un Centro Coordinador de todas las luchas que, pasando por encima de la burocracia traidora y de los tibios medrosos, elabore un Plan de Lucha para derrotar al gobierno patronal, representante del imperialismo.

 

Sólo de esa forma seremos merecedores herederos de las palabras que Spies pronunció ante el cadalso en 1887: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora»

 

Ese futuro, ese poderoso futuro proletario, aún debe construirse. Y a la vista de la realidad, hay que comenzar de cero, desde tierra arrasada.

 

¡¡HONOR A LOS MÁRTIRES DE CHICAGO!!

 

¡¡VIVA EL 1RO DE MAYO!!

 

¡¡VIVA LA CLASE TRABAJADORA!!

 

¡¡SOCIALISMO O BARBARIE!!

 

 

PARTIDO COMUNISTA DE LOS TRABAJADORES