Avellaneda, 6 de enero de 2006

SOBRE EL ANIVERSARIO DE LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO COMUNISTA DE LA REPÚBLICA ARGENTINA.

 

Para los militantes comunistas en Argentina el 6 de enero no es un día más. No puede serlo. Es que en un día como hoy, pero en 1918, un grupo de militantes del viejo Partido Socialista decide poner en blanco sobre negro las diferencias insalvables en el interior de esa organización para formar su propio partido: el Partido Socialista Internacionalista, que más tarde, en 1920, pasaría a llamarse Partido Comunista. Entre los fundadores estaban Luis Emilio Recabarren y José Penelón. Durante los diez primeros años se sucedieron ocho congresos partidarios, lo que indica los profundos debates que se generaban en el seno de la organización debido a la multiplicidad tendencias. Finalmente la intervención de la III Internacional hizo que predominara la postura de los que fomentaban el seguidismo a las políticas que emanaban del PCUS, ya dominado por el stalinismo. Eso significó la postergación de las ideas de los mismísimos Recabarren y Penelón, de José Antonio Mella y de José Carlos Mariátegui. Se impuso de esa manera la línea reformista del Frente Democrático Nacional por sobre la "creación heroica" hacia el socialismo que planteaban estos últimos.

La realidad actual no es para festejo: aquellos que nos reivindicamos militantes comunistas vemos cómo un puñado de burócratas se ha apropiado y ha vaciado de contenido ideológico al viejo partido, lo han colocado como furgón de cola de los intereses de la burguesía y lo han convertido en una secta insignificante de apenas unos tres mil militantes en todo el país.

Somos muchísimos más los comunistas que militamos por fuera de una organización que degeneró hacia el oportunismo y la contrarrevolución.

Ante el brutal viraje hacia la derecha, decimos que el Partido Comunista ha dejado de serlo: lo llamamos "Partido Credicoop", en referencia a la herramienta económica que le dicta su línea política. Y llamamos a generar el verdadero Partido Comunista de los trabajadores este país. Para ello nos apoyamos en nuestra ideología marxista leninista, y, convencidos de que para portar orgullosamente un nombre hay que coherentizar el continente con el contenido, refrescamos brevemente algunos argumentos de los hacedores del socialismo:

"De todas las clases que hoy enfrentan a la burguesía, sólo el proletariado es una clase verdaderamente revolucionaria" "Los estratos medios –el pequeño industrial, el pequeño comerciante, el artesano, el campesino-, todos ellos luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como tales elementos medios. No son, pues, revolucionarios, sino conservadores. Más todavía, son reaccionarios, ya que pretenden volver atrás la rueda de la historia". (Marx-Engels, "Manifiesto del Partido Comunista")

"Educando al Partido obrero, el marxismo educa a la vanguardia del proletariado capaz de tomar el Poder y de conducir a todo el pueblo al socialismo..." "Por el contrario, el oportunismo hoy imperante educa en sus partidos obreros a los representantes de los obreros mejor pagados, que se apartan de las masas y se "arreglan" pasablemente bajo el capitalismo, vendiendo por un plato de lentejas su derecho de primogenitura, es decir, renunciando a su papel de jefes revolucionarios del pueblo contra la burguesía" "Marxista es sólo el que hace extensivo el reconocimiento de la lucha de clases al reconocimiento de la dictadura del proletariado".(Lenin, "El Estado y la Revolución")

Sobre el partido marxista leninista, el Che escribe: "...es lógico que ese partido lo sea de clase. Un partido marxista leninista mal podría ser de otra manera: su misión es buscar el camino más corto para lograr la dictadura del proletariado, y sus militantes más valiosos, sus cuadros dirigentes y su táctica SALEN DE LA CLASE OBRERA. No puede concebirse que la construcción del socialismo se inicie con un partido de la clase burguesa, con un partido que tuviera entre sus integrantes una buena cantidad de explotadores y éstos fueran encargados de fijar su línea política" (Ernesto Che Guevara, Prólogo de "El Partido Marxista Leninista")

 

Para finalizar, tiene una tremenda actualidad el Manifiesto que aquellos fundadores de 1918 escribieron para explicar a la clase y al pueblo el por qué de su ruptura con el Partido Socialista:

 

"El Partido Socialista, ha expulsado de su seno, deliberada y conscientemente al socialismo. No pertenecemos más al Partido Socialista. Pero el Partido Socialista no pertenece más al socialismo. Denunciar esta verdad a los trabajadores y fundar el verdadero Partido Socialista Internacional son deberes morales imperativos a los cuales no podremos sustraernos sin traicionar cobardemente al proletariado y a nuestra conciencia socialista. Lucharemos en defensa de los intereses de los trabajadores. Pero cuando breguemos por el programa mínimo será a condición de abonarlo, de empaparlo, por decirlo así, en la levadura revolucionaria del programa máximo, consistente en la propiedad colectiva, por cuya implantación, a la mayor brevedad, lucharemos sin descanso y sin temores".
 

A este manifiesto sólo hay que cambiarle los nombres "Socialista" por "Comunista". Hoy, 6 de enero de 2006, 88 años después, es bueno reafirmarlo y comenzar la reconstrucción del verdadero Partido Comunista de los Trabajadores.

 

Hasta la Victoria Siempre

 

Gustavo Robles

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