El 31 de enero se cumple un año de la desaparición de Luciano Arruga. Tenía
16 años cuando fue detenido por policías bonaerenses, trasladado a un
destacamento en Lomas del Mirador y golpeado brutalmente. Nunca más se supo
de él. Su hermana afirma que los efectivos policiales "siempre lo paraban en
la calle por portación de cara, lo maltrataban y agredían verbal y
físicamente". El viernes 29 se realizará un festival en la Plaza San Justo
para exigir la aparición inmediata de Luciano.
Por ANRed - Sur
Luciano Arruga trabajaba en una fábrica, a veces cartoneaba y había decidido
retomar el colegio secundario. Tenía 16 años cuando el 31 de enero de 2009
estaba con un grupo de amigos y decidió ir a buscar plata a la casa de su
hermana Vanesa para salir esa noche. Nunca se reencontró con sus conocidos y
tampoco regresó con su familia. Vanesa asevera que "Luciano no está ausente,
no se fue a la casa de un amigo, a la casa de una novia, no se fue a ningún
lado. A mi hermano se lo llevaron y él no se quería ir. A mi hermano lo
secuestraron."
Luciano vivía en 12 de Octubre, un barrio de Lomas del Mirador en el Partido
de La Matanza de la Provincia de Buenos Aires. Allí funciona un Destacamento
Policial, ubicado en Indart 106, que se inauguró en septiembre de 2007 a
pedido de Vecinos en Alerta de Lomas del Mirador (V.a.lo.mi). Desde su
página en Internet, esta ONG destaca haber conseguido "control policial de
los asentamientos" y "mayor patrullaje", entre otros objetivos.
El primer lugar donde la familia decide buscar a Luciano es precisamente en
ese Destacamento. No fue una casualidad. "El 21 de septiembre de 2009 a mi
hermano lo paran a las 9 de la mañana, lo llevan al Destacamento por
averiguación de antecedentes y le pegan brutalmente -relata Vanesa- Lo
amenazan con llevarlo a una comisaría de la calle Quintana, donde había
violadores y así se encargaban de él. También le dicen que va a terminar en
un zanjón". Al día siguiente, continuaron las persecuciones y las amenazas a
Luciano. Tal como refiere su hermana, los policías "le pusieron un arma a la
altura del pecho y le dijeron que le iban a disparar. Siempre lo paraban en
la calle por portación de cara, lo maltrataban y agredían verbal y
físicamente. Lo insultaban: le decían 'negro villero', 'negro de mierda'. Es
muy habitual esta forma de manejarse no solamente con mi hermano sino con
todos los pibes humildes de Lomas del Mirador".
Vanesa narra que su familia se acercó cuatro veces al Destacamento el 31 de
enero. En una de las oportunidades, la mamá realizó la denuncia de la
desaparición de Luciano pero no le dieron el duplicado de la misma. Vanesa
regresa al Destacamento y le dan una copia en la que "se habían agregado una
serie de cosas, como por ejemplo que mi hermano era adicto a la marihuana y
tenía antecedentes de robo. Por eso a los que preguntaban por la causa de mi
hermano les decían que tuvieran en cuenta que este pibe tenía antecedentes y
era adicto, como para que no se investigara lo que había ocurrido con
Luciano", explica.
Treinta y cinco días después, el 6 de marzo de 2009, un testigo -quien
también había sido detenido el 31- confiesa haber visto a Luciano en esa
dependencia policial. En base a esa declaración, Vanesa sostiene que a su
hermano "lo habrían golpeado brutalmente, lo habrían matado a golpes y que
estaba prácticamente muerto. Hasta el día de hoy no sabemos que fue lo que
sucedió después de que lo sacaron de ese lugar. No tenemos ningún dato. No
sabemos si mi hermano está vivo o si está muerto".
"Desapareció un pibe y tiene que responder el Estado"
El abogado de la familia Arruga e integrante de la Asamblea Permanente por
los Derechos Humanos (APDH), Pablo Pimentel, relata que "la connotación que
agrava mucho más este hecho son dichos de Luciano (antes de que
desapareciera) que son reforzados con los testimonios de sus amigos. Ellos
dicen que habían sido invitados a trabajar, entre comillas, para algunos
miembros de la Policía. Después, pasó lo que pasó". Y añade que "ya hubo
antecedentes en La Matanza de torturas y muerte dentro de una comisaría. En
la APDH hemos recibido denuncias de familiares porque sus hijos son usados
por la policía para robar".
Al respecto cabe señalar que al realizar la reconstrucción de la
desaparición de Arruga es clave el testimonio de vecinos que, tal como
sostiene Vanesa, "habían escuchado que Luciano gritaba que no iba a agarrar
algo que ellos (se refiere a los policías) estaban obligándolo a agarrar".
Luego de ese hecho se produce la detención por parte de los policías de la
brigada de calle. Vanesa agrega que "en el Destacamento dicen que no
detuvieron a Luciano, que no tienen nada que ver, que están limpios. En el
Destacamento no hay registro de la detención de Luciano por eso nosotros
hablamos de un secuestro. No hay otra cosa que pensar." En un principio se
separó de sus cargos a ocho policías que estuvieron de guardia esa noche
pero hoy todos han sido reincorporados.
En este sentido, Pimentel afirma que "acá hay una cuestión política. Acá
desapareció un pibe y tiene que responder el Estado y el Estado no está. Y
siguen desapareciendo pibes. Hay indicios, hay pruebas de la impunidad de la
policía que ve la sociedad todos los días. Sabemos bien cómo se maneja la
policía bonaerense y sabemos bien que la familia está sometida a esto. Acá
parece ser que cuando muere el hijo de un rico todos ponemos el grito en el
cielo, pero cuando desaparece un Luciano empezamos a preguntar los
antecedentes penales."
Ni el primero ni el último
La desaparición de Luciano Arruga remite a otros casos simbólicos. Por un
lado, el caso de Miguel Bru, quien el 17 de agosto de 1993 fue torturado
hasta su muerte y luego desaparecido por policías del entonces servicio de
calle de la Comisaría 9° de la Ciudad de La Plata, Bs. As. A pesar de que se
llegó a juicio en 1999 y hubo sentencia de reclusión perpetua para dos
policías, nunca se cumplió con las exigencias de la familia ni se logró dar
con el cuerpo de Miguel.
Un caso más reciente es el de Julio López, quien, como ex
detenido-desaparecido durante la última dictadura militar, fue testigo clave
y querellante en el juicio que condenó a cadena perpetua a Miguel
Etchecolatz, ex Director de Investigaciones de la Policía de la provincia de
Buenos Aires durante el golpe de Estado que se inició en 1976. Julio López
se encuentra desaparecido desde el 18 de septiembre de 2006.
A fines de 2009 falleció Rubén Carballo, un chico de 17 años al que la
policía dejó en coma profundo luego de una represión durante el recital de
la banda Viejas Locas en el estadio de Vélez Sarsfield el 14 de noviembre.
Para concluir cabe destacar que desde 1996, la Coordinadora Contra la
Represión Policial e Institucional (CORREPI) presenta el "Archivo de Casos
de Personas Asesinadas por la Fuerzas de Seguridad del Estado". En esta
décimo cuarta actualización, que se realizó a fin de 2009, se registran
2.826 casos, con un promedio de 20 personas muertas por el Estado por mes.
2009 no fue un año más. Comenzó con un nuevo Miguel Bru que fue Luciano
Arruga y terminó con un nuevo Walter Bulacios que fue Rubén Carballo. Además
la represión policial creció hasta el punto de llevarse la vida de una
persona cada 24 horas.
El 31 de enero de 2009, Luciano Arruga, un chico pobre de 16 años
desapareció luego de ser detenido por personal policial del Destacamento
Preventivo de Lomas del Mirador. Las investigaciones indican que Luciano fue
asesinado a golpes en el destacamento y su cuerpo fue luego trasladado a un
descampado a pocas cuadras de su casa. Si bien, en un principio 8 policías
del destacamento fueron desplazados, hoy todos ellos han sido reincorporados
por el ministro Stornelli, y ningún policía está preso por la causa.
En La Matanza los familiares y amigos de victimas de la represión policial
hace años que nos venimos organizando. Desde el caso Diego Lucena, en el
cual participaron los policías implicados en la desaparición de Luciano;
pasando por los familiares de Cromañón, victimas de la corrupción; o los
amigos de los hermanos Aguilera, injustamente encarcelados; hasta los
familiares de Ruben Carballo, vecino de La Matanza, y asesinado por la
Policía Federal en la represión durante el recital de Viejas Locas.
Uniéndonos con familiares y amigos de otras zonas que también salen a
luchar, convocamos a este festival contra la impunidad y la represión
policial, el viernes 29 de enero a las 16 hs en la Plaza de San Justo.
Porque consideramos que no son policías aislados, sino que es la institución
entera cuyo único fin es reprimir, matar o desaparecer a los trabajadores y
a nuestros jóvenes con la complicidad del poder político y judicial,
exigimos:
Cierre de Destacamento de Lomas del Mirador
Apertura de un Centro Cultural
Aparición inmediata de Luciano Arruga
Juicio y castigo a los responsables políticos y materiales
Justicia para todas las victimas de gatillo fácil
Basta de represión policial