CON EL VIENTO A FAVOR
"Una gran ocasión"
En ciertas ocasiones una serie de condiciones favorables a los procesos sociales y políticos, resultan positivas de tal manera que toda acción encaminada a obtener resultados positivos nos permiten avanzar rápidamente y sin contratiempos de ninguna clase.
Los sectores políticos, fuerzas sociales y propagandistas de izquierda, han debido enfrentar un largo y oscuro periodo de tiempo bajo la dominación del progresismo frenteamplista.
No pocas oportunidades la respuesta de los grandes sectores populares y de trabajadores, ante la denuncia y la evidencia del grave y lamentable retroceso de los dirigentes del Frente Amplio y del gobierno progresista, fue la descalificación, el agravio, el ataque y la censura.
En nuestro caso concreto, el gobierno progresista nos ha eliminado de los medios de comunicación que acceden a la publicidad oficial. Mientras que las anteriores magistraturas siempre nos tuvieron en cuenta, aunque a niveles menores del resto de los grandes medios de comunicación.
Igualmente durante sus campañas, blancos y colorados casi siempre nos tuvieron en cuenta, aunque más no fuera para que no pudiéramos afirmar esto que hoy si hacemos con todo derecho y razón.
En cambio los dirigentes del Frente Amplio hoy en el gobierno no han tenido ni siquiera la menor delicadeza de participarnos en el mínimo nivel, manteniendo las leyes de juego de los partidos de derecha cuando estaban en el poder.
Siempre se dice que "peor que el poder es el poder nuevo" y pareciera que la actitud y el proceder de estos nuevos poderosos así lo reafirma.
Hoy se supo que el Frente Amplio y el Presidente de la república Doctor Tabaré Vázquez, tomaron la decisión de suspender el acto público del 25 de noviembre en la Plaza del Entrevero.
Las razones argumentadas según palabras del representante de la Presidencia fueron "la falta de condiciones" para su realización.
Es evidente que los enfrentamientos internos entre los dirigentes frenteamplistas por el poder, expresado en la lucha por las candidaturas a la presidencia han quitado el tapón a la botella y el genio del poder se ha soltado definitivamente.
Sin pretender exagerar la incidencia de los sectores de izquierda que prefirieron abandonar el Frente Amplio antes de verse arrastrados por la bancarrota, inercia y la virulenta guerra interna que se ha desatado.
Es notorio sin embargo que una vez que el 26 de Marzo y la Corriente de Izquierda, dejaron de participar de la Mesa Política y otras instancias de discusión interna, nuevas contradicciones aparecieron en el seno de la dirección frentista.
Ya no estaba allí entre ellos el enemigo principal, que ni era la derecha con la cual acordaron, ni los grandes medios de prensa los cuales al corto plazo se transformaron en oficialistas, ni los sindicatos del PIT CNT con los cuales se acordó un pacto social.
Para el Frente Amplio y el gobierno progresista el enemigo principal pasó a ser la izquierda política, pero ahora lejos de los ámbitos de discusión y debate internos, aflora la verdadera lucha entre todos ellos.
Y en el momento se ven obligados a tomar partido por unos u otros, a mostrarse cada vez más tal cual son en la realidad y se les disminuye el espacio de maniobra política, muestran las uñas y se arrancan los ojos por el poder, el dinero, los cargos y la soberbia de quien es más que el otro.
De aquel hombre que hace pocos años solamente tenía un pequeño de personas seguidoras, que voluntariosamente recorrían semanalmente partido por partido y comité por comité del Frente Amplio, solicitando mansamente una oportunidad para que el contador Astori tuviera un espacio en el Frente y un lugar en las listas.
Hoy en cambio es el caudillo soberbio que no acepta otro lugar que no sea el primero, el hombre mimado del imperialismo, el predilecto del FMI, el máximo representante de los banqueros internacionales y de los grandes empresarios nacionales y que cuenta con la bendición del Doctor Tabaré Vázquez.
De aquel otro hombre de apariencia humilde, jugador de atrás, que cedía el lugar a los demás y que ni siquiera participaba de las listas electorales, ahora surge este otro personaje que parecería que nada tiene que ver con aquel del pasado, "le gusta estar en el mojo", le tomó el gustito, maniobró con excito y suerte y ahora "no hay quien le pise el poncho".
Ya no queda nada de aquel Frente Amplio auténtico y verdadero, el de las 30 medidas revolucionarias, el del Programa socialista y nacionalista, el antiimperialista, el frente obrerista, defensor de la producción nacional, el de los grandes y profundos cambios estructurales de la economía, la política y la sociedad.
Puede ser que todo lo que ha ocurrido hasta el presente se podría haber evitado, con otros hombres en la dirección, en otras condiciones, sin que se hubieran muerto tantos compañeros que evidentemente eran muy valiosos, más capaces y honestos.
Pero de idéntica manera en otras ocasiones nos parece que con esta gente gobernando, de los cuales a muchos no conocemos pero a otros si, no se podría haber pensado otra cosa de la que ahora vemos.
Pese a las advertencias desde el nombramiento de Astori en el ministerio de Economía y Finanzas, fue imposible enfrentar con suerte y eficacia la gran propaganda a su favor, y al principio solamente obtuvimos el desprecio y el vilipendio público.
Se nos acusaba de "hacerle el caldo gordo a la derecha", de no "darle tiempo suficiente al gobierno", de "infantilistas de izquierda", de "intentar dividir al movimiento obrero".
El tiempo es testigo ahora de quienes le hacen el juego a la derecha, de que no hay tiempo que le alcance a estos dirigentes, de quienes son los verdaderos infantilistas de izquierda, y quienes con su predica y práctica dividen al movimiento obrero y popular.
El progresismo ha coincidido en la mayoría de los aspectos trascendentes de su política económica de neto corte neoliberal, de relaciones internacionales y de inversiones extranjeras.
Los dirigentes progresistas han reforzado todas y cada una de las medidas de los gobiernos anteriores de la burguesía.
Han privatizado mucho más, han reforzado el envió de tropas de ocupación a la república de Haití y el Congo.
Han brindado mayores beneficios a las empresas e inversores extranjeros, han aumentado y otorgado mayores áreas de Zonas Francas, han favorecido con el IRPF a los sectores más acomodados de la sociedad y perjudicado a los salarios y jubilaciones.
El gobierno progresista está dividiendo al movimiento obrero, entre oficialistas y clasistas, expresión de ello es lo que ocurre en uno de los mayores sindicatos uruguayos AFCASMU, pero de la misma manera ha ocurrido en otros ámbitos como el de los frigoríficos, las fábricas de fideos, etc.
Ahora aparece el tema de más tiempo, con cinco años no les ha alcanzado para alcanzar los objetivos, y reclaman desde la reelección del Presidente Vázquez, hasta la oportunidad de ponerse la banda presidencial en disputa entre Mujica y Astori.
La crisis de la salud demostrativa del fracaso del sistema aplicado en la actualidad, podría haber desencadenado una lucha de los trabajadores de la salud a favor de la estatización de la empresa mayor de la salud el CASMU.
Aparentemente las posibles soluciones aunque no es fácil verlas aún, pasarían por las clásicas del salvataje al estilo de lo que se ha hecho tradicionalmente con los bancos entregándoles millones de dólares de los contribuyentes o pasarlo a manos más expertas y eficientes como las de mutualistas "saneadas" y mejor plantadas.
La crisis en tanto a quienes más afectará es a los usuarios y a los empleados.
Hace muchos años desde la dictadura en adelante que los uruguayos se resignan al mal menor.
Un día con el Pacto del Club Naval, algunos creyeron que era mejor el gobierno de Sanguinetti que el del Goyo Alvarez.
De la misma manera era mejor el gobierno del Frente Amplio que el de Jorge Batlle.
Y así hemos seguido los uruguayos bajando cada día mucho más las aspiraciones de antes, que ahora le llamamos "jamón a la mortadela".
"Asado del Pepe", "arroz quebrado", "fideos baratos", "canasta a fin de año para los jubilados", "plan de asistencia", y así por el estilo han ido llevando de a poco a la sociedad uruguaya al extremo de que unos se sientan humillados por la limosna recibida, y otros se consideren así mismos justicieros y solidarios con los más pobres y excluidos.
El progresismo se convierte así en el juez supremo, capaz de elegir con que sindicato dialogar y con cual no.
Puede vetar una ley por considerarla fuera de los marcos morales, o escapar de las normas religiosas o consideradas naturales de la sociedad.
La izquierda que tomó distancia del Frente Amplio y del gobierno, puede sustentar en el presente la virtud de no haberse involucrado y ser cómplice del gobierno progresista.
Pero seguramente eso ni es suficiente ni alcanza para considerarse a sí misma oposición, acierto político y pureza ideológica.
La izquierda que se unifica en torno a la Asamblea Popular, tiene ahora todo para demostrar.
Deberá construir mucho más allá de sus propias fuerzas.
Tiene que ganarse la confianza de las grandes masas de la población.
Deberá conseguir el apoyo y ganarse la confianza de los trabajadores, sectores de pequeños y medianos productores de una buena parte de la juventud.
Reconstruir la esperanza, y ser capaz de demostrar que vale la pena luchar con ideales, sin que la pela por la vida quite el norte de la militancia y la fe en que juntos y unidos se pueden lograr los objetivos y los sueños más grandes.
La Asamblea Popular tiene un enrome espacio en su horizonte donde trabajar paciente y tenazmente.
Están los frenteamplistas en primer lugar, comunistas, socialistas y tupamaros los cuales se van sumando cada día al gran ejercito de desalentados y desilusionados con el gobierno.
Están aquellos que ase abren por primera vez a la vida política, jóvenes y mujeres que sufren en carne propia las consecuencias de todas las nuevas lacras de la miseria, la desocupación, y la crisis del capitalismo.
La Asamblea Popular tiene un gran papel que cumplir, en la elaboración política ideológica, en aspectos de la táctica y la estrategia.
Intelectuales honestos, universitarios honestos y sanos, no todo está perdido, ni mucho menos todo el mundo es vendible o intenta acomodarse.
Hay que levantar la cabeza y comenzar a pensar en grande, nosotros los pusimos y nosotros los vamos a sacar.
Se nos acusó de "intentar ponerle un palo en la rueda al gobierno", en realidad no ha sido un palo sino una columna de hormigón de esas de la Ute.
Ni lo hemos negado nunca, ni en nuestra práctica se ha disimulado alguna vez, desde el primer día hablamos claro y con la verdad sobre la mesa.
Este 21 de noviembre la Asamblea Popular tiene ante si y frente al pueblo uruguayo un nuevo desafío. Prometieron hacer un acto público una especie de ensayo de lanzamiento de campaña electoral, y están cumpliendo ni se arrepintieron, ni buscaron pretextos para suspenderlo.
Cuando el Frente Amplio y el gobierno que siendo lo mismo y teniendo todo el poder económico, los medios de prensa, y la organización en sus manos hecha para atrás el acto prometido para el 25 de noviembre el hecho debe hacer reflexionar a los frenteamplistas y conmoverlos de alguna manera.
¿Qué les está pasando a los frenteamplistas?
¿Quién le hace el caldo gordo a la derecha?
¿Qué tiempo más necesitan ahora?
¿Dónde quedó la fraternidad y la solidaridad, un solo candidato un único programa?El Frente Amplio se está fagocitando a sí mismo.
Distintos grupos de interés, luchan desenfrenadamente entre sí por los primeros lugares de poder.
Nunca como ahora la izquierda verdadera a tenido condiciones políticas en lo nacional, y en plana crisis mundial del capitalismo, tan favorables y claras para poder crecer y avanzar rápidamente en sus propósitos de unir las ideas correctas con la fuerza del pueblo.
PARA ELLO HABRÁ QUE PERDERLE TODO RESPETO AL PROGRESISMO COMO ANTES SE LE PERDIÓ A LOS PARTIDOS DE LA BURGUESÍA.
Y SALIR A GANAR LA CALLE.
UNA CONSIGNA VIEJA DE LA IZQUIERDA PERO NECESARIA Y VIGENTE.
SIEMPRE Y CUANDO SE TRANSFORME EN REALIDAD.
Y PASE DE LA CONSIGNA A LA ACCIÓN.