El asesino funcional
09/08/07
Por
Carlos del Frade
(APE).- Acusan al frío de asesino.
Los verdaderos matadores tienen buenos abogados defensores y desde
hace décadas cultivan una educación para la resignación a través de
medios de comunicación que hacen pelear las víctimas entre si
mientras los multiplicadores del dolor siguen impunes.
¿Cuándo empezó la devastación de Misiones?
¿Cuándo terminará el saqueo de tanta riqueza natural, la explotación
de sus familias?
No hay respuestas para esas preguntas.
Simplemente se acusa al frío de asesino.
Las coronas de Portugal y España se pelearon por estas tierras rojas
hasta que decidieron exterminar las experiencias de autogestión que
allí nacieron desde el cruce entre jesuitas y guaraníes.
Hace tres siglos de la masacre y el robo convertidos en película de
finales del siglo veinte.
Cuando en los años setenta surgieron las Ligas Agrarias, aparecieron
denuncias que acusaban con nombre y apellido a los renovados
ladrones de la vida misionera.
La noche carnívora fue impulsada por aquellos que volvieron a
enseñar que los culpables de todo son el calor, el frío, la sequía,
la inundación o la fatalidad.
Elementos naturales y grandes palabras tapahuecos.
Una vez más se impuso el saqueo y fue necesario recrear las
supuestas perversiones del universo.
De allí que otra vez sea el frío el nombre del asesino.
En las últimas semanas, Roque Ezequiel González, de apenas tres
meses de vida, y Celeme Yanel, de un año, fueron muertos como
consecuencia de la pobreza impuesta.
Pero ni los grandes medios de comunicación ni las dirigencias
estatales o políticos opositores hablaron de semejante
identificación material.
Recurrieron a la vieja estrategia: el frío es el matador.
Incluso un diario redactado desde la presuntuosa Capital Federal
concluyó la noticia haciendo una inexplicable relación entre la
muerte precipitada de los bebés y la pérdida que las bajas
temperaturas le ocasionarán a los productores de la zona.
“El crudo invierno está causando serios problemas a los cultivos,
especialmente por las heladas que soportaron plantaciones de citrus
y duraznos, mientras que los pequeños plantines de pinos deben ser
constantemente regados para que no se sequen, ya que además de las
heladas, durante este mes llovió muy poco en Misiones, por debajo de
los índices normales”, fue el curioso remate de una información en
la que se hablaba de dos chicos muertos.
Roque y Celeme parecen valer menos que las cosechas de citrus y
duraznos y dentro de algunos días, nada más que algunos días, ya
nadie hablará de ellos porque, en definitiva, el frío, ese asesino
funcional al sistema, es el culpable.
Ni saqueo permanente, ni pobreza inducida ni desidia acumulada.
El matador funcional y serial de estos días, el frío, ha vuelto a
las andadas en el territorio donde la vida, alguna vez, se pensó
como una fiesta para todos y no para unos pocos, tal como lo decían
aquellos primeros pobladores, los guaraníes.
Fuente de datos:
Diario La Nación 31-07-07 |