Las siete bases militares que operaría Estados Unidos en suelo colombiano
elevaría a 872 las instalaciones norteamericanas de este tipo en más de 40
países del mundo, indicador que revela el reforzamiento de las ínfulas
hegemónicas globales de la superpotencia.
Tales datos fueron comentados por el experto Chalmers Johnson, profesor de la
Universidad de San Diego en un artículo aparecido este mes en la revista Asia
Times.
A juicio de Johnson, tal despliegue es innecesario para la genuina defensa de
EE.UU., amén de provocar fricciones con otros países y representar el derroche
de 250 000 millones de dólares por año, según cálculos registrados en la
publicación Foreign Policy in Focus, citada por el experto.
Consideró Johnson que el presidente Barack Obama no se ha percatado de que
EE.UU. no tiene más la capacidad de ejercer su hegemonía global, mientras
exhibe un lastimoso poder económico lisiado, y la nación vive una decadencia
sin precedentes.
En tal sentido expuso tres razones básicas para liquidar el imperio militar
estadounidense: el país carece de los medios para asegurar un expansionismo
exitoso, va a perder la guerra en Afganistán, lo cual abultará más su quiebra,
y la opinión pública acabará por repudiar a los políticos cuando aflore la
verdad sobre el vergonzoso secreto del despilfarro de los gastos en las bases
militares. (SE)