El bloqueo
económico, comercial y financiero impuesto por los
Estados Unidos contra Cuba desde hace 50 años, es la
expresión más elevada de una política cruel e
inhumana, carente de legalidad y legitimidad y
deliberadamente diseñada para provocar hambre,
enfermedades y desesperación en la población cubana.
Nada cambió en el transcurso de diez gobiernos
norteamericanos sucesivos, como no fuera para
recrudecer esta política. Nada esencial ha cambiado
tampoco desde la llegada al poder del nuevo Gobierno
estadounidense, establecido en enero de 2009.
Con el
incumplimiento absoluto de la Resolución 63/7,
adoptada por la Asamblea General de las Naciones
Unidas el 29 de octubre de 2008, en una votación de
185 Estados a favor y sólo 3 en contra, el Gobierno de
los Estados Unidos, lejos de poner fin al bloqueo
económico, comercial y financiero que impuso contra la
República de Cuba, ha mantenido en vigor las leyes,
disposiciones y prácticas que le sirven de sustento.
Se ha continuado reforzando los mecanismos políticos,
administrativos y represivos para su instrumentación
más eficaz y deliberada.
El actual gobierno
de los Estados Unidos, ha continuado aplicando el
bloqueo contra Cuba con todo rigor. No se ha enunciado
y mucho menos emprendido acción alguna para desmontar
el complejo entramado de leyes y disposiciones
administrativas que conforman las bases legales y las
regulaciones del bloqueo. Tampoco han sido modificados
los fundamentos sobre los que se erige esa política.
Así lo demuestran las legislaciones y regulaciones
vigentes que se relacionan a continuación.
Ley de Comercio con el Enemigo (TWEA, por sus siglas
en inglés). Fue promulgada como medida de guerra en
1917 para restringir el comercio con naciones
consideradas hostiles. Se expandió su aplicación con
posterioridad, para autorizar al Presidente la
regulación de transacciones de propiedad que
involucraran en un país extranjero a alguno de sus
nacionales, tanto en tiempo de guerra como "durante
cualquier otro período de emergencia nacional
declarado por el Presidente". En esta ley se basan las
primeras regulaciones del bloqueo contra Cuba de 1962.
Ley de Asistencia Exterior. Mediante esta ley,
promulgada en septiembre de 1961, el Congreso de los
Estados Unidos autorizó al Presidente de ese país a
establecer y mantener "un embargo total sobre el
comercio entre los EE.UU. y Cuba". También prohibió el
otorgamiento de cualquier ayuda al Gobierno de Cuba.
Ley de Administración de las Exportaciones (EAA, por
sus siglas en inglés). Adoptada en 1979, como
resultado de la revisión de los controles sobre las
exportaciones. Otorgó al Presidente la autoridad para
controlar, en general, las exportaciones y
reexportaciones de bienes y tecnología y, en
particular, para restringir aquellas exportaciones que
contribuyeran al potencial militar de cualquier país,
en detrimento de la seguridad nacional de los EE.UU.
Ley para la Democracia Cubana (CDA, por sus siglas en
inglés). Esta ley, más conocida como la Ley Torricelli,
fue firmada por el Presidente Bush padre en octubre de
1992. Con ella, el gobierno de los Estados Unidos
reforzó las medidas económicas contra Cuba y brindó
sustento normativo a la extraterritorialidad del
bloqueo. Prohibió a compañías subsidiarias
norteamericanas en terceros países realizar
transacciones con Cuba o nacionales cubanos y la
entrada a territorio norteamericano, durante un plazo
de 180 días, de los barcos de terceros países que
hubieran tocado puertos cubanos, entre otras
restricciones.
Ley para la Solidaridad Democrática y la Libertad
Cubana. Conocida como la Ley Helms-Burton. Fue
aprobada por el presidente Clinton en marzo de 1996.
Busca desestimular la inversión extranjera e
internacionalizar el bloqueo a Cuba. Codificó las
disposiciones del bloqueo, limitó las prerrogativas
del Presidente para suspender esta política y amplió
su alcance extraterritorial. Denegó la entrada a los
EE.UU. a los directivos de empresas extranjeras (y a
sus familiares) que invirtieran en propiedades
"confiscadas" en Cuba y estableció la posibilidad de
presentar demandas en su contra en los tribunales de
EE.UU.
Ley de Administración de las Exportaciones (EAA, por
sus siglas en inglés). Adoptada en 1979, como
resultado de la revisión de los controles sobre las
exportaciones. Otorgó al Presidente la autoridad para
controlar las exportaciones y reexportaciones de
bienes y tecnologías, en particular, para restringir
las exportaciones que contribuyeran al potencial
militar de cualquier país, en detrimento de la
seguridad nacional de EE.UU.
Regulaciones de Administración de las
Exportaciones(EAR, por sus siglas en inglés). Entre
ellas, se ubica la prohibición de las exportaciones de
los EE.UU. hacia Cuba, salvo en el caso de las
excepciones que se especifican en la propia regulación
o las que se autorizan mediante licencias emitidas por
el Buró de Industria y Seguridad, del Departamento de
Comercio. Dichas regulaciones están amparadas en la
Ley de Comercio con el Enemigo y en la Ley de
Administración de las Exportaciones.
La extensión de las
legislaciones y regulaciones antes mencionadas,
demuestra, además, que ningún bloqueo ha sido tan
abarcador y brutal contra un pueblo como el que los
Estados Unidos han mantenido contra Cuba. Este
clasifica, por un lado, como un acto de genocidio, en
virtud del inciso c del artículo II de la Convención
de Ginebra de 1948 para la Prevención y la Sanción del
Delito de Genocidio y, por otro, como acto de guerra
económica, de acuerdo con la establecido en la
Declaración relativa al Derecho de la Guerra Marítima
adoptada por la Conferencia Naval de Londres en 1909..
El bloqueo contra
Cuba no es una cuestión bilateral entre nuestro país y
los Estados Unidos. La repetida aplicación
extraterritorial de las leyes norteamericanas y la
persecución contra los legítimos intereses de empresas
y ciudadanos de terceros países afectan
significativamente la soberanía de muchos otros
Estados.
Al amparo de esa
política, continúan aplicándose sanciones a empresas
norteamericanas y europeas por realizar transacciones
con Cuba. Los enfermos cubanos no pueden beneficiarse,
en muchas ocasiones, de nuevos medios de diagnóstico,
tecnologías y medicamentos, aunque de ellos dependan
sus vidas, porque independientemente de que estos
fueran producidos o estén disponibles en un tercer
país, las leyes del bloqueo prohíben que Cuba los
adquiera si alguno de sus componentes o programas
proceden de los Estados Unidos.
Según cálculos muy
conservadores el daño directo a Cuba como resultado
del bloqueo, hasta diciembre del 2008, supera los 96
mil millones de dólares, cifra que ascendería a 236
mil 221 millones de dólares, si el cálculo fuera
realizado a los precios actuales del dólar
norteamericano. No es difícil imaginar el progreso que
Cuba habría alcanzado y del cual se le ha privado si
durante estos 50 años no hubiese estado sometida a
esta brutal guerra económica.
En abierto desafío
al creciente reclamo dentro y fuera de los EE.UU. para
que se elimine esta política, el nuevo gobierno
norteamericano ha reiterado una y otra vez su
intención de mantener el bloqueo contra Cuba. El
propio Vicepresidente estadounidense, Joseph Biden
declaró: "EEUU mantendrá el bloqueo como herramienta
de presión contra Cuba".
En los capítulos
del presente Informe se esboza el verdadero alcance de
las medidas respecto a Cuba adoptadas por la nueva
Administración de los Estados Unidos y se registran
las afectaciones provocadas por el bloqueo a Cuba en
el período de marzo de 2008 a abril de 2009.
La Nueva
Administración Norteamericana. Medidas Adoptadas
La ofensiva
mediática y diplomática desplegada por el gobierno de
los EE.UU. podría inducir, erróneamente, a la creencia
de que ha comenzado a desmontarse el bloqueo contra
Cuba. Sin embargo, nada está más lejos de la verdad,
como se demuestra a continuación:
¿Cuáles son las
medidas adoptadas por la Casa Blanca?
Eliminación de las restricciones a las visitas
familiares -con un límite hasta el tercer grado de
consanguinidad- de los cubanos residentes en Estados
Unidos.
Eliminación de las restricciones al envío de remesas
de los cubano-americanos a sus familiares en Cuba con
un límite hasta el tercer grado de consanguinidad y
excluyendo a "miembros del Gobierno de Cuba" y
"miembros del Partido Comunista de Cuba".
Ampliación del rango de artículos que pueden ser
enviados en paquetes como regalos.
Otorgamiento de licencias para que empresas
norteamericanas amplíen determinadas operaciones de
telecomunicaciones con Cuba.
Estas medidas, si
bien reparan en parte una grave injusticia, al
devolver a los cubanos residentes en los EE.UU. su
derecho de visitar a sus familiares en Cuba -el que
les fuera arrebatado por el gobierno de George W. Bush
-son insuficientes y de alcance muy limitado, puesto
que no van más allá de la intención de retornar a la
situación en el plano de las relaciones familiares
existentes en el año 2004, cuando ya el bloqueo
económico estaba en pleno vigor y aplicación.
Asimismo, a pesar
de que se derogan totalmente las limitaciones a la
frecuencia y duración de las visitas arriba
mencionadas, de que se restituye un concepto más
amplio, aunque con restricciones, de familiares que
pueden ser visitados y de que se incrementa el límite
de gastos diarios en que pueden incurrir los
visitantes, se mantiene la prohibición de viajar a
cubanos residentes en los EE.UU. que no tengan
familiares en Cuba.
Las medidas
referidas tampoco atienden en lo absoluto la
restitución del derecho constitucional de los
ciudadanos norteamericanos de viajar libremente a
Cuba, único país del mundo al que se les impide
visitar.
En cuanto al
eventual otorgamiento de licencias para que empresas
norteamericanas amplíen determinadas operaciones de
tele-comunicaciones con Cuba, hay que destacar que
esta medida no es nueva. La Ley Torricelli estableció
un marco legal que permite, desde 1992, ofrecer
servicios de telecomunicaciones a Cuba. Sin embargo,
desde esa misma época, las diferentes administraciones
limitaron esa posibilidad a las comunicaciones
telefónicas y restringieron, incluso, el tipo de
servicio que las compañías norteamericanas pueden
proveer. Ninguna medida de las recientemente
anunciadas indica que esas limitaciones o
restricciones vayan a ser modificadas. Hasta el
momento, su naturaleza es esencialmente mediática. No
se ha realizado anuncio alguno sobre las regulaciones
que deben acompañar la medida.
IMPACTOS
Consecuencias del Bloqueo en Sectores
de Mayor Impacto Social
Impactos sobre el Sector Externo de La
Economía
Impactos del Bloqueo sobre Sectores
variados de la Economía Cubana
Oposición a la
Política Genocida de Bloqueo contra Cuba
En los últimos
meses, ha aumentado la atención internacional al tema
de las relaciones bilaterales entre los EE.UU y Cuba.
Evidentemente, el reclamo a favor de que se elimine el
bloqueo contra Cuba y cese la política de hostilidad
contra un pequeño país, es más fuerte y firme que
nunca.
El pasado 29 de
octubre, por decimoséptima ocasión consecutiva, la
Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó, con el
apoyo de una abrumadora mayoría de sus Estados
Miembros, la resolución "Necesidad de poner fin al
bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por
los Estados Unidos de América contra Cuba" (63/7), en
la votación más alta que haya alcanzado esta
resolución en ese órgano de las Naciones Unidas.
La Asamblea
General, con el voto favorable de 185 de sus miembros,
reiteró de modo categórico el llamado a que se
descontinúe esta política ilegal y genocida que impone
el Gobierno de los Estados Unidos al pueblo cubano.
Ese apoyo de la comunidad internacional es coherente
con su rechazo a la aplicación de medidas económicas,
comerciales y financieras unilaterales con efectos
extraterritoriales y que son contrarias al derecho
internacional y a los principios de la Carta de las
Naciones Unidas.
Son muchas las
voces que se levantan en el mundo a favor del cese de
esta inhumana política. En el período que abarca este
Informe, se produjeron numerosos pronunciamientos con
el reclamo del fin de esta política. Sobresalen entre
ellos:
1. El 16 de mayo de
2008, se adoptó la Declaración de la V Cumbre América
Latina y el Caribe-Unión Europea, celebrada en Lima,
Perú. En uno de sus párrafos, los Jefes de Estado y de
Gobierno de ambas regiones, acordaron la siguiente
formulación: "(…) Rechazamos con firmeza todas las
medidas coercitivas de carácter unilateral y efecto
extraterritorial que sean contrarias al Derecho
Internacional y a las normas generalmente aceptadas
del libre comercio. Coincidimos en que este tipo de
prácticas representa una amenaza grave para el
multilateralismo. En este contexto, y en referencia a
la resolución A/RES/62/3 de la AGNU, reafirmamos
nuestras bien conocidas posiciones sobre la aplicación
de las disposiciones extraterritoriales de la Ley
Helms-Burton".
2. El 3 de octubre
de 2008, los Jefes de Estado o Gobierno del Grupo de
Estados de Africa, Caribe y Pacífico (ACP), reunidos
en su 6ta Conferencia Cumbre celebrada en Ghana,
aprobaron la "Declaración de Accra", en la que se
"condena el uso de medidas unilaterales coercitivas
tales como las sanciones ilegales adoptadas contra
ciertos países en desarrollo con el propósito de
impedir a dichos países el ejercicio de su derecho de
determinar su sistema político, económico y social y
rechazan, la aplicación de leyes y medidas
unilaterales y extraterritoriales contrarias al
derecho internacional, tales como la ley Helms-Burton."
3. El 8 de
diciembre de 2008, los Jefes de Estado o Gobierno de
Cuba y de los Estados que integran la Comunidad del
Caribe (CARICOM), reunidos en ocasión de la Tercera
Cumbre Cuba-CARICOM, adoptaron una declaración en la
que se insta a que se "ponga fin al bloqueo económico,
comercial y financiero contra la República de Cuba y
[en la que se] exhorta al gobierno de los Estados
Unidos de América a atender al abrumador llamamiento
de la inmensa mayoría de los miembros de las Naciones
Unidas, y a levantar con efecto inmediato el injusto
bloqueo económico, comercial y financiero impuesto
contra la República de Cuba y el cese de la aplicación
de las medidas adoptadas el 6 de mayo de 2004".
4. El 17 de
diciembre de 2008, los Jefes de Estado o Gobierno de
los países de América Latina y el Caribe, reunidos en
Brasil, en ocasión de la Primera Cumbre de América
Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo,
adoptaron una Declaración Especial sobre la necesidad
de poner fin al bloqueo económico contra Cuba en la
que rechazaron "de la forma más enérgica la aplicación
de leyes y medidas contrarias al Derecho Internacional
como la Ley Helms-Burton"; "exhortaron al Gobierno de
los Estados Unidos de América a que ponga fin a su
aplicación" y "a que cumpla con lo dispuesto en 17
resoluciones sucesivas aprobadas en la Asamblea
General de las Naciones Unidas y ponga fin al bloqueo
económico comercial y financiero que mantiene contra
Cuba".
5. Los países de la
Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (ALBA), han rechazado reiteradamente y de modo
categórico el bloqueo impuesto contra Cuba por los
Estados Unidos. En su reunión Cumbre celebrada en
Cumaná, Venezuela, el 17 de abril de 2009, los Jefes
de Estado o de Gobierno de los países miembros del
ALBA, reiteraron su condena al bloqueo económico,
comercial y financiero de los Estados Unidos contra
Cuba y decidieron reiterar "la Declaración que todos
los países de América Latina y el Caribe adoptaron el
16 de diciembre de 2008 sobre la necesidad de poner
fin al bloqueo económico, comercial y financiero
impuesto por el gobierno de los Estados Unidos de
América a Cuba, incluida la aplicación de la llamada
ley Helms-Burton".
6. Los Ministros de
Relaciones Exteriores del Movimiento de Países No
Alineados, en ocasión de la Reunión Ministerial del
Buró de Coordinación del Movimiento, celebrada en La
Habana, del 27-30 de abril de 2009, "reiteraron una
vez más su llamamiento al gobierno de los Estados
Unidos de América a poner fin al bloqueo económico,
comercial y financiero contra Cuba que, además de ser
unilateral y contrario a la Carta de las Naciones
Unidas, al derecho internacional, así como al
principio de buena vecindad, causa grandes pérdidas
materiales y daños económicos al pueblo de Cuba".
Además: "instaron una vez más al estricto cumplimiento
de las resoluciones 47/19, 48/16, 49/9, 50/10, 51/17,
52/10, 53/4, 54/21, 55/20, 56/9, 57/11, 58/7, 59/11,
60/12, 61/11, 62/3 y 63/7 de la Asamblea General de
las Naciones Unidas"; "expresaron su profunda
preocupación por el creciente carácter
extraterritorial del bloqueo contra Cuba"; y
"rechazaron el reforzamiento de las medidas adoptadas
por el gobierno de los Estados Unidos para recrudecer
el bloqueo, así como todas las demás medidas aplicadas
por el gobierno de los Estados Unidos contra el pueblo
de Cuba".
7. En la
Declaración de la VI Cumbre Extraordinaria de la
Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América -Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP),
celebrada en Maracay, República Bolivariana de
Venezuela, el 24 de junio de 2009, los Jefes de Estado
o Gobierno de los países miembros "ratificaron su
condena absoluta al bloqueo económico, comercial y
financiero de los Estados Unidos contra Cuba y
reiteraron su reclamo para que este sea eliminado de
forma incondicional e inmediata."
La oposición al
bloqueo crece también de modo significativo en los
propios Estados Unidos.
El 8 de mayo de
2008, el Comité de Turismo y Viajes de la Cámara de
Representantes de Alabama, aprobó una resolución en la
que solicitaba al Presidente Bush, a la Secretaria de
Estado Condoleezza Rice y al Congreso, levantar las
restricciones de viajes a Cuba, especialmente desde el
Estado de Alabama.
El 27 de mayo de
2008, el diario The Washington Post publicó el
artículo "El loco bloqueo contra Cuba", de Eugene
Robinson, en el que calificó la política hacia nuestro
país de "increíblemente estúpida (...) infantil,
irresponsable y contraproducente"
Del 23 al 25 de
septiembre de 2008, la compañía Zogby Internacional y
Diálogo Interamericano, realizaron una encuesta a 2700
votantes norteamericanos probables, sobre diferentes
temas que afectan a América Latina. Respecto a Cuba,
el sondeo arrojó que alrededor del 60% de los
encuestados favorecían el criterio de que los EE.UU.
revisaran la política hacia Cuba y permitieran el
comercio de sus empresas con dicho país. Asimismo, el
68% apoyó que todos los estadounidenses puedan viajar
a Cuba.
El 17 de octubre de
2008, la revista norteamericana Science publicó un
editorial, firmado por el Secretario de Relaciones
Internacionales de la Academia de Ciencias de Cuba y
su homólogo de la Academia Nacional de Ciencias de
EE.UU., en el que se aboga por el levantamiento de las
restricciones al intercambio académico bilateral.
El 24 de octubre de
2008, el representante de la empresa
médico-farmacéutica canadiense Cari Med Canadá Trading
Inc., Alberto Rodríguez, durante su participación en
el VIII Congreso Centroamericano y del Caribe de
Anestesiología, Reanimación y Dolor, celebrado en La
Habana, expresó que "las licencias que emiten los
Departamentos de Comercio y del Tesoro de EE.UU. para
poder vender productos a Cuba son extremadamente
restringidas, con un grado de detalle muy alto". Según
sus declaraciones, se les solicitan informaciones
totalmente absurdas. Asimismo, calificó ese acto de
"criminal, genocida y bárbaro", por obstaculizar el
acceso de Cuba a equipos médicos y dispositivos
necesarios para salvar vidas humanas.
El 4 de diciembre
de 2008, un grupo de organizaciones y asociaciones
vinculadas con el comercio, los viajes y la
agricultura, dirigieron una carta al Presidente Obama,
con el título "Reexaminar la política de los EE.UU.
hacia Cuba", en la que le solicitaron ir más allá de
sus promesas de campaña y realizar una revisión más
amplia de la política norteamericana. La misiva fue
firmada por representantes autorizados de 12
organizaciones, entre las que destacan la Federación
Agrícola de EE.UU., la Sociedad Americana de Agentes
de Viajes, la Cámara de Comercio de EE.UU., el Consejo
Nacional de Comercio Exterior y USA Engage. Ese mismo
día, la Asociación de Agentes de Viajes de EE.UU.
(ASTA), solicitó al presidente electo, Barack Obama,
la eliminación de todas las restricciones de viajes a
Cuba.
En noviembre de
2008, el Grupo de Estudios sobre Cuba (GEC) y la
Brookings Institution, financiaron una encuesta
realizada por la Universidad Internacional de Florida
(FIU), durante las tres semanas posteriores a la
elección presidencial, con el objetivo de medir la
opinión de los cubanoamericanos sobre la política de
los EE.UU. hacia Cuba.
El sondeo reveló
que, en materia de remesas, el 65% de los encuestados
estaba a favor de que se retorne a las condiciones
existentes antes del 2003; un 66% apoyó el
restablecimiento de los viajes de los cubanoamericanos,
mientras que el 67% se manifestó favorable a la
eliminación de las restricciones impuestas a los
ciudadanos norteamericanos. El 79% consideró que el
bloqueo no ha funcionado y el 55% se opuso a que se
continúe aplicando. El 65% favoreció el
restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba
y los EE.UU. y el 79% opinó que ambos gobiernos deben
establecer un diálogo directo sobre temas de interés
mutuo.
El 23 de febrero de
2009, se dio a conocer el documento titulado "Cambiar
la política hacia Cuba en el interés nacional de EE.UU.",
elaborado por la oficina del Senador Richard Lugar
(R-IN) y circulado al pleno del Senado y, en
particular, a los miembros del Comité de Relaciones
Exteriores.
Tras reconocer el
fracaso de la política de los EE.UU. hacia Cuba, el
informe plantea una serie de recomendaciones entre las
que destacan: reemplazar la condicionalidad en el
enfoque de los EE.UU. por un acercamiento o compromiso
progresivo; levantar las restricciones de viajes y
remesas a los cubanoamericanos; y, revisar las leyes
Torricelli y Helms-Burton, así como los informes de la
Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre. Además,
propuso reanudar las conversaciones bilaterales,
establecer estrategias de cooperación en la esfera
migratoria y en el combate al problema de las drogas y
flexibilizar las medidas aplicadas en el área
económica.
El 23 de febrero,
catorce congresistas firmaron una carta dirigida al
Presidente Obama en la que apoyaron el "libre comercio
entre Cuba y los EE.UU.", argumentando las ventajas
económicas que pudiera proporcionarles a ambas
naciones. Como se aprecia, en un creciente espectro de
la opinión pública de los Estados Unidos se amplifica
la percepción de la necesidad de un cambio fundamental
de la política gubernamental en relación a Cuba, en lo
que constituiría una variable esencial el
levantamiento del bloqueo económico, comercial y
financiero.
Palabras finales
La conducta del
Gobierno de los Estados Unidos desde octubre de 2008 -
cuando se adoptó la Resolución 63/7 -, hasta mayo de
2009, confirma que no se ha dado ningún paso por ese
país para poner fin al bloqueo económico, comercial y
financiero que impone contra la República de Cuba. Por
el contrario, se ha incumplido flagrantemente lo
dispuesto por la Asamblea General al reportarse
numerosas acciones que refuerzan la política de
bloqueo.
El daño económico
directo al pueblo cubano por la aplicación del bloqueo
económico, comercial y financiero de los EE.UU. contra
Cuba hasta diciembre de 2008, calculado de modo muy
conservador, asciende a una cifra que supera los 96
mil millones de dólares, cifra que ascendería a 236
mil 221 millones de dólares, si el cálculo fuera
realizado a los precios actuales del dólar
norteamericano. Esa cifra no incluye los daños
directos ocasionados a objetivos económicos y sociales
del país por los sabotajes y actos terroristas
alentados, organizados y financiados desde los Estados
Unidos. El bloqueo económico, comercial y financiero,
impuesto por el gobierno de los Estados Unidos contra
Cuba, continúa siendo el principal obstáculo al
desarrollo económico y social del país, así como para
su recuperación tras el paso de los tres devastadores
huracanes que lo afectaron en el 2008.
El bloqueo viola el
Derecho Internacional. Es contrario a los propósitos y
principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Constituye una trasgresión al derecho a la paz, el
desarrollo y la seguridad de un Estado soberano. Es,
en su esencia y sus objetivos, un acto de agresión
unilateral y una amenaza permanente contra la
estabilidad de un país. Constituye una violación
flagrante, masiva y sistemática de los derechos de
todo un pueblo. Viola también los derechos
constitucionales del pueblo norteamericano, al
quebrantar su libertad de viajar a Cuba. Viola,
además, los derechos soberanos de muchos otros Estados
por su carácter extraterritorial.
A pesar de los
intensos y crecientes reclamos de la comunidad
internacional al nuevo gobierno norteamericano para un
cambio de la política hacia Cuba, el levantamiento del
bloqueo y la normalización de las relaciones
bilaterales, el gobierno del Presidente Obama ha
mantenido intacta la política de bloqueo.
El bloqueo, además
de ilegal, es moralmente insostenible. No existe un
sistema de sanciones unilaterales similar, que se
lleve a cabo contra ningún otro país del mundo por un
período tan prolongado. Por tanto, los Estados Unidos
deben levantarlo sin más demora ni pretextos.
Para más
información ver http://www.cubavsbloqueo.cu
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