¨Casa Puerto¨
Con los 2300 despidos anunciados por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Casa Puerto, el primer y único centro de asistencia para niños y adolescentes adictos a la pasta base de cocaína, se ve en riesgo inminente de cerrar sus puertas, ya que el total de sus trabajadores pertenecemos al régimen de Empleo Público (Decreto 959), o poseemos contratos de locación de servicios; las dos modalidades contractuales alcanzadas por la medida.
Acusados de ser “ñoquis”, o tener puestos políticos, los trabajadores de esta institución sumamos un nuevo maltrato de parte del gobierno a un ya extenso listado. Tras haber sostenido nuestra tarea durante todo el año en el mayor abandono; tras haber trabajado sin cobrar casi 7 meses de un total de 9 en una situación de absoluta precariedad laboral (sin vacaciones, ART, aguinaldo, etc.); tras haber pagado de nuestros bolsillos elementos, insumos, viáticos que nos permitiesen seguir adelante con nuestra tarea (situación que no se modificó con la asunción del nuevo gobierno); tras haber denunciado por medio de un comunicado de prensa previo la situación en la que nos encontrábamos, como forma de presionar para que nos dejasen trabajar como correspondía, hoy nos dicen que somos nosotros aquellos dentro del Estado que cobramos y no trabajamos cuando justamente es todo lo contrario, durante meses, y aun hoy, hemos estado pagando para trabajar.
Y aquellos que levantan ahora la acusación, ni siquiera se tomaron la molestia de revisar a quiénes se estaba echando, no se tomaron la molestia de separar la paja del trigo, cosa que era su deber. Muy por el contrario, a solo una semana de habernos transmitido que los contratos se renovarían automáticamente, de modo inesperado, nos anuncian el último día hábil del año, a horas de que se efectivice la medida, que todos los contratos caerían, haciendo gala de una frialdad y desconsideración que atenta contra los derechos de los trabajadores y las familias que estos tienen detrás.
Así, del mismo modo que su antecesor Telerman, quien anunció altisonante y ostentosamente la creación de Casa Puerto, respondiendo a una necesidad real y visible de la sociedad, para luego dejar abandonado al espacio, sus trabajadores y los niños víctimas del flagelo del paco, Macri anuncia espectacularmente el cesanteo de 2300 “ñoquis”, engañando a la sociedad, puesto que se trata en su mayoría de trabajadores que se enfrentan cotidianamente, sin los medios necesarios, a las situaciones más terribles que se viven en la actualidad. Trabajadores que cargan sobre sus hombros la realización de los programas sociales. Se trata, también, de trabajadores de la cultura, del medio ambiente, etc. Se trata justamente, de aquellos trabajadores que son quienes realmente padecen a los “ñoquis” puestos por los gobiernos de turno.
Ahora bien, con respecto al problema del “paco” –que no fue soslayado por Macri mientras duró la campaña electoral, por ser un problema de gran importancia- los vecinos de la villa del Bajo Flores recibieron como propuesta del entonces candidato la “Creación de una red de centros de rehabilitación, un plan de prevención para que los chicos no caigan y reorganizar las villas”. Luego, cuando ya había ganado los comicios y en condición de Jefe de Gobierno electo, gente de su partido aseguró a los medios que “las casas del paco” no serían cerradas, acercando tranquilidad a sus trabajadores, preocupados por estar sufriendo una política de vaciamiento y el no pago de sus salarios por 4 meses. Sin embargo, a menos de 3 meses de esos anuncios y habiendo compartido con el gobierno saliente un proceso de transición, celebra el cesanteo de todos sus trabajadores, y no responde cual será el plan para lidiar con la problemática. ¿Se trata para estos chicos de un nuevo abandono por parte del Estado?
En este momento, y luego de habernos puesto (nosotros sí) en contacto real con la problemática del “paco”, emergente de la exclusión que está arrasando con la vida de los jóvenes y los niños; luego de haber puesto nuestro cuerpo y nuestras ganas de trabajar para contener, alojar, cuidar y aliviar el dolor de estos chicos y sus familias, quienes son mucho más para nosotros que números de una estadística, o protagonistas de un slogan de campaña, no queremos que nos den excusas ahorrativas ni que nos digan que no vale la pena ocuparse de ellos. Tampoco podemos permitir que injurien nuestro trabajo cuando se hizo a pulmón y en soledad. La indiferencia y la inacción que se hacen cómplices del exterminio que están sufriendo los sectores excluidos de la sociedad no nacen de estos trabajadores. Íbamos a ser parte de un sistema integral que nunca fue puesto en funcionamiento, nunca se crearon las redes de derivación, de contención y prevención, etc. Esperamos que el Estado nos acompañe con voluntad política y recursos. Porque hasta ahora, hemos funcionado en el mayor aislamiento.
Solicitamos a toda la comunidad y a todas las organizaciones sociales, en especial a las que se dedican a este problema en particular que nos acompañen en este reclamo que consideramos justo, para que los chicos no queden nuevamente abandonados por el Estado. Ya sufrieron demasiado y nosotros lo sabemos. Es hora de hacernos cargo.
· TODOS LOS RECURSOS NECESARIOS PARA SOLUCIONAR LA PROBLEMÁTICA DEL PACO Y SUS DETERMINANTES.
· NO A LOS DESPIDOS EN “CASA PUERTO”.
· NO A LOS DESPIDOS EN EL GOBIERNO DE LA CIUDAD.
· QUE SEAN COMISIONES DE TRABAJADORES QUIENES SE SAQUEN DE ENCIMA A LOS ÑOQUIS DEL GOBIERNO.
Contactos: asamblea_casapuerto@hotmail.com - 15-6010-5026
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