Fue la expresión
que me salió cuando escuché la amarga noticia de la
perversa amnistía. De dónde coño sacaste eso de que por
estar en navidad o en vísperas de un nuevo año hay que
llamar a la reflexión a la derecha. Que hay que
reconciliarnos con uno coños de su madre que por un lado
hablan de reconciliación y por otro lado se la pasan
conspirando contra los bienes, servicios y tranquilidad
del pueblo noble. Es que acaso no aprendiste un coño,
cuando perdonaste a los malditos medios privados, y esos
malnacidos quemaron con gasolina a un humilde señor
conductor de autobús que votó por ti, o el caso de los
que murieron por mengua en las entradas de los
hospitales, etc., etc., etc. He sido un seguidor de
todos tus aciertos y he aceptado con resignación todos
tus errores, pero esta vaina No. No es posible que no te
des cuenta que cada vez que tú perdonas a esos carajos,
vienen en cola, el juego de necesidades y una cantidad
de muertos del pueblo llano, los mismos que te hemos
seguido de manera incondicional.
¿Cómo carajo aplaco mi llanto cuando se me salen las
lágrimas cada vez que recuerdo a Danilo? ¿Como no llorar
y decirle a Danilo que su muerte no fue en vano? ¿Cómo
carajo le explico que nos ha fallado la única esperanza
que teníamos de que se hiciera justicia su maquiavélica
conspiración de asesinato? ¿Cómo retractarme de decirle
que aunque las instituciones no funcionen, usted las
haría funcionar? Utilizando sus propias palabras, señor
presidente, usted es el jefe de Estado y debe intervenir
las instituciones para que ésta realmente funciones,
pero con este ejemplo, a quién carajo, le van importar
las instituciones. Con tanta impunidad quien va a tener
miedo de matar a unos cuantos pobres zarrapastrosos, más
aun si se tiene real y cargos en las misma instituciones
del Estado. Con tanta impunidad quién se va a sentir
contagiado de luchar por justicia y ética. Cada vez que
lo escucho buscando un acercamiento con la derecha, se
me retuercen las tripas y me da una tremenda arrechera,
porque fui uno de los que esquivó balas en Puente
Llaguno.
Puedo aceptar que tu sentimiento de humanidad sea tan
exarcebado que perdones todo el daño que te hagan porque
yo también lo haría, pero no puedo aceptar que le hagan
daño a los demás y tú lo permitas. Más aún, sabiendo que
la historia se repite. Discúlpame las malas palabras,
pero es que tengo una mezcla de sentimientos
encontrados; mucha arrechera y unas enormes ganas de
llorar. Ganas de llorar que empiezan a aflorar cuando
veo a los ojos a mi hija, y veo cada vez más lejos, la
construcción de un mundo de honestidad, de justicia, de
ética, que por más que uno trabaje en pro de ese mundo,
nosotros mismos la cagamos, al confundir conceptos tan
elementales. He aprendido y aceptado que existen seres
deformados y asquerosamente inhumanos que no tiene
corrección. De todas maneras, señor presidente,
"gracias" por este regalo de año nuevo.
hector2000ve@yahoo.es