Por IAN JAMES The Associated Press
MANTECAL, Venezuela (AP) — Un Toyota de doble
tracción hace una parada en el camino rural,
desciende el vidrio oscuro y de inmediato el
grito de los transeúntes recorre el lugar:
"¡Presidente!", al ver que Hugo Chávez
estaba al volante. "¡Te amo!", exclamó una mujer
cuarentona con lagrimas en sus ojos,
introduciendo un puñado de flores por la
ventanilla.
Chávez estrechó manos y plantó besos en
mejillas, cabezas y manos de gente que se volcó
como una lluvia torrencial para verlo. A esa
conexión emocional el gobernante la llamó la
fuerza motriz detrás de su revolución socialista
que lo ha enfrentado a Washington.
"Es el alimento. No, sin eso yo estaría muerto.
No tendría sentido nada", manifestó.
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"Lo que más me duele a mí es la miseria, y eso
fue lo que me llevó a hacerme rebelde", dijo
Chávez en una entrevista de seis horas con The
Associated Press, conduciendo el sábado durante
un largo día de viaje por las extensas llanuras
del sur del país, un breve vuelo a bordo de un
helicóptero y una visita a una hacienda
ganadera.
Durante el recorrido, sorbió café y cantó
líricas del folklore de
la región. Hombres
y mujeres de todas las edades se aglomeraron
alrededor del automóvil. Varios pedían al
mandatario ayuda — para construir una casa o
solicitar asistencia médica_ y Chávez daba
instrucciones a sus ayudantes, quienes tomaban
nota de las súplicas.
En una parada, un muchacho miró detenidamente el
Toyota y pidió dinero al jefe de estado. "No es
bueno que ustedes estén pidiendo dinero",
expresó. Compró alguna fruta a otro niño del
grupo y les preguntó sobre sus casas y escuelas.
Algunos viven en casuchas destartaladas y no
tienen computadoras en
la escuela. Chávez
ofreció casas y tecnología y mucho más.
"Tienen agua? ;Tienen libros? Esa es la ayuda
que nosotros podemos dar, la revolución les da a
ustedes... Ustedes están trabajando por
necesidad, pero llegará el día en que los niños
no tienen que estar vendiendo mamones (frutas)",
vaticinó.
De acuerdo con estadísticas oficiales, la
pobreza ha disminuido durante sus ocho años de
mandato, y él recitó a toda prisa unas listas de
otras mejoras, desde hospitales a nuevas
carreteras. Sus opositores sostienen que ha
hecho poco, considerando los miles de millones
de dólares que fluyen al país por la venta del
petróleo.
Chávez afirmó que está satisfecho con sus
avances, pero "no canto victoria. El camino es
largo. ... Es la primera década de nuestra
revolución".
Conduciendo por los llanos, al sur de Venezuela,
en donde creció, el presidente expresó que esa
amplia geografía influyó en su pensamiento.
"Uno no ve barreras" comentó. "Uno ve el
horizonte y eso se le mete en el alma".
El recorrido con Chávez ofreció una inusual
faceta en la vida de un hombre que ha
transformado Venezuela, extendido el mensaje
socialismo y criticado a los Estados Unidos en
todo el mundo.
El líder venezolano disfruta mirando películas
de Clint Eastwood, y le gustó tanto la película
"Gladiador", protagonizada por el actor Russell
Crowe, que la vio tres veces. En ocasiones
practica béisbol por las noches junto con sus
ministros y una modalidad de este usando una
pelota de goma. Gusta de su contacto con el
público, lee vorazmente y hace largos discursos
que se extienden por horas.
Pero en general tiene pocas oportunidades de
escapar de la política, una situación que
atribuye a conspiraciones para matarlo,
incluyendo exhortaciones públicas de sus
enemigos en los Estados Unidos.
"Yo soy un condenado a muerte, como Fidel
(Castro) lo ha sido desde hace mucho tiempo. Y
por tanto obligado a tomar medidas de seguridad
tan extremas que ... uno termina en lo personal
siendo un prisionero", manifestó.
Uno de los cinco hijos de Chávez, María
Gabriela, de 27 años, que lo acompañó en el
viaje, le daba galletas desde el asiento
trasero. El teniente coronel retirado de 52
años, dos veces divorciado, habla a menudo y con
cariño de sus hijos, pero afirmó que "en el
horizonte no hay ninguna posibilidad" de un
nuevo matrimonio.
"Yo no tengo vida para compartir con una
persona", expresó. "La vida mía no me
pertenece".
Chávez rechazó las acusaciones de sus
adversarios de que quiere ser presidente
vitalicio, argumentando que sólo se quedará en
el poder si es reelegido. Ha prometido reformas
constitucionales que, de ser aprobadas en un
referendo, le permitirían buscar la reelección
otra vez en 2012.
Sostiene que está transformando a Venezuela en
un estado socialista, pero que respetará la
propiedad privada. "Aquí seguirá habiendo, en el
marco de la constitución y las leyes, todas las
libertades individuales, las libertades
colectivas, los derechos fundamentales".
"Aceptamos la educación privada, aceptamos la
salud privada, sólo que debe ser siempre
regulada y enmarcada en el proyecto nacional...
igual los bancos", añadió.
El mandatario defendió su decisión de no renovar
la licencia de transmisión de la televisora
privada Radio Caracas Televisión (RCTV),
afirmando que el canal apoyó el golpe en su
contra en el 2002 y consistentemente violó la
ley.
En rechazo a la medida gubernamental que sacó
del aire a RCTV desde la medianoche del 27 de
mayo, durante dos semanas consecutivas, grupos
universitarios realizaron protestas callejeras
exigiendo respeto a la libertad de expresión.
La televisora ha procurado desafiar la decisión
en el Tribunal Supremo.
"Aspiramos que haya medios críticos", dijo
Chávez. Advirtió, sin embargo, que si otros
medios radioeléctricos privados "se vuelven a
prestar como algunos se prestaron para arremeter
contra las instituciones, contra la democracia,
contra la paz, alentando terrorismo, golpes de
estado, sabotaje económico... no podrán seguir
operando".
El presidente comentó que ninguna otras nuevas
nacionalizaciones están planeadas — por ahora —
después de una serie de estatizaciones en el
sector petrolera, de las telecomunicaciones y la
industria eléctrica. Pero no descarta
expropiaciones en el futuro.
Su gobierno ha tomado lo que este considera
tierras agrícolas ociosas y otras cuyos
registros de propiedad sean inadecuados o
inexistentes, entre los que se incluye la
hacienda que visitó el sábado.
Describió proyectos de construcción de vivienda,
ampliación de la ganadería y la instalación de
cooperativas agrícolas en la gigantesca
propiedad que circundó por aire. Juró revertir
la dependencia de alimentos importados de
Venezuela.
"Ahora llegó la revolución agraria", destacó
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