EL MPT ENFRENTA EL TERREMOTO EN CHILE CON ÉTICA Y ACCIÓN
Cuando ya son cientos y cientos los muertos de acuerdo a las cifras en
aumento y oficializadas por el gobierno central, es evidente que los
catastróficos efectos del terremoto acaecido en la madrugada del 27 de
febrero han golpeado con especial dureza al pueblo trabajador, a los
pobres de Chile, a los siempre explotados y oprimidos.
Además de las rutas, carreteras concesionadas y puentes, son precisamente
viviendas antiguas y nuevas, hospitales públicos y amplias zonas de los
pueblos, de las comunas y barrios más pobres desde la Quinta hasta la
Novena Región, donde se han provocado los daños principales. Los muertos,
desaparecidos y heridos corresponden a la población más empobrecida de
Chile.
Debido a la impericia, ausencia de eficacia y lentitud a la hora de
enfrentar la tragedia por parte del gobierno, la gente más dañada por el
sismo ha debido dormir en las plazas, las calles, y no cuenta con
electricidad, agua potable, gas, combustible, medicamentos y artículos de
consumo básico. Parte del comercio –el poco que ha abierto- ha mutiplicado
a discreción los precios de las mercaderías, aprovechando la desesperación
de los habitantes. Producto de estos hechos, cientos de personas, de
trabajadores, madres y familias pobres, han debido, colectivamente,
ingresar a las bodegas de grandes supermercados para hacerse de los
alimentos y los insumos elementales para vivir. La represión policial ha
actuado rápidamente contra la población y para cautelar con celo la
propiedad de supermercados pertenecientes a corporaciones como el Líder,
cuyo propietario es la transnacional Wal Mart.
Ante los últimos acontecimientos gatillados por la nececidad objetiva de
los habitantes -muchos de los cuales perdieron absolutamente todo-, el
gobierno de Bachelet, aleonado por las intervenciones antisociales de
Sebastián Piñera (quien asumirá la cabeza del Ejecutivo el 11 de marzo
próximo), ha resuelto durante la tarde del 28 de febrero establecer el
estado de zona de catástrofe y toque de queda que permite al presidente de
la República restringir la circulación de las personas, el transporte de
mercaderías y las libertades de trabajo, información, opinión y reunión,
en esta ocasión, en toda la Región del Bío-Bío.
Frente a semejantes hechos, el Movimiento de los Pueblos y los
Trabajadores –MPT- denuncia a la opinión pública nacional e internacional
la negligencia, manipulación de la información e ineficacia con la que ha
reaccionado el gobierno central ante el trágico terremoto que ha castigado
a millones de chilenas y chilenos, especialmente pobres. Asimismo, el MPT
repudia con fuerza y convicción las medidas antipopulares adoptadas por la
administración Bachelet en orden a imponer, al igual que bajo el régimen
militar, el toque de queda y las medidas jurídicas que atentan contra los
derechos elementales de la ciudadanía. De hecho, el estado de exepción
-que en concreto se traduce en el control militarizado de los territorios
devastados con el objetivo único de cautelar la propiedad- no se había
adoptado desde 1986, en plena dictadura. Cuando buena parte del centro y
sur de Chile sufre dramáticamente los efectos del terremoto, el gobierno
emplea a los miembros de las fuerzas armadas como guardia privada de los
supermercados, en vez de ponerlos al servicio de la comunidad perjudicada.
Finalmente convocamos a los miembros del MPT, al conjunto de los pueblos y
trabajadores del país, a la comunidad decorosa y solidaria que habita en
todo el territorio nacional, a que, con humanidad y corazón cooperativo,
colaboren organizadamente con la población más castigada por el terremoto.
El MPT en particular se compromete con su pueblo más dañado y se
autoconvoca en lo inmediato para concurrir con manos y corazón, a
colaborar en lo que demanden los sectores azotados por el terremoto.
Estamos en la hora de la ética y la acción.
Movimiento de los Pueblos y los Trabajadores
Marzo 1 de 2010