Mientras los trabajadores del Subte se solidarizan, los trabajadores de
Colihue siguen adentro de la editorial.
Con fecha 27 de enero del corriente, el Cuerpo de Delegados del Subte se
solidariza con los trabajadores en conflicto de la Editorial Colihue,
exigiendo la reincorporación de los despedidos y el reconocimiento gremial
de su delegado.
En dicho comunicado sostienen: Contra las intimidaciones que vienen
sufriendo los compañeros cesanteados que fueron maltratados a pedir el
reconocimiento de audiencia de conciliación laboral.
Poniéndose a disposición de los trabajadores despedidos para su contención,
ayuda y solidaridad.
Mientras tanto, los trabajadores de Colihue continúan dentro de la
editorial, pasando la noche dentro del local ubicado en la avenida Díaz
Vélez, en las inmediaciones del Parque Centenario y del hospital Durand.
Si bien hemos informado detalladamente de esta lucha pasamos revista
nuevamente, no es un conflicto de hace unos días, se remonta al mes de
septiembre del 2009 cuando la patronal despidió a una trabajadora. Luego, el
12 de diciembre, despiden a otro trabajador y el 22 de diciembre a días de
las fiestas, la patronal despide un total de 12 trabajadores.
Su representante gremial es Marcelo, el cual tiene vedada la entrada al
lugar de trabajo, fue elegido el 19 de agosto por amplia mayoría, 33 votos a
favor, 1 en contra y tres trabajadores que no votaron. Toda esta
organización se decidió a partir de múltiples irregularidades en la empresa,
en cuanto al pago y formas de maltrato.
Algo más sobre su propietario
Aurelio Benito Ramón Narvaja, que como decimos en los otros informes, es un
confeso kirchnerista, tiene los derechos de editar e imprimir los manuales
del Ministerio de Educación lo cuál, según expresaron los trabajadores,
incrementó su patrimonio a 6 millones de pesos.
Evidentemente acá no hay un problema económico, lo que hay es discriminación
y persecución sindical.
El propietario de Colihue ha violado tres veces la conciliación obligatoria,
ha tenido para su sostén a la policía federal que con patrulleros han
ocupado el local y anoche convivieron los despedidos, la policía que tuvo el
apoyo de un patrullero en la puerta.
Luego de varias resistencias por parte de Narvaja, lograron entrar, pero
este utilizó un método conocido, los amenazó y si salían no vuelven a
entrar, en romance, hace lo que quiere, porque el Ministerio de Trabajo,
bien y gracias y el abogado del sindicato, se fue.
De acuerdo a la relatado a la agencia ANRED por parte de los trabajadores,
el miembro activo de Carta Abierta les dijo lo siguiente cuando se hizo
presente a las 21 horas, luego de largas horas de espera, una negociación
que duró más de dos horas, mientras el ministerio de Trabajo: AUSENTE.
"Narvaja dijo que estaba dispuesto a hacer todo lo que el Ministerio le
ordene y a depositar las liquidaciones para todos los trabajadores
despedidos, pero se mantuvo firme en no reincorporarnos".
Por otro lado, la división se hizo presente, porque algunos trabajadores se
mostraron del lado de la patronal y en esa convivencia continuaron hasta
altas horas de la noche.
Tal como está el panorama, se repite la historia, no como farsa, sino
siempre como tragedia para los trabajadores: el despido, la desazón y una
realidad que puede ser el abismo.
Asimismo, la connivencia de la patronal, el gobierno nacional, o sea, su
Ministerio de Trabajo, y las fuerzas de seguridad que siempre custodian al
mismo patrón, más el sindicato que abandona a sus representados, porque en
realidad jamás tuvo intención de representarlos, es la ecuación perversa de
este verano caluroso en Buenos Aires y en todo el país.
Elena Luz González Bazán