La Reforma Tributaria Neoliberal del Gobierno "Progre(Regre)sista" descarga sobre una base social amplia (trabajadores, jubilados y capas medias) una expropiación directa de sus ingresos
Los trabajadores, en función de principios clasistas y revolucionarios, no debemos aceptar ningún impuesto sobre salarios y jubilaciones
La burguesía trata cotidianamente de formular mecanismos de dominación sobre la clase trabajadora. Es su misión como clase parasitaria y se reproduce mediante la explotación de las grandes mayorías populares.
Utilizando el estado como instrumento de
dominación recauda impuestos sobre los sectores
populares para sostenerlo y financiarlo. Nos referimos a
definiciones clásicas marxistas, probadas
históricamente, acerca de la lucha de clases y la
función del estado en una sociedad de clases.
No sorprende que la capa burocrática del PITCNT con su
ala amarilla (Articulación) y la autodenominada
"independiente pero involucrada" consideren a la Reforma
Impositiva como favorable a los intereses populares.
Esta capa burocrática mayoritaria en la conducción del
PITCNT oficia de freno para las luchas de los
trabajadores, intenta domesticar al movimiento obrero en
la conciliación de clases y ha sido el cantero
predilecto donde el gobierno recluta funcionarios del
estado mansitos y obsecuentes a las políticas
neoliberales continuistas.
Lo que sí sorprende que desde las filas clasistas se
levanten planteos que aceptan impuestos desde ciertos
montos salariales (por encima de los 30 mil pesos de la
canasta familiar), confundiendo ideológicamente a la
clase trabajadora y legitimando un mecanismo de
expoliación burguesa.
Origen económico-social del
salario
El salario, o sea el valor de la fuerza
de trabajo, según el marxismo, es el tiempo socialmente
necesario para producir. Son una serie de artículos que
componen la canasta de consumo del trabajador y su
familia, y que garantizan la reproducción de la clase
trabajadora.
Componen la canasta familiar el alimento diario, la
vestimenta, el alquiler o cuota de la casa, el gasto en
transporte, la educación y la salud de la familia, el
esparcimiento, etc. El monto de la canasta familiar
varía de un país a otro, de un mes a otro si se genera
un impacto inflacionario, etc.
La fuerza de trabajo, lo que vende el asalariado en una
sociedad capitalista, como en la que vivimos, es la
fuente de la creación de la riqueza o sea lo que genera
valor es el trabajo humano incorporado a la
transformación de los elementos de la naturaleza.
El salario traducido como precio del valor de la fuerza
de trabajo, es una parte de las ocho horas diarias de
trabajo, esa parte del jornal es la que el patrón
devuelve. De acuerdo a la tecnología aplicada en el
proceso de trabajo, o sea la máquina, junto al esfuerzo
humano; por ejemplo, el salario en la industria
tabacalera toma 45 minutos, en la industria textil unas
tres horas, el resto de la jornada es lo que se apropia
de trabajo ajeno el patrón y el estado en manos de la
burguesía. Ese tiempo de la jornada que no se devuelve
con el salario es la explotación y, desde un punto de
vista marxista, se denomina plusvalía.
Por lo tanto, el nuevo gobierno del FA hereda, impulsa
y consolida un modelo de producción capitalista, basado
en la explotación de la clase trabajadora, única clase
generadora de la riqueza.
Si la clase trabajadora mediante el sobretrabajo o
plusvalía acrecienta el capital de los explotadores, no
existe ninguna razón para que los trabajadores aceptemos
un impuesto sobre nuestros salarios, no importa el monto
de lo que se gane, que siempre será inferior a lo que
hemos creado con nuestro esfuerzo y que todavía bajo el
sistema capitalista siempre se corre detrás en la
defensa del salario real, pues este es continuamente
deteriorado por el aumento de los precios de la canasta
familiar.
El estado recauda los impuestos
El estado, en una sociedad de clases, es
una máquina para mantener el dominio de una clase sobre
otra, una máquina llamada a mantener sometida a una sola
clase, todas las demás clases subordinadas a ésta.
Todo estado realiza su función de ejercer la dictadura
de clase a través del poder público. Este poder se
separa de la sociedad y se coloca por encima de ella. El
aparato burocrático-militar se aísla del pueblo y se
basa en la jerarquía. El burócrata se separa del pueblo,
le interesa su seguridad personal y su posición
burocrática y lleva adelante la política de la clase
dominante y para ello dispone de las fuerzas armadas, la
policía, dirigidos por cuadros bien remunerados.
El estado crea los impuestos y empréstitos para
mantener la máquina de poder, y la población debe dar su
contribución en forma obligatoria. Paradójicamente, las
amplias masas explotadas deben volcar sus recursos para
sostener el poder público que los sojuzga.
Las Instituciones del Estado son:
1) Punitivas (policía, tribunales, cárceles y campos de
concentración)
2) Militares (departamento para ser verdugos de su
propio pueblo y de otros pueblos)
3) Financieras (departamento para el saqueo del pueblo
propio)
4) Económicas (departamento de obras públicas)
5) Ideológicas (escuelas, universidades, prensa)
"El alma del mecanismo estatal es el interés de los explotadores, y todos sus organismos se convierten en los oídos, los ojos, las manos y los pies con los que escucha, acecha, evalúa, vigila, agarra y corre" Carlos Marx
Si el estado es el instrumento burgués de dominación, como lo es este estado en manos del FA, los trabajadores, no importa lo que se gane, no debemos volcar un solo peso para financiarlo.
Los trabajadores debemos luchar
por subsidios al consumo popular e impuestos al capital
En un programa de soluciones populares,
las políticas presupuestales deben tender a satisfacer
las necesidades sociales, y luego a las de inversión y
desarrollo. Con una política de precios para subsidiar
los servicios públicos (UTE, ANTEL, OSE, etc.), fijando
sus tarifas en relación a los ingresos netos del grupo
familiar, así como subsidiar los artículos de la canasta
familiar. Buscando controlar y regular los precios a
través de organismos sociales y populares. Creando
supermercados populares y garantizando la participación
de los trabajadores en la dirección de las reparticiones
estatales y municipales de abastecimiento.
En materia de política tributaria, inmediatamente se
debe procesar la eliminación de todo tipo de impuestos a
los sueldos, jubilaciones y pensiones. Revertir la
actual política tributaria, disminuyendo sustancialmente
los impuestos al consumo, y gravando duramente el
consumo suntuario, la ganancia, la herencia, el
patrimonio y los sectores improductivos.
Es preciso eliminar el impuesto al consumo (IVA) para
los artículos de la canasta familiar y también decretar
una amnistía tributaria a los sectores populares,
suspendiendo todo tipo de ejecuciones por deudas
fiscales, facilitando la recuperación de la mediana y
pequeña empresa.
EL IMPUESTO SOBRE LOS SALARIOS ES UN MECANISMO FUNDAMENTAL DE REDISTRIBUCIÓN SOLIDARIA EN UNA SOCIEDAD SOCIALISTA, DONDE LOS TRABAJADORES SOMOS LOS DUEÑOS DE LAS FABRICAS Y TIERRAS, Y DE LOS FRUTOS DE NUESTRO TRABAJO.
volver