¡VIVA LA HUELGA DE LOS TRABAJADORES DEL TRANSPORTE EN CÓRDOBA!
La lucha que llevan a cabo los choferes de transporte público en Córdoba desde hace una semana se ha radicalizado y empieza a ser un polvorín a punto de estallar.
Los trabajadores han rechazado el miserable acuerdo paritario del 21% de aumento que la dirección nacional de la UTA, encabezada por su secretario general, el burócrata Roberto Fernández, ha acordado con la patronal y el beneplácito del gobierno de Macri. La pretensión de los asalariados es de un aumento del 33%, que al no ser satisfecha derivó en huelga en la capital mediterránea. Por las medidas de fuerza, más de 70 trabajadores fueron despedidos, lo que tensó aún más la situación.
En este conflicto vemos la misma matriz ideológica y modo de operar de la Alianza gobernante (PRO-ARI-UCR) respecto de cada protesta laboral (que, más allá de los maquillajes pseudo progresistas del kirchnerismo, no difieren mucho de los del gobierno anterior; baste recordar como botones de muestra, la demonización de los trabajadores petroleros de Las Heras, la Ley Antiterrorista, el Proyecto X, el carancho-gendarme de Berni en la Panamericana en Lear o los más de 6500 procesados por protestar durante la “dékada K”): se le pone techo a los aumentos de salario en las paritarias, a pesar de la precarización que las políticas oficiales han generado entre los trabajadores; la injusticia lleva inevitablemente a la protesta, absolutamente justificada; si esa protesta llega a convertirse en huelga, desde los gobiernos provinciales y el nacional se la demoniza y se amenaza a los huelguistas con todo tipo de represalias, desde el despido hasta la quita de personería a los sindicatos “díscolos”; los medios de comunicación, en su abrumadora mayoría adictos al gobierno, cumplen un papel fundamental para bajar línea contra los trabajadores y entregar la “información” sesgada y tergiversada en la forma y tiempo que le conviene al oficialismo y la patronal; se recurre al carneraje para romper la huelga, y a las fuerzas de seguridad para custodiarlos y asegurar las labores, y reprimir si hace falta a los que, por el contrario, quieran con dignidad lograr el éxito de las medidas de fuerza.
Hace meses que venimos diciendo que el objetivo del gobierno del contrabandista de autopartes, vaciador del Correo y tenedor de cuentas en Panamá y Bahamas, Mauricio Macri, es arrasar con todas las conquistas y derechos de los trabajadores, para crear un paraíso donde los empresarios hagan sus inversiones sin riesgos, tengan que pagar poco y nada de impuestos, bajos salarios y cargas sociales y nulas indemnizaciones. Hacia eso quiere avanzar la Alianza gobernante Cambiemos, lentamente por la oposición que ha encontrado por parte de la clase trabajadora. La actitud tomada por el intendente de la capital cordobesa, el radical Ramón Mestre, de implementar un “Plan de emergencia para el Servicio de Transporte Urbano”, convocar a carneros y militarizar las terminales y las unidades de transporte para garantizar el servicio, va en ese camino. En el anuncio de las medidas para este lunes 12 de junio, se atrevió a abrir una ventana al futuro que pergeña el gobierno de los empresarios: calificó de “violentos” a los choferes al sostener que “no solo están yendo contra las instituciones de gobierno; sino contra la ley, contra todos. Y ello, en un contexto inédito en el que Córdoba está saliendo de años de discriminación. Avergüenza que no quieran que Córdoba progrese”.
“He decidido adelantar la convocatoria del Consejo Económico y Social de la ciudad, que lo integran todas las fuerzas vivas de Córdoba, para mañana lunes. El llamado de una consulta popular, para que los vecinos se expresen sobre el transporte como servicio esencial; las asambleas de los servidores públicos en horarios de trabajo y las políticas de transparencia”, prosiguió Mestre
Y continuó: “les pido por favor a los legisladores provinciales y nacionales que avancen en las herramientas legales que permitan garantizar los servicios públicos como esenciales”
Es decir que el intendente radical de Córdoba capital, en representación de la línea de pensamiento de todo el oficialismo, quiere declarar “servicio esencial” al transporte (como lo insinuaron con la educación pública en la pcia de Buenos Aires), para eliminar el derecho a huelga, que tiene rango constitucional, a los trabajadores del sector. Como frutilla del postre, quiere terminar con las asambleas en horarios de trabajo.
Cambiemos, el macrismo, el PRO, el ARI, la UCR, representan las aspiraciones, el sentir y los intereses de los empresarios, de los patrones, y la más clara fobia contra los derechos de los trabajadores. Como venimos diciendo también desde hace meses, es necesaria y urgente una convocatoria a un Plenario o Asamblea Nacional de Trabajadores Ocupados y Desocupados para elaborar en conjunto y desde la clase un Plan de lucha contra el gobierno patronal. Las organizaciones de izquierda deben poner como prioridad esa agenda, ayudar a parir un nuevo movimiento obrero, antiburocrático, clasista y revolucionario, en lugar de tener aspiraciones mezquinas, sectoriales y electoraleras.
Desde el Encuentro de Comunistas, al tiempo que trabajamos en la construcción de la herramienta revolucionaria para nuestra clase y seguimos bregando por ese Plan de Lucha, apoyamos y nos solidarizamos con la lucha de los trabajadores del transporte en Córdoba y repudiamos las amenazas y aprestos represivos de los gobiernos municipal, provincial y nacional.
ENCUENTRO DE COMUNISTAS
11-6-17