Firmamos…Para Anular la Ley de Impunidad
Luchamos…
Por un programa obrero y popular
Las fuerzas militantes, políticas y sociales, que suscribimos este pronunciamiento, firmamos por Anular Ley de Impunidad.
Porque responde a una conciencia democrática de la clase trabajadora y del campo popular. Porque expresa una demanda innegociable como es juzgar, castigar y encarcelar a todos los criminales de lesa humanidad - militares, policiales y civiles – que desde el terrorismo de Estado, arrasaron todas las libertades y reprimieron todas las resistencias.
Porque Anular la Ley de Impunidad, es parte integral de la lucha contra cualquier pretensión de "punto final", y contra todo intento de "reconciliar" a las Fuerzas Armadas con el pueblo trabajador
Porque responde, en definitiva, a una necesidad política y estratégica fundamental, como es la lucha por desmantelar toda la arquitectura represiva del Estado que, por la vía de las instituciones militares, policiales y judiciales, garantiza la sobrevivencia del régimen burgués de dominación. Porque esta "mano de hierro", no solo actúa como amenaza represora e instrumento de criminalización de la protesta social, sino que permite a la "mano invisible" del mercado reproducir la explotación capitalista.
Al mismo tiempo, nuestra decisión de firmar y luchar por la Anulación de la Ley de Impunidad, se acompaña de la más categórica denuncia de la bancada parlamentaria del Frente Amplio que en ningún momento - pese a contar con las mayorías necesarias - tuvo la dignidad política de Anular la Ley de Impunidad desde ese recinto donde, una infame coalición de blancos y colorados, le dieron nacimiento.
Las fuerzas militantes, políticas y sociales, que suscribimos este pronunciamiento y que hoy compartimos esta jornada de lucha unitaria, entendemos que este compromiso de firmar y luchar por Anular la Ley de Impunidad, está vinculado a la lucha por los derechos, las necesidades y los intereses de la clase trabajadora y del campo popular.
Esto es, hoy y aquí, la lucha contra el programa capitalista que el gobierno del Frente Amplio acordó con el FMI el 8 de junio 2005 y qué, en términos generales, cuenta con la bendición de las cámaras patronales. Es decir, la lucha por derrotar un programa que contiene todo los ingredientes de continuidad neoliberal, como ser: el pago de la fraudulenta deuda externa, las exoneraciones tributarias que favorecen al gran capital y permiten la implantación contaminante de multinacionales como Botnia y Ence; las privatizaciones directas o disfrazadas; la extranjerización de la tierra; los recortes presupuestales en inversión y obras públicas; la confiscación salarial; y el aumento de la carga impositiva al ingreso de trabajadores y jubilados, entre otros mecanismos, por la generalización regresiva del IVA.
A casi tres años de instalado el gobierno "progresista", la frustración alcanza a amplios sectores del pueblo trabajador y de la militancia de izquierda. El "cambio posible" prometido por el Frente Amplio, continúa postergando reivindicaciones tanto reivindicaciones históricas del movimiento obrero y popular, como necesidades sociales básicas e inmediatas. Mientras banqueros e industriales, exportadores y terratenientes se benefician del "buen clima de negocios" que impera en el país, el desempleo y la pobreza de masas siguen afectando a centenas de miles de trabajadores.
Esta realidad confirma, todos los días, que aquellos "principios fundacionales" de la izquierda uruguaya, que incluían entre otros puntos programáticos el no pago de la deuda externa, la nacionalización de la banca y la reforma agraria, han sido abandonados por un "progresismo" que habla de "humanizar" el capitalismo mientras camina de la mano con el imperialismo y sus tratados "de libre-comercio"; con las instituciones financieras internacionales y sus planes de "ajuste" y privatizaciones; con las clases dominantes locales que exigen más "rentabilidad" empresarial, menos salarios y peores condiciones laborales para los trabajadores.
El "balance de gestión" del gobierno frenteamplista es desolador por donde se lo mire. Mientras la economía "crece" por cuarto año consecutivo y las ganancias de la burguesía no paran de aumentar, la pobreza afecta a más de 800 mil uruguayos, de los cuales 300 mil no salen de su condición de "pobres estructurales" pese a los planes asistencialistas del gobierno. Es decir, que están condenados (ellos y sus hijos) a un futuro de miseria económica, sanitaria, educacional, y en definitiva, de extrema exclusión social.
Mientras tanto, la inmensa mayoría de la clase trabajadora continúa con salarios de hambre. El propio ministro Astori, sin la más elemental señal de vergüenza, lo ha reconocido recientemente: el salario promedio es 8.000 pesos, o sea, la cuarta parte de la canasta familiar. Y el salario mínimo apenas llega a 3.250 pesos, o sea, la décima parte de la canasta familiar. A este despojo, hay que "sumarle" el proveniente del IRPF, que expropiará a los trabajadores en 130 millones de dólares más por año.
El "balance de gestión" del gobierno frenteamplista es también un desastre en materia de empleo. Los desempleados llegan a 150 mil, los trabajadores "informales" son 494 mil, y los callejeros son 62 mil (ganan un promedio de 3.600 pesos). Mientras el gobierno hace discursos sobre la "caída del desempleo", la realidad (y las estadísticas) indican que la mayoría de los empleos nuevos apenas llegan a un salario mensual de 4 mil pesos.
Esta política económica antipopular, que reproduce la confiscación salarial, el desempleo y la pobreza de masas, tiene como contracara indecente innumerables casos de "tráfico de influencias" practicados desde distintos círculos del gobierno; de coimas por privatizaciones y "concesiones" (negocio de Pluna- Leadgate); de nepotismo municipal (Canelones y Salto); asociaciones municipales-empresariales (Maldonado); cuando no casos de escandalosa corrupción (Bengoa-Orestes González en Casinos Municipales), y finalmente, la privatización del Hotel Casino Carrasco, en beneficio de grupos capitalistas extranjeros .
Este maridaje del gobierno con las esferas "sucias" del capital transnacional y local, va de la mano de una subordinación a las estrategias políticas del imperialismo, tanto norteamericano como europeo. Subordinación directa o disfrazada bajo la coartada de "mandatos" de la ONU: desde la "Operación Unitas" y la invitación al genocida de Bush, hasta el envío de tropas de ocupación al Congo y Haití. Es decir, en lugar de una acción soberana y antiimperialista, una política que remacha el carácter neocolonial del país frente a los centros imperiales que dirigen la mundialización capitalista. En lugar de una política de apoyo a las luchas de los pueblos de Venezuela, Bolivia y Ecuador, y de denuncia de las oligarquías cómplices de los planes contrarrevolucionarios de EEUU en esos países hermanos, una política de "buenos modales" diplomáticos, funcional a la dominación imperial.
Ante este paisaje "progresista", las luchas populares que se desarrollan son la principal vía de resistencia acumulación social: enfrentando la prepotencia patronal contra los trabajadores, denunciando el chantaje de las corporaciones empresariales que se niegan a digerir hasta el más mínimo de los avances en los derechos sindicales, luchando contra el programa económico del gobierno y del FMI. La resistencia obrera y popular que se ha manifestado en estos últimos meses - a través de huelgas, marchas, ocupaciones de fábricas, tierras y liceos, de cientos de nuevos sindicatos, de campamentos, de escraches a la impunidad - continuará profundizándose, en la medida que, justamente, el programa acordado con el FMI seguirá atacado los derechos y las condiciones de vida de la clase trabajadora y sus aliados oprimidos del campo popular.
Es en tal sentido, que las fuerzas militantes, políticas y sociales, que suscribimos esta pronunciamiento, insistimos (y continuaremos insistiendo) sobre una necesidad impostergable: construir y organizar una oposición desde principios de izquierda, desde abajo, desde las luchas y desde la solidaridad con esas luchas; construir un bloque político y social de carácter antioligárquico, antiimperialista y anticapitalista que se transforme, desde la lucha de clases, en la herramienta que levante e impulse un programa alternativo de transformaciones revolucionarias y socialistas.
¡Soluciones a las necesidades populares!
- Aumento general de los salarios, recuperación automática por encima del 100% respecto a la inflación
- Salario mínimo de $ 15.000 (media canasta familiar)
- Eliminación del impuesto a los salarios y jubilaciones
- Eliminación del IVA a los productos de la canasta familiar y servicios públicos
- Congelamiento de precios, alquileres, tarifas públicas, y cuotas de mutualistas
- Suspensión de los cortes de "servicios esenciales" (luz, agua, teléfono); suspensión de los desalojos a familias trabajadoras
- Prohibición de despidos y envíos al seguro de paro
- Reducción de la jornada laboral, sin reducción del salario; por un plan de inversión pública para generar empleos genuinos
- Por la derogación de las AFAPs; por jubilaciones y pensiones igual a media canasta familiar
- Por un sistema único de salud, estatal e integral; por la despenalización del aborto
- Por el 6% del PIB para el presupuesto de educación
- Por un plan nacional de vivienda, confiscando a los grandes propietarios y especuladores inmobiliarios
- Por la reforma agraria y la expropiación de los latifundistas; contra la extranjerización de la tierra
- Por la nacionalización de la banca y la eliminación del "secreto bancario"
- No al nuevo "código policial"; por la derogación de todas las leyes represivas que criminalizan la protesta social
- No al pago de la deuda externa; rompimiento con los programas neoliberales del FMI y las otras instituciones financieras internacionales
- Fuera Botnia y Ence; no a las papeleras y a la contaminación medioambiental
- Fuera las tropas de ocupación en Haití y el Congo
ASAMBLEA DEMOCRATICA POPULAR DE PEÑAROL – COORDINADORA ANTIIMPERIALISTA DE LAS PIEDRAS – REFUNDACIÓN COMUNISTA – COLECTIVO MILITANTE – MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO ORIENTAL – FRENTE REVOLUCIONARIO POR UNA ALTERNATIVA SOCIALISTA – MILITANTES INDEPENDIENTES