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Demanda laboral contra una constructora en LA

Acusan a empresa de violar la ley del trabajo de California.
Por Jorge Morales Almada

Rebanadas de Realidad - La Opinión, Los Ángeles, 10/08/07.- Que no pagan salarios completos. Que lo hacen en efectivo y sin deducir impuestos. Que las horas extra ni las toman en cuenta. Que no hay obreros calificados para supervisión. Que no les dan tiempo de descanso ni para comerse una torta.

Esos, y muchos más, son los argumentos que forman parte de una demanda en contra de una compañía que hace trabajos de restauración y desarrollo urbano de edificios históricos en el centro de Los Ángeles para habilitar espacios amplios de vivienda de lujo, los llamados "lofts".

La demanda fue presentada ayer en esta ciudad ante el Tribunal Superior del Estado de California por la abogada Ellyn Woscowitz, representante legal de varios sindicatos de la construcción, como electricistas, herreros, pintores y técnicos en instalación de rociadores contra incendios.

Los sindicatos acusan a Gilmore y Asociados por supuestamente violar las leyes laborales de California, por supuestas prácticas injustas en los negocios y por supuesto incumplimiento de contrato.

Gilmore y Asociados, una de las más grandes inmobiliarias de la ciudad, a cargo del empresario Thomas Gilmore, fue constituida en 1998 para adquirir y desarrollar los edificios históricos del centro de Los Ángeles y de Hollywood.

Esta inmobiliaria realiza trabajos de construcción en tres edificios localizados en la Calle Cuarta, entre Main y Spring, en el distrito conocido como Old Bank, donde habilita 230 "lofts" para apartamentos y oficinas, así como un complejo de restaurantes, cafés y tiendas.

La demanda laboral incluye a más de 20 socios de Thomas Gilmore, así como a contratistas del Ayuntamiento y a subcontratistas en los proyectos de El Dorado Lofts, Rowan Lofts, Spring Street Lofts y Bank House Garage.

La abogada Woscowitz dijo que el embellecimiento del centro de Los Ángeles no debería hacerse a costa de la explotación de los trabajadores.

"Los trabajadores no están siendo pagados correctamente, además de que están siendo expuestos a materiales peligrosos, como el asbesto", comentó.

La Opinión pidió hablar con Thomas Gilmore o con un representante de la empresa, pero al cierre de esta edición no fue posible obtener un comentario sobre las acusaciones.

Según la representante legal de los demandantes, el Departamento de Obras Públicas del Ayuntamiento ha aportado fondos públicos para que las inmobiliarias lleven a cabo proyectos viables de rehabilitación de los edificios históricos.

Por ello, consideró la representante legal, las autoridades locales deberían poner atención en estas supuestas prácticas injustas por parte de los empresarios inmobiliarios.

La concejal Jan Perry, representante del céntrico Distrito 9, dijo no conocer la demanda y las acusaciones en contra de Gilmore, por ello no podría hacer comentarios respecto sobre si el municipio debería revisar la situación.

Robbie Hunter, director del Sindicato de Herreros Local 433, declaró a través de un comunicado, que no todas inmobiliarias están llevando a cabo prácticas injustas, ya que hay algunos que sí están trabajando en armonía con los trabajadores.

"Desafortunadamente, Gilmore ha decidido llevar esto como una operación del tercer mundo, pagando a los empleados en efectivo, por debajo de la mesa, contratando a trabajadores sin habilidades, no calificados, e ignorando las leyes de compensación al trabajador", señaló Hunter.

Marvin Kropke, representante del Sindicato de Electricistas Local 11 (IBEW), dijo que la ciudad les ha dado a los desarrolladores inmobiliarios incentivos económicos muy significativos para financiar sus lucrativos proyectos.

"Los contribuyentes han financiado estos proyectos, pero empleadores como los de este proyecto piensan que está bien eso de evadir impuestos al pagar en efectivo", dijo Kropke.

La demanda destaca que los contratistas y los subcontratistas han fallado en pagar salarios establecidos, horas extra y que no han dado el tiempo que por ley deben tener los empleados para comer y descansar.

También, establece la demanda, la salud de los trabajadores se ha puesto en riesgo por las condiciones del centro de trabajo.

"Todos sabemos que el trabajo de la construcción es pesado, pero hacer que la gente trabaje en condiciones inseguras significa tomar riesgos innecesarios", dijo Jim Irwin, representante del Sindicato de Pintores del Consejo Distrital 36, en referencia a que ni siquiera les ofrecen tapabocas cuando remueven materiales con plomo o asbestos.

Gentileza del diario La Opinión.

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