Algo impensable que sucediera hace poco tiempo atrás acaba de suceder en Río Gallegos; la Dra Alicia Kirchner concurrió en compañía de otras personas a almorzar al restaurate Rocco de calle Roca de esta capital y al ser advertido por la gente comenzaron a comunicarse con mensajes de texto hasta armar una cadena que se autoconvocó frente al negocio y comenzó a efectuar un escrache a la hermana del presidente.

Inmediatamente estuvimos allí, cuando aún no pasaba la veintena de personas que golpeaban cacerolas y se pegaban a la vidriera del restaurant reclamando que Alicia saliera a dar explicaciones.

Adentro la Dra Kirchner almorzaba con dos mujeres y un caballero que resultó ser el cura Juan Carlos Molina, recordado por su actuación inicial en el conflicto de las Heras, quien luego desapareció de la escena y fue ampliamente criticado por los sectores cercanos a los detenidos.

Al cabo de media hora alrededor de 150 personas se habían dado cita en Rocco y con cánticos y batucada repudiaban la actitud del gobierno, recordaban la represión de los municipales y le hacían cargos directamente al presidente Kirchner por el dictado de la política provincial que ha llevado a santa Cruz a padecer este estado de crisis.

El conjunto era muy heterogéneo y había maestras del interior de la provincia, municipales, gente del hospital, empleados públicos y muchos transeúntes que se sumaron al escrache. Llamativamente se volvió a repetir el suceso que se da en cada marcha que es la adhesión de los automovilistas que paraban y hacían sonar sus bocinas, aún desconociendo de quién se trataba el que estaba adentro.

Sorpresivamente llegó al lugar el señor Juan Carlos Ibáñez, víctima de la represión el día miércoles cuando marchaba con los municipales y quien fuera herido en la cara de un escopetazo situación que de acuerdo al médico fue muy afortunada ya que unos centímetros más arriba el disparo hubiera ingresado por el ojo quitándole la vida.

Ibáñez junto al Dr Dino Zafrani ingresaron al local e intentaron hablar con la Dra Alicia Kirchner. La Ministra permaneció sin dirigirle la palabra al abogado que le pidió los responsables de la represión y la hizo parte responsable del gobierno de su hermano que dicta las políticas en Santa Cruz.

También se dirigió al cura Molina y lo increpó por su alianza con el poder " Ud tendría que estar al lado de Romanín, de Vicego o Lapadula ", le dijo Zafrani sin que lograra arrancarle una palabra al sacerdote que vestía de saco y pantalón.

Una vez que se retiraron de allí Zaffrani e Ibáñez, ingresó un grupo de personas al restaurante y detrás toda la prensa. Una vez rodeada la mesa de Alicia le hicieron todo tipo de petición y recriminación por la situación actual a lo cual la funcionaria intentó minimizar y suavizar con actitudes amables y sonrisas pero visiblemente nerviosa.

Finalmente la hermana del presidente se levantó y les propuso que una "comisión" de dos o tres personas serían recibidas por ella porque no podía hablar con 40, pero la propuesta no fue aceptada porque los presentes suponían que se trataba de una excusa para zafar de la situación y las explicaciones.

La Senadora entonces decidió salir escoltada por sus acompañantes y la prensa nacional que estaba allí grababa absolutamente todo lo que acontecía. Fotógrafos, flashes de cámaras hogareñas y muchos gritos y algunos improperios acompañaron a la funcionaria hasta la puerta de salida entre apretujones de la gente que pugnaba por adelantarse.

Una vez que logró salir del local la gente que se agolpaba en la entrada comenzó a manifestarle todo tipo de reproches y a insultarla, haciendo que la situación se tornara tensa y complicada para quienes tenían la tarea de protegerla.

Inmediatamente volaron huevos y harina. Todos quienes estaban en el entorno de Alicia Kirchner recibieron una andanada de huevos y corrieron por el medio de la calle en contramano sobre Roca. La gente seguía insultando a la funcionaria con gruesos epítetos que llegaban hasta el propio presidente Kirchner.

Acordonada por un grupo de personas que se habían acercado para protegerla entre corridas y forcejeos fue llevada por dos cuadras sobre Roca y luego en el medio de la calle la trasladaron por Fagnano hasta la intersección con Zapiola y allí recién apareció una camioneta Ford Explorer 4x4 que rompió la manifestación, abrieron la puerta y la hicieron ingresar a la Dra Kirchner para luego salir raudamente de allí bajo una lluvia de huevos que eran disparados de diversos sectores.

Una vez culminado el suceso, los manifestantes retornaron por la calle Fagnano cantando y aplaudiendo bajo el grito " Olé olé, olé olá, como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar ". (Agencia OPI Santa Cruz)

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