Mientras Estados Unidos lanza su Cuarta Flota e instala siete nuevas bases
militares en Colombia, en distintos países de América Latina se acaba de
estrenar simultáneamente «FARC-EP La insurgencia del siglo XXI», largometraje
documental que narra el conflicto armado desde el punto de vista de la
guerrilla bolivariana.
¿En el siglo XXI la insurgencia es un souvenir del pasado? ¿Se acabaron las
ideologías? ¿Los revolucionarios se han convertido en delincuentes,
narcotraficantes, bandoleros, terroristas?
Los grandes monopolios de la (in)comunicación insisten con un mensaje viejo,
gastado y único: la insurgencia colombiana no tiene ideología, formación
cultural ni proyecto político. Su corazón mercenario palpita al ritmo
frenético y alocado de la coca. El antiguo y tenebroso ?oro de Moscú? ha sido
reemplazado por los maletines repletos de dólares y euros, provenientes del
narcotráfico. Los indígenas masacrados, las mujeres violadas, los jóvenes
maltratados. En las pantallas de TV el movimiento guerrillero se ha convertido
en un monstruo mucho más temible que Satán, Lucifer, Luzbel y los peores
demonios medievales.
El viejo y barbudo Karl Marx comenzaba su célebre Manifiesto Comunista
afirmando que Un fantasma recorre Europa: el espectro del comunismo. Contra
este espectro se han conjurado en santa jauría todas las potencias de la vieja
Europa ... No hay un solo partido de oposición a quien los adversarios
gobernantes no motejen de comunista. Si se reemplaza comunismo por FARC-EP
(Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia Ejército del Pueblo), hoy el
fantasma continúa deambulando por allí. ¿Qué movimiento social radicalizado de
América Latina no ha sido estigmatizado y acusado de simpatizar con las FARC?
Hoy en día, la CIA, el FBI, la DEA y otros organismos ?democráticos? viven
repartiendo la acusación de ?colaborador de las FARC? a cualquiera que
intente, parezca o aspire a ser un disidente radical.
La obra Las brujas de Salem de Arthur Miller parece haber sido escrita ayer.
El macartismo se pasea altanero y desafiante. Toda disidencia, en cualquier
parte del mundo, huele a guerrilla bolivariana. Vivimos un control del
pensamiento que haría empalidecer los vaticinios más sombríos de las novelas
1984, Un mundo feliz y Fahrenheit 451 o las películas Brazil, Matrix y hasta
la más reciente Sector 9.
Desde los grandes noticieros de TV hasta la ficción de Hollywood, pasando por
las toneladas de papel manchado de tinta de los grandes emporios
periodísticos, hoy todos atacan sobre un mismo blanco. Incluso los principales
presidentes de América Latina deben discutir con Uribe, servil ventrílocuo
local del gran amo imperial, tomando como eje el apoyo, el rechazo o la
indiferencia frente a las FARC-EP. Ni UNASUR ni la OEA han escapado a estos
debates.
En ese contexto global, donde la culminación de la guerra fría no ha permitido
que baje un grado la temperatura de la guerra psicológica contra las
rebeliones armadas contemporáneas, ¿qué piensan realmente las FARC-EP? ¿Poseen
un plan? ¿Tienen ideología? ¿Mantienen a sus decenas de miles de jóvenes
combatientes obligados y amenazados? ¿Cómo ven el futuro de América Latina?
El largometraje «FARC-EP: La insurgencia del siglo XXI» intenta responder
aquellas preguntas, sometiendo a discusión la propaganda barroca y macartista
promovida desde EEUU. Para ello el equipo de cine «Glauber Rocha», formado por
camarógrafos de diversos países de América Latina y Europa, se interna en la
selva, recorre las cordilleras y las montañas, mostrando desde adentro, como
nunca antes se vio, la vida cotidiana en los campamentos de las FARC-EP.
El documental, que dura casi dos horas, incorpora entrevistas a los
principales comandantes guerrilleros del secretariado de las FARC-EP y
numerosos testimonios de combatientes de base, campesinos y jóvenes urbanos
del Partido Comunista Clandestino de Colombia (PCCC), incluyendo secuencias
sobre el papel fundamental de las mujeres en la lucha guerrillera, los
indígenas y pueblos originarios, el problema del narcotráfico, el
paramilitarismo, los prisioneros de guerra, las nuevas bases militares
norteamericanas y la violación sistemática de los derechos humanos por parte
del terrorismo de Estado en la patria del líder independientista Simón
Bolívar.
La estructura formal del documental constituye un inmenso collage, donde
aparecen reconstruidos desde las matanzas de la empresa bananera UNITED FRUIT
en 1928, el asesinato del dirigente popular Eliécer Gaytan en abril de 1948 y
la fundación de las FARC-EP hasta la captura de militares norteamericanos en
la selva colombiana, el caso reciente de Ingrid Betancourt y las declaraciones
de los principales referentes paramilitares (aliados de Uribe) que confiesan
haber recibido dinero de las bananeras para asesinar guerrilleros y masacrar
población civil.
En ese mosaico que no deja nada o casi nada afuera, son retratadas por primera
vez en la historia (hasta donde tenemos noticias) los cursos de formación,
políticos, ideológicos y militares, de los combatientes comunes de las FARC-EP
y también de sus fuerzas especiales. En medio de la selva, los ríos, los
árboles inmensos y los animales aparecen bibliotecas, grupos de lectura,
pizarrones y mucha, pero mucha gente joven estudiando.
Quien asista a alguna proyección de este film (hasta ahora proyectado en
circuitos underground, ¿se proyectará en las grandes salas?) no podrá dejar de
recordar las escenas de aquellos Pasajes de la guerra revolucionaria pulidos y
retratados en otra época por la pluma exquisita de Ernesto Che Guevara, uno de
los inspiradores de la ideología de las FARC-EP junto a su legendario
comandante y fundador Manuel Marulanda Velez, recientemente fallecido. Pero
las escenas y entrevistas que retrata esta película no pertenecen a los
añorados y nostálgicos años sesenta, tan alabados y tan bastardeados, sino...
al siglo XXI.
Como en Cuba, Nicaragua y El Salvador, como en Argelia y sobre todo en
Vietnam, hoy Colombia vive una guerra civil de dimensión continental. Esta
película muestra lo que jamás aparece en la CNN y otras usinas del poder: el
conflicto armado desde el punto de vista de la rebeldía bolivariana. No pasará
desapercibida
FICHA TÉCNICA:
Título: FARC-EP: La insurgencia del siglo XXI Guión y dirección / Script and
Direction: Diego Rivera
Montaje / Editing: Alejo Carpentier Cámaras / Cameras: Diego Rivera, Tina
Modotti y César Vallejo
Fotografía / Cinematography: Frida Kahlo Producción / Production: Grupo de
cine «Glauber Rocha»
Postproducción / Post-production: Julius Fucik y André Gunder Frank
Música / Music: Banda de sonido de las FARC-EP / Songs of FARC-EP
Investigación Periodística / Journalistic Research: Roque Dalton
Asesoramiento historiográfico / Historical Consultant: Ruy Mauro Marini
Agradecimientos / Thanks: Frida Kahlo, Ulrike Meinhof y Vladimir Maiacovsky
112 minutos / minutes
Mini DV Cam, 2009
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