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El futuro de Colombia no puede ser el de la guerra
civil". Jacobo Arenas.
La paz, la solución política del conflicto, sigue siendo el más caro
anhelo en el alma colectiva de los colombianos. No ha sido posible porque
los de arriba no quieren ceder a sus privilegios, ni desean compartir,
atrincherados en su democracia excluyente y tras las garras del águila
imperial.
La Uribe, Caracas, Tlaxcala y San Vicente, fueron oportunidades
perdidas porque las oligarquías en el poder solo querían la
desmovilización de la insurgencia sin cambios en las estructuras.
Cinco décadas perdidas, cientos de miles de muertos, miseria, soberanía
mancillada, dependencia y falsa democracia, han sido el resultado del
terco empeño de aniquilar por la vía de las armas la inconformidad del
pueblo. Todas las operaciones militares, del 64 al 2006, desde el Plan
LASO hasta el Patriota de los gringos, terminaron en el fracaso. Todos los
presidentes desde Guillermo León Valencia hasta Álvaro Uribe se fijaron
plazos breves para la derrota militar de la guerrilla, y terminaron más
distantes de ese objetivo.
Si el gobierno actual decide otorgar las plenas garantías para
adelantar el canje de prisioneros de guerra, desmilitarizando por 45 días
los municipios de Florida y Pradera en el Valle del Cauca, una vez
liberados todos ellos, quedará al orden del día la búsqueda de acuerdos
para superar el conflicto social y armado que azota al país.
Ustedes bien saben que nuestra lucha no busca privilegios personales para
quienes conformamos las FARC sino el bienestar del conjunto de la sociedad
y, en primer lugar, de los sectores mayoritarios de la población. Es
nuestro juramento, compromiso de vida e hilo conductor de cualquier
aproximación que intentemos mancomunadamente hacia la reconciliación
nacional.
Por ello, le proponemos al Estado colombiano que una vez realizado el
canje y frente a la imperiosa necesidad del país por encontrar la solución
política del conflicto:
1. Desmilitarice los departamentos de Caquetá y
Putumayo para iniciar conversaciones de paz.
2. Suspenda las órdenes de captura para los integrantes del Estado Mayor
Central de las FARC.
3. Solicite a la comunidad internacional suspender la calificación como
organización terrorista a las FARC. Resuelto este problema, quedan
abiertas las puertas para que los distintos países, si lo estiman
conveniente, jueguen su rol como mediadores, o facilitadores, etc.
4. Reconozca la existencia del conflicto social y armado.
5. Suspenda los operativos militares a escala nacional y regrese las
tropas a sus Cuarteles, Divisiones, Brigadas y Batallones.
6. Otorgue plenas garantías para el desplazamiento de miembros del Estado
Mayor Central en los dos departamentos donde se efectuaran los diálogos
Gobierno- FARC.
7. Los encuentros Gobierno- FARC serán de cara al país.
8. Bajo estas condiciones las FARC, en acuerdo con el gobierno nacional,
entrarían de inmediato a explorar caminos que conduzcan a un cese
bilateral del fuego y a analizar la solución política al conflicto social
y armado llevando a la mesa los siguientes materiales para su discusión:
a) Agenda Común del Caguán y Plataforma para un Nuevo
Gobierno de Reconciliación y Reconstrucción Nacional.
b) Paramilitarismo de Estado.
c) Depuración de las fuerzas armadas ligadas al paramilitarismo.
d) Libertad inmediata para la población civil sindicada de nexos con la
guerrilla.
e) Reparación económica por parte del Estado a todos los afectados por el
conflicto interno.
f) El TLC con los Estados Unidos.
g) Reforma Agraria inmediata que incluya la restitución de propiedad sobre
fincas y parcelas al campesinado afectado por el conflicto.
h) Retorno de los desplazados a sus áreas con plenas garantías personales,
económicas, sociales y políticas por parte del Estado.
i) Reforma Urbana inmediata.
j) Política de Estupefacientes.
k) Tratado de Extradición.
l) Asamblea Constituyente.
ll) Política Energética.
Sobre estas bases, los invitamos a trabajar conjuntamente por la
construcción de caminos de entendimiento,
Compatriotas,
Secretariado del Estado Mayor Central,
FARC-EP
Montañas de Colombia, Octubre 1 de 2006