Desde que la crisis en Grecia se apoderó de los titulares, han aparecido en
los medios de comunicación burgueses innumerables historias sobre la
cantidad excesiva de funcionarios que tiene Grecia, su corta semana laboral,
sobre la jubilación anticipada con pensiones excesivas, y así sucesivamente,
como si éstas fueron las causas de la crisis. Hechos y cifras, sin embargo,
son muy precisos y nos cuentan una historia completamente diferente.
En los últimos días hemos sido testigos de una campaña de difamación sin
precedentes contra la clase obrera griega por parte de la prensa burguesa
europea, en particular la prensa sensacionalista, que se dirije
específicamente a los trabajadores. Esta campaña está pensada para engañar a
los trabajadores europeos con el objetivo, evidentemente, de evitar que
éstos adopten acciones de solidaridad internacionalista en favor de la clase
obrera griega, que está siendo brutalmente atacada tanto por los
capitalistas griegos, como por los extranjeros.
El primer mito que promueve esta campaña es, más o menos, el de que “estos
griegos ociosos, que van constantemente a la huelga sin razón alguna, luego
acuden corriendo a los europeos para que les financien su propia ociosidad”.
Las bases de la Izquierda Europea y del movimiento obrero internacional
deben conocer la verdad pero, lamentablemente, ésta no vendrá de los
principales medios de comunicación. Examinemos algunos hechos. Según
Eurostat, los trabajadores griegos trabajan de promedio media hora más que
el resto de los europeos: 42 horas semanales. El promedio de trabajo semanal
en los 27 Estados miembros de la UE, sin embargo, es de 40,3 horas, y dentro
de la “zona del euro” es de 40 horas. Así que ya hemos disipado el mito
número uno.
Una vez más, de acuerdo con Eurostat, en Grecia los empleados del sector
privado están peor pagados en comparación con el resto de “la zona del
euro”. En Grecia, el salario medio mensual bruto, incluyendo la seguridad
social e impuestos, es de 803 euros [alrededor de 1063 dolares], mientras
que el sueldo bruto más bajo en, por ejemplo, Irlanda es de 1300 euros; en
Francia, 1250; y en los Países Bajos, 1400. Así que el mito número dos no
resiste un análisis serio con las cifras reales.
Otra idea que se ha puesto muy de moda es que si no fuera por la
intervención e imposición de medidas drásticas por parte de la UE y el FMI,
los griegos continuarían viviendo felices con salarios cada vez mas altos.
Sin embargo, de acuerdo con el Instituto del Trabajo de la GSEE (la
confederación general griega de los sindicatos del sector privado), los
programas de austeridad aplicados por los últimos gobiernos en Grecia,
incluso antes de que la crisis actual hubiese estallado, habían ya recortado
el salario medio real en el sector privado a niveles de 1984.
¿Qué pasa con la edad de jubilación y las pensiones? Si fuéramos a creer a
los medios de comunicación burgueses, los griegos viven en una especie de
paraíso de los trabajadores, donde todos se pueden jubilar anticipadamente
con elevadas pensiones. Una vez más, los hechos y las cifras son tenaces y
dan una imagen completamente diferente. La edad media de jubilación en
Grecia es de 61,4 años, sólo un poco más alta que la media europea, de 61,1
años.
¿Y qué pasa con las altas pensiones griegas? De acuerdo con el Instituto del
Trabajo del GSEE, la pensión media en Grecia es de 750 euros al mes (990
dólares USA), mientras que en España esta cifra alcanza 950€; en Irlanda,
1700€; en Bélgica, 2800€; y en los Países Bajos, 3200€. Además, esa cifra se
calculó antes de la aplicación de las nuevas medidas del gobierno, que
aumentan la edad de jubilación de 65 a 67 años, mientras que al mismo tiempo
recortan las pensiones entre un 30 y un 50 por ciento.
Además, según el informe anual de las centrales sindicales ADEDY y GSEE
sobre la economía y el empleo en 2009, de los actuales cuatro millones y
medio de trabajadores, más de un millón trabajan sin ningún tipo de
seguridad social ni otras formas legales de protección. Según el informe de
la Comisión para la Seguridad Social, establecido por el Ministerio griego
de Trabajo, esta situación afecta al 30% de los trabajadores, mientras que
en el resto de la UE el porcentaje de trabajadores en estas condiciones sólo
está entre el 5 y el 10% del total.
¿Y de quién es la culpa? Los patrones se supone que calculan las
contribuciones. Ellos pagan una parte y el resto lo pagan los trabajadores
de sus salarios. Pero eso significaría un reconocimiento legal de los
trabajadores, y pagar impuestos por los beneficios obtenidos. Los patrones
prefieren contratar a un número considerable de trabajadores de forma
ilegal, en la economía sumergida, y así ahorrar tanto en impuestos al Estado
como en contribuciones. Si los empresarios hubiesen pagado todos sus
impuestos en los últimos años, incluyendo lo que se suponía que tenían que
pagar a los fondos de la Seguridad Social, la situación no sería tan mala
como lo es hoy. Son los capitalistas griegos y los inversores extranjeros
quienes se han beneficiado de esta situación ¿Pero, a quiénes quieren
culpar? A los trabajadores griegos y a los pobres, por supuesto.
Además de todo esto, en Grecia existen alrededor de 300.000 “falsos
trabajadores autónomos”. Son trabajadores que, de hecho, han sido obligados
a establecerse como empleados por cuenta propia. En realidad, trabajan para
un jefe que puede asignar libremente la forma, el tiempo, el lugar y las
condiciones de trabajo. Por lo tanto ésta es esencialmente una forma de
trabajar para un empresario, pero con la ventaja añadida de que éste puede
despedir a sus trabajadores cuando le venga en gana, puesto que formalmente
él es el “cliente” de estos trabajadores. Los jefes prefieren este método de
empleo porque los trabajadores legalmente no son empleados, y no tienen los
mismos derechos legales que el resto de la clase obrera, como sueldos
mensuales, vacaciones pagadas, etc. Los empresarios pueden despedirlos
libremente sin compensación alguna. También tendríamos que añadir a la lista
los 200.000 empleados “a tiempo parcial”, la mayoría de los cuales trabajan
a tiempo completo, pero se les paga por media jornada.
En la campaña de desprestigio ha habido muchos informes acerca del
supuestamente “excesivo” número de funcionarios públicos en Grecia. De
acuerdo con informes de la OIT (Organización Internacional del Trabajo), los
funcionarios públicos en Grecia representan el 22,3% de la población activa,
mientras que en Francia el porcentaje es el 30%; en Suecia, el 34%; en los
Países Bajos, el 27%; en el Reino Unido, el 20%; y por último, en Alemania,
el 14%. Por tanto podemos ver que Grecia está en realidad por debajo de la
media. El hecho más importante, sin embargo, a tener en cuenta es que
300.000 trabajadores del sector público están trabajando con contratos
temporales, lo que significa que tienen salarios mucho más bajos y muchos
menos derechos.
En lugar de una subida del sueldo de los funcionarios hemos visto en los
últimos años el fenómeno opuesto. Como resultado de los constantes recortes
llevados a cabo desde 1990, según un informe de ADEDY (la confederación
sindical de los funcionarios públicos), los ingresos totales de los
funcionarios se han reducido en un 30%. Durante los últimos años, los
gobiernos han preferido otorgar “dietas” a los funcionarios públicos en
lugar de incrementar los salarios. Estas dietas no han sido ni incluidas en
las subidas salariales anuales ni tenidas en cuenta al calcular los niveles
de las pensiones al jubilarse.
La propaganda burguesa también sigue atacando a los llamados "decimotercero
y decimocuarto salarios mensuales” [pagas extras] en un intento de crear la
impresión de que los trabajadores griegos disfrutan de salarios más altos
que sus homólogos europeos. En realidad, estas pagas extras son bonos para
la Navidad (paga 13 ª), Semana Santa y las dietas (paga 14 ª), que se dan
por separado para fragmentar los ingresos anuales totales con el fin de
facilitar el crecimiento de comercio del turismo durante la temporada alta
(es decir, durante las vacaciones), en un país en el que la economía se basa
principalmente en el comercio y el turismo. Con las nuevas medidas adoptadas
recientemente por el gobierno, los funcionarios y pensionistas perderán
ambas pagas extras. Lo que también hay que señalar es que todos lo dicho
anteriormente sobre la cuantía de los salarios de los trabajadores griegos
era con la inclusión de las pagas extraordinarias.
El mito de la “opulencia” de los trabajadores griegos se destruye
definitivamente si nos fijamos en el enorme aumento en el costo de la vida
en Grecia. Mientras que los salarios se encuentran entre los más bajos de la
zona euro, los precios de los productos básicos siguen subiendo. Echemos un
vistazo a algunos ejemplos. En Grecia, un cartón de cereales cuesta un
promedio de 2.86 €, mientras que el mismo cartón cuesta 1.89 € en el Reino
Unido (51% más barato que en Grecia), y 2.25 € en Francia (27% más barato).
Los griegos compran un cepillo de dientes por 3.74 €, mientras que en el
Reino Unido el mismo cepillo de dientes se vende por 2.46 € (52% más
barato). Una caja de bebidas no alcohólicas, que cuesta 3.1 € en Grecia,
sólo cuesta 2,76 € en Bélgica, 2,3 € en Francia y 2,68 € en el Reino Unido.
El caso más destacado es el precio de una taza de café o té: en Grecia, el
precio medio es de entre 3 y 3,5 euros, más del doble de la media de la
mayoría de países europeos.
Por supuesto, durante el mismo período ha habido griegos a los que se podría
acusar de vivir en la opulencia, de hecho, rompiendo récords en comparación
con Europa y el resto del mundo. Pero éstos no se encuentran entre los
miembros de la clase obrera griega. Durante la primera mitad de la década
pasada los capitalistas griegos no se bajaban de los tres primeros puestos
en el ranking de rentabilidad a nivel mundial, mientras que los banqueros
griegos incluso ahora están disfrutando de las mayores tasas de interés en
Europa. Esto no es casualidad. Sus beneficios se han basado en una mano de
obra con los salarios más bajos en Europa. A esto hay que sumar que tenían
una parte considerable de esta mano de obra empleada en la economía
sumergida, gracias a lo cual fueron capaces de ahorrar sumas enormes en
impuestos y cotizaciones sociales.
La campaña de difamación de la prensa capitalista de toda Europa se basa
pues en nada más que mentiras. La verdad debe ser explicada dentro del
movimiento obrero en todos los países europeos y fuera de Europa. Los
salarios reales son mucho más bajos, la semana laboral es más larga que el
promedio europeo, la edad de jubilación es más alta que ese promedio, pero
hay una cosa que ha sido realmente más alta: los beneficios obtenidos por
los capitalistas griegos y extranjeros en Grecia.
Esto no significa que los trabajadores del resto de Europa vivan mucho
mejor. Lo que están haciendo a los trabajadores griegos mañana se lo harán a
los portugueses y al día siguiente a los italianos, belgas, británicos, y
así sucesivamente. Ya en Irlanda hemos visto lo que los capitalistas son
capaces de hacer. Grecia nos muestra meramente un anticipo de lo que se les
viene encima muy pronto al resto de los trabajadores europeos.
Lo que la prensa burguesa está tratando de hacer es enfrentar a una clase
obrera contra otra. A los trabajadores griegos le echan la culpa de la
crisis actual del euro, utilizándolos como chivo expiatorio. Todo esto es un
ensayo de los ataques que se están preparando en el conjunto de Europa.
Mañana, sin duda, oiremos hablar de los ociosos portugueses e italianos. En
Gran Bretaña, sin duda, se intensificará la campaña contra los “gorrones”
que cobran el seguro de desempleo. Y, finalmente, vendrá el día en que los
capitalistas alemanes descubrirán que los trabajadores alemanes también son
"gorrones", que han estado viviendo por encima de sus posibilidades durante
mucho tiempo y que van a tener que hacer algunos sacrificios.
La clase obrera europea no debe permitirse que esta campaña quede sin
respuesta. Es el deber de la organizaciones del movimiento obrero en todos
los países de Europa hacer frente a esta campaña y decir la verdad, echando
la culpa de la crisis a quien le corresponde, a la clase capitalista europea
y mundial.
Los trabajadores de Europa deben de solidarizarse con la clase obrera
griega, que está siendo atacada cruelmente por la UE, y luchar conjuntamente
contra el intento de dividir a los trabajadores primero, y luego a pasar la
carga de la crisis a los trabajadores europeos en su conjunto. Esto
implicará una lucha a escala europea. En todos los países se están creando
condiciones similares. En todos los países el ataque es el mismo. Lo que se
requiere es solidaridad internacional por encima de las fronteras, la lucha
por una Europa socialista que finalmente hará que los responsables de la
crisis paguen por ella, con la expropiación de aquellos que son
verdaderamente ociosos: los que no producen nada, los que viven del sudor de
la clase obrera, los industriales, los banqueros, los especuladores
financieros, los armadores y los propietarios de las gigantescas cadenas
comerciales.
Consejo Editorial de "Marxistiki Foni"
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