de Nuestra América -Josè Martì
Durante el XI Encuentro sobre "Globalización y Problemas del Desarrollo", que se efectuó en La Habana, desde el 2 hasta el 6 de marzo de 2009, tuve el gusto de charlar y encontrar al profesor de la universidad de La Sapienza de Roma, reconocido economista marxista, Luciano Vasapollo.
Luciano es un "viejo" amigo de Cuba desde hace más de treinta años, colabora activamente con los Ministerios de Economía y Educación Superior, con las Universidades de muchas ciudades cubanas, como Pinar del Río y La Habana, es miembro honorario del ANEC (Asociación Nacional de los Economistas y Contadores de Cuba) y ha sido nombrado, justo en este viaje, Miembro de Honor del Centro de Estudio del Ministerio de Economía y Planificación Cubano.
En el encuentro presentó una conferencia titulada "Interpretar y actuar en la crisis estructural y sistémica del capital. Aplicación de las herramientas de Marx" donde quiso recordar una vez más cómo se comporta en la teoría y en las luchas de clase un economista marxista convencido como él, que no abandonará nunca la caja de las herramientas del marxismo, hoy más actual que nunca y no seguirá a aquellos intelectuales europeos que se declaran "aún más a la izquierda" y, siguiendo las fórmulas keynesianas, demuestran su sumisión a la ideología del capital.
"No hay un capitalismo productivo bueno y uno financiero malo: el capitalismo es uno nada más y su ley fundamental continua siendo la creación y apropiación de la plusvalía", afirmó Vasapollo.
"Las medidas para salir de la crisis, están siempre contra los trabajadores, antes, durante y después de que se desarrollan". "Los Estados Unidos han agotado su función de locomotora de la economía mundial y la crisis es, al mismo tiempo, el conjunto de muchas otras crisis: ambiental, alimenticia, energética, de derecho, cultural y ética, es la crisis real de la civilización capitalista".
La superación del modo de producción capitalista y esta crisis, que podría anunciar la fase final del imperialismo, dependerá del grado de organización que las fuerzas revolucionarias y progresistas alcancen en la batalla, que en última instancia, continúa estando por las dinámicas de la misma lucha de clase que Marx nos ha definido.
Si no hay una fuerza revolucionaria que dirija el cambio hacia el socialismo, el capitalismo puede seguir predominando aunque con modos de presentación diferentes.
Y desgraciadamente, si la crisis ahogara completamente al capitalismo, entonces una vez más la solución podrá ser, por el capital internacional, la guerra, el keynesismo militar y por lo tanto todavía podrá conllevar a la economía de guerra, que fue el punto final de las dos grandes crisis que han precedido (¿que extraño, verdad? Cursos y recursos de la historia....) la primera y la segunda guerra mundial.
Por este motivo, Vasapollo nos pone en alerta de que hace falta absolutamente continuar la lucha intelectual y cultural en el ámbito de las dinámicas de la lucha de clase.
Luciano Vasapollo aprovechó este encuentro de economistas tan interesante, donde los marxistas como él chocaron en el debate con los distintos Premios Nobel de economía presentes y los representantes del FMI (Fondo Monetario Internacional), que intentaron desesperadamente defender al capitalismo e inculpar a algunos fantasmas inexistentes de la crisis mundial; ¡para ellos, son los consumidores, los que han llevado al mundo a este nivel, como si la política del mercado capitalista no hubiera sido creada sobre el consumismo desenfrenado!
¡De en otra parte, no me resulta que exista ningún Nobel de economía que provenga de América latina y todavía menos sea de ideas marxistas!!!!
Otra actividad del profesor italiano fue la presentación de su libro "Crítica de la Economía Aplicada", primer volumen en edición cubana, en el encuentro convocado, dentro del congreso, de la Sociedad Latinoamericana de Economía Política y Pensamiento Crítico (SEPLA), donde Ramón Sanchez Noda, secretario de la sociedad, afirmó que el libro tiene el extraordinario valor de contribuir al estudio de los problemas económicos, sociales y políticos del capitalismo y ofrecer una visión crítica no solo de sus fundamentos teóricos, sino también de su instrumental.
Luciano ha publicado 37 libros, que han sido traducidos a muchos idiomas, y de ellos 8 han sido publicados en Cuba; en Italia es director científico de las revistas "Nuestra América" y "Proteo" y del Centro de Estudios de las Transformaciones Económico-sociales (CESTES).
En Italia, en el ámbito político es un dirigente de la Red de los Comunistas, que él mismo no considera un verdadero partido pero una organización capaz de unir grupos de los movimientos sociales y de las organizaciones proletarias, de desarrollar un papel de dirección en algunas estructuras del sindicalismo conflictivo e independiente; es una organización por lo tanto comunista que nació de las exigencias del proletariado y de la enorme necesidad de desarrollar concretamente y de dirigir algunos importantes momentos de la lucha de clase en Italia.
Es fundamental, para Luciano, que tenga que existir una unidad entre teoría y praxis; que tiene que crearse una dirección en la lucha, de otro modo se puede caer en la rebeldía metropolitana, y en el conflicto se agotarían pronto los verdaderos contenidos revolucionarios y de clase.
La verdadera lucha de clase tiene que ser cultural, económica, científica y política y de aquí se puede entender por qué el intelectual marxista tiene que ser un intelectual militante.
La Red de los Comunistas quiere crear los cuadros listos como dirigentes comunistas que puedan conducir las masas, que puedan crear una ruptura de clase y hacer salir a Italia de esta increíble hegemonía de la derecha y del inmovilismo de la izquierda.
Además, la Red de los Comunistas apoya por completo este gran Socialismo del y en el siglo XXI en América Latina, que hace entrever la posibilidad de un cambio, de un proceso progresista, de autodeterminación y de integración, la famosa "Nuestra América" de José Martí, que por fin se está formando.
Los principios internacionalistas de la Red apuntan a una dimensión internacional de la organización comunista, que pueda actuar como un partido comunista diferente, según las realidades de cada país pero siempre listo a sustentar y ayudar a los demás partidos comunistas, asociados en procesos de integración como el ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos del Nuestra América), que pone énfasis en la lucha contra la pobreza y la exclusión social.
Y en toda esto Cuba queda como el punto de referencia más alto, el ejemplo a seguir.
Para dar un ejemplo, del Partido Comunista Cubano deberíamos saber copiar su capacidad de desarrollarse: toma las enseñanzas del pasado, vive el presente y ya está pensando en el futuro. Esta heroica isla caribeña, con su pueblo y con su gran partido comunista, ha superado momentos duros en el pasado y puesto que nadie y nada es perfecto, supo superar los errores y las contradicciones porque sabemos perfectamente que los errores son parte de cada proceso revolucionario.
Para concluir, Luciano nos invita a sacudirnos de encima la apatía, para nosotros, los revolucionarios, es un momento importante, si no supiéramos aplicar con firmeza las herramientas de Marx, caeremos en un nuevo capitalismo o peor en una guerra mundial; y es por eso que me parecen más reales que nunca las palabras del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, que en el acto por el 45°aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana nos deseaba un mundo mejor: "Debo darle razón a Marx cuando esbozó la idea de que cuando existiera sobre la Tierra un régimen social verdaderamente racional, justo y equitativo, el ser humano habría salido de la prehistoria......Soñar con cosas imposibles se llama utopía; luchar por objetivos no sólo alcanzables, sino imprescindibles para la supervivencia de la especie, se llama realismo......Las vidas de miles de millones de seres humanos que habitan el planeta dependen de lo que piensen, crean y decidan unas pocas personas. Lo más grave es que los que poseen tan fabuloso poder no cuentan con psiquiatras. No podemos resignarnos. Tenemos derecho a denunciar, presionar y exigir cambios y el cese de tan insólita y absurda situación, que nos convierte a todos en rehenes. Nadie debe poseer jamás semejantes facultades, o nadie en el mundo podrá volver a hablar de civilización......Felicito a todos los que luchan, a los que no desisten jamás ante las dificultades; a los que creen en las capacidades humanas para crear, sembrar y cultivar valores e ideas; a los que apuestan por la humanidad; ¡a todos los que comparten la hermosa convicción de que un mundo mejor es posible!".
Ida Garberi*
* la autora es la responsable de la página web en italiano de Prensa Latina