Y como hacemos carne el pedido de libertad a nuestros compañeros, hemos defendido con uñas y dientes a todos los presos polìticos. Porque los compañeros presos son doblemente víctimas, por un lado de un sistema judicial que embiste contra pobres y luchadores constituyéndose así los tribuanles y juzgados en verdaderos grupos de choque que aplican justicia sólo con fines persecutorios; y por otro lado, víctimas de la gran confusión que ha reinado en los pasados 4 años, con organismos de derechos humanos y organizaciones populares, dubitativas a la hora de defender incondicionalmente a los compañeros presos polìticos.

Por eso, desde la Coordinadora por la Libertad de los Presos Políticos no nos cansamos de exigir la libertad de ROBERTO CANTERO, preso por la pueblada de Haedo, desde hace ya 1 año y medio. Igual que pedimos la libertad inmediata para la compañera KARINA GERMANO LOPEZ, quien estuviera presa en Brasil y acá en Argentina aún no se le reconocen los beneficios carcelarios. Por su puesto, también hemos estado desde el primer día exigiendo la libertad y el refugio para los hermanos paraguayos, presos en nuestro país por haber venido a pedir refugio escapando de las persecusiones y asesinatos en su tierra. También pedimos la libertad de los PRESOS DE LAS HERAS, que demuestran día a día con su prisión cómo aquella provincia santacruceña es ejemplo de represión a quienes se enfrentan al poder.

Y ahora, en una nueva causa montada desde el poder ejecutivo, montada desde el riñón del Kirchnerismo y operada por los jueces serviles de Comodoro Py, exigimos la inmediata libertad de los PRESOS DE QUEBRACHO, organización que está siendo perseguida por combatir al gobierno y por ser parte del campo de la resistencia. Recordamos que contra esta fuerza, actualmente llueven procesamientos judiciales, con causas que juntan a más de una centena de compañeros procesados ya sea por repudiar al Fondo Monetario, por pedir por el Petróleo Nacional o por expresar la ira que significa un nuevo fusilamiento de un trabajador en las rutas cortadas de la Argentina. Una de estas causas, que hace que estén en el Penal de Marcos Paz dos de sus más altos dirigentes, Fernando Esteche y Raúl Boli Lescano, se inicia paradógicamente para reprimir el repudio al asesinato perpetrado por el gobierno neuquino, del docente Carlos Fuentealba.