MAFFISA: MÁS REPRESIÓN A TRABAJADORESTrabajadores de la planta textil Mafissa fueron brutalmente reprimidos por la policía el martes pasado en la puerta del ministerio de trabajo provincial en La Plata. Contra el preventivo de crisis que intenta interponer la empresa para poder dejar en la calle a cien trabajadores y asi desarticular la organización de la comisión interna, y exigiendo la reincorporación de 62 compañeros suspendidos, los trabajadores de Mafissa realizaron una larga marcha desde la planta textil hasta el ministerio. El cordón policial, que garantiza la seguridad de los explotadores y los funcionarios de gobierno que le dan marco legal a la explotación, comenzó a reprimir con balas de goma a los manifestantes, entre los que se encontraban mujeres y niños."Nos estábamos movilizando, salimos desde la fábrica, pacíficamente como siempre lo hacemos, con nuestras familias. Veníamos a buscar respuestas y no había terminado de llegar la columna cuando ya estaban reprimiendo a los trabajadores. Sin ningún tipo de diálogo la policía empezó a disparar hiriendo a cinco compañeros", dijo Hernán García, delegado de la comisión interna. Uno de los heridos, que fue derivado al Hospital Gutiérrez para ser intervenido quirúrgicamente, recibió una herida de bala muy cerca de la aorta.
Como sucede habitualmente, y sobre todo cuando se está a días de las elecciones, los medios de comunicación de mayor tirada saben muy bien cuál es el papel que juegan a la hora de disimular que la única respuesta del gobierno ante la organización y movilización de los sectores en lucha es la represión. Un importante diario platense disfrazó de "disturbios y graves incidentes entre trabajadores y la policía" a la brutal represión de las fuerzas de seguridad que fusilaron a menos de un metro de distancia a la columna de trabajadores acompañados por sus mujeres y sus hijos.
En sintonía con el discurso mediático y avalando la tesis del "enfrentamiento", el inspector Salvador Baratta, jefe de la departamental La Plata, salió a decir que hubo cuatro policías heridos y como evidencia de esta supuesta violencia por parte de los trabajadores, sólo pudo mostrar un par de escudos policiales levemente dañados. Mientras el trabajador Roberto Bustos era atendido en el Hospital Gutiérrez por las heridas que las balas le produjeron a la altura de la ingle, Baratta le aseguraba a los medios de comunicación que los efectivos policiales "efectuaron disparos al piso, no al cuerpo".
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