Cuando leemos El Manifiesto Comunista fortalecemos ese sentimiento de lucha
contra la injusticia. Luego, de este impacto emocional, y si profundizamos en
sus tesis, encontramos que ellas contienen una síntesis, resultado de análisis
históricos y económicos de gran rigor y seriedad científica...
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“El ser humano no nace dotado de conocimientos, sino que los adquiere en el
curso de su vida, o sea, son resultado de su intelección” K. M
“Un individuo no advierte nada a otro, sino que es la historia la que
advierte” M. L. B
El Manifiesto Comunista, escrito entre noviembre de 1847 y los primeros días
de 1848, fue publicado por primera vez antes de la revolución de febrero*, y
les había sido encargado por la Liga de los Comunistas en el Congreso
celebrado en Londres en noviembre de 1847.
Cuando leemos El Manifiesto Comunista fortalecemos ese sentimiento de lucha
contra la injusticia. Luego, de este impacto emocional, y si profundizamos en
sus tesis, encontramos que ellas contienen una síntesis, resultado de análisis
históricos y económicos de gran rigor y seriedad científica.
El Manifiesto Comunista comprende cuatro capítulos, cuyos títulos son: I.
Burgueses y proletarios; II. Proletarios y comunistas; III. Literatura
socialista y comunista; IV. Actitud de los comunistas ante los diferentes
partidos de oposición.
En los dos primeros capítulos, Marx y Engels, exponen su planteamiento
teórico; en el tercero, observamos, el deslinde que existe en las demás
organizaciones socialistas y comunistas entre la teoría y práctica comunistas;
en el cuarto, hacen referencia a las alianzas tácticas y coyunturales de los
diferentes partidos comunistas en Europa, con el fin de cumplir con la tarea
esencial que es la lucha por los intereses inmediatos de los trabajadores.
Asimismo, dan importancia a la tarea de la educación de éstos acerca del
“antagonismo hostil entre la burguesía y el proletariado.
En el Manifiesto se expone un doble plano. El plano teórico o interpretación
materialista de la historia, y el plano político implicado en el primero.
PUNTOS ESENCIALES DEL MANIFIESTO COMUNISTA
“La historia de toda sociedad que haya existido hasta ahora, es la historia de
la luchas de clases”. Marx y Engels afirman que esas luchas son las que han
producidos las transformaciones y las revoluciones dentro de sus sociedades,
para decir luego que si aquellas eran sociedades de clases y, por lo tanto, de
conflictos entre ellas. La sociedad burguesa tampoco ha abolido tales
contradicciones, sino que ha simplificado el conflicto, pues la sociedad
burguesa se divide siempre en dos grandes clases: la burguesía y los
trabajadores.
Asimismo, resaltan la importancia vital que para el desarrollo de la burguesía
tuvo la expansión de los mercados, consecuencia de la invasión y colonización
de América y de la circunnavegación de África, algo que considera como una
circunstancia revolucionaria que ayudó a desmembrar y acabar con la sociedad
feudal, hasta llegar a la industria moderna a gran escala.
Agregan que a cada progreso económico de la burguesía correspondió un progreso
político, fruto de la creación del mercado mundial y de la gran industria. De
esta manera, la burguesía permitió finalmente conquistar para sí de forma
exclusiva el poder político en el moderno Estado representativo.
Marx y Engels continuando su propia interpretación materialista de la historia
nos dicen, que en el dominio de la burguesía no existen objetos
(determinaciones) fijos en la sociedad ni en la conciencia, porque siempre
actúa la estructura económica de la sociedad como un motor de cambios de todas
las relaciones estables y endurecidas. Enuncian el derribamiento de las
barreras nacionales a la industria (mundialización). En suma, la forma
burguesa o capitalista de producción material crea un mundo a su imagen y
semejanza e instaura la dominación de la ciudad sobre el campo.
En el Manifiesto Comunista encontramos la exposición del significado político
de la teoría original de Marx sobre la historia, que es el materialismo
histórico. En él se explica en qué consiste las fuerzas de la historia, es
decir, cuáles son y cómo actúan dichas fuerzas que la configuran.
Así, concluyen que la historia se mueve por la lucha de clases desatada dentro
de la estructura económica y no por la fuerza del Estado, como se pensaba en
toda la teoría histórica y política anterior a Marx y Engels.
En este sentido, el Manifiesto Comunista tiene como base la teoría del
materialismo histórico desarrollada y expuesta por sus autores en La ideología
Alemana. Como crítica al capitalismo, tal teoría será expuesta en la obra
madura de Marx: El Capital.
Resumiendo, El Manifiesto es un programa de acción política, valida hoy día.
Es un programa de una revolución a escala mundial: Proletarios de todos los
países, uníos. El objetivo inmediato del programa: 1. la formación cultural de
los trabajadores en clase; 2. el derrumbamiento del dominio burgués; 3. la
conquista del poder político de los trabajadores. Por otro lado, se expone en
él, que la condición esencial de la existencia y del dominio de la clase
burguesa es la acumulación de la riqueza en manos privadas, la formación de la
cultura (burguesa) y el aumento de los capitales; la condición del trabajo
asalariado. El trabajo asalariado se funda exclusivamente cuando se juntan en
la fábrica los trabajadores.
Finalmente, con el desarrollo de la gran industria, la burguesía ve
tambalearse lo que aquella produce, y que los burgueses se apropian (las
mercancías). Pero, lo que ante todo produce, es sus propios sepultureros. El
declive de la burguesía y la victoria de los trabajadores son igualmente
inevitables. Y será a través de una confrontación nada pacifica. Como
demuestra la historia de la sociedad dividida en clases sociales, la sucesión
de una por otra, se ha dado de forma violenta. La sustitución del capitalismo
por el socialismo no será diferente. Un individuo no tiene el poder de
advertir a otro, es la historia la que nos advierte y la que nos muestra el
presente, y por ende, nos dicta las tareas revolucionarias, a cumplir.
*Revolución febrero de 1848. Antecedentes: crisis económica en Europa,
iniciada en el año 1847, cuyos rasgos son de carácter comercial, que
contemplaba ya los primeros síntomas de una crisis industrial y financiera.
Esta crisis de 1847 hizo posible la crisis política europea, de tal manera que
el movimiento insurreccional se generalizó por toda Europa.
María Linares
m.linares.benitez9@gmail.com