El número de votos en blanco, nulos e
impugnados llegó al 6,2 por ciento, un crecimiento importante
respecto del 3,3 que sumaron en la primera ronda.
En tanto, el presentismo fue del 68,38 por ciento del total de
porteños empadronados, lo que muestra que el nivel de interés fue
similar al que despertó la primera ronda, del 3 de junio, cuando
asistió a las urnas el 68,74 por ciento. Los datos corresponden a
las 23.15, con el 99,87 por ciento de los votos escrutados.
El 3 por ciento de votos en blanco, el 2,8 por ciento de votos nulos
y el 0,4 por ciento de los impugnados quizá responden al llamamiento
que hicieron casi todos los partidos de izquierda para que sus
simpatizantes votaran en blanco.
Eliminados de la segunda vuelta sus propios candidatos, los sectores
más duros no trasladaron sus votos a Daniel Filmus. La única
excepción fue la del Partido Humanista, que llamó a votar por el
candidato kirchnerista.
Los datos
Una mirada histórica muestra una muy leve tendencia del electorado
porteño a alejarse de las urnas.
l Asistencia a las urnas: en 2000, para la elección entre Aníbal
Ibarra y Domingo Cavallo, concurrió al cuarto oscuro el 74 por
ciento del electorado; en 2003, cuando se enfrentaron Ibarra y
Mauricio Macri, lo hizo el 70 por ciento; y hace tres semanas, en la
primera vuelta, asistió el 68,7 por ciento. Ayer, la asistencia fue
de 68,38 por ciento. Mientras que el 3 de junio votaron 1.769.158
porteños, ayer lo hicieron 1.759.820.
l Votos en blanco y nulos: en 2000 hubo un récord de votos en
blanco, que alcanzó el 4,7 por ciento de los votos emitidos. Los
nulos fueron muchos más: alcanzaron el 23,4 por ciento. Fue un año
de voto bronca, una situación que parece superada.
En 2003, los votos en blanco cayeron al 2 por ciento y los nulos,
1,86 por ciento. Y en la primera vuelta de la actual elección hubo
el 1,60 por ciento de votos en blanco (28.254 votos), mientras que
los nulos fueron el 1,69 por ciento (29.920). La falta de opciones
para la izquierda dura podría explicar el leve crecimiento de esos
guarismos de descontento.
l Votos positivos: en forma correlativa, varió el número de votos
positivos o afirmativos, es decir, los entregados en favor de uno u
otro candidato. Los votos afirmativos son los únicos que se tienen
en cuenta a la hora de calcular los porcentajes que sacaron los
candidatos.
Mientras que en 2003 la cantidad de votos positivos fue de 97 por
ciento, en las elecciones realizadas hace 21 días el porcentaje fue
de 96,70 por ciento. Ayer, con más votos nulos y blancos, hubo un
93,79 por ciento de votos positivos.
El gobernador más votado
Macri, ayer, además se convirtió en el jefe de gobierno más votado,
en un electorado que se mantuvo estable, con unos 2,5 millones de
porteños habilitados para sufragar.
En 1996, Fernando De la Rúa, que obtuvo el 38,82 por ciento, se
consagró en primera vuelta porque todavía no se había establecido el
régimen de ballottage. Consiguió 753.335 votos.
En 2000, Aníbal Ibarra consiguió, frente a Domingo Cavallo, 853.301
votos y se consagró jefe de gobierno porteño con el 49,41 por ciento
de los votos. No hizo falta segunda vuelta, porque Cavallo reconoció
la victoria y desistió de seguir en la contienda.
En 2004, nuevamente Ibarra, pero esa vez frente a Macri, consiguió
928.056 votos, un 54 por ciento de los votos afirmativos de esa
elección. Ayer, Macri, superó un millón de votos.
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