El 4 de marzo, Matías Pena fue detenido por la policía de la Comisaría 2° de
Lanús y media hora después apareció ahorcado en una celda de esa
dependencia. Desde ese día, familiares, amigos y vecinos reclaman justicia y
esclarecimiento por los hechos. El pasado jueves 11 de marzo se realizó la
primera marcha que concentró a más de 500 personas. Fotos: Colectivo
Fotográfico En la vuelta
Por ANRed - Sur
El grito de justicia volvió a resonar. Las esquinas dejaban de ser las
mismas. Esas esquinas que suelen juntar a los vecinos, a los amigos. Aquel
espacio elegido por pibes como los masacrados en Ingeniero Budge allá por el
86. Lugares por los que también Luciano Arruga solía parar, saludar amigos,
compartir algo, pequeño, cotidiano, de ellos. Y esquinas también por las que
transitan patrulleros, observan, indagan, miran las caras, detectan,
identifican. Y luego, buscan, detienen, desaparecen, matan.
Matías Pena también era un pibe de barrio. Lanús lo conocía tanto como
tantas veces él estuvo presente para auxiliar a alguien, para charlar con
algún amigo, para compartir el partido, para estar en silencio. "En el
momento más insólito él siempre quería saber cómo hacer determinada tarea",
recuerda uno de los amigos. "Una vez estábamos poniendo un toldo a casi
cuatro metros de altura y a Mati no se lo ocurrió mejor idea que preguntarme
sobre cómo hacer no se que cosa. Él era así. Quería ser el primero. Estar
ahí para ayudar a quien sea", continúa el relato, emocionado, sin creerlo
aún, sin caer tal vez. Habla indignado, convencido, como todos, de que a
Matías lo mató la policía.
Fue en la madrugada del 4 de marzo cuando los hechos vieron caer en manos de
la policía bonaerense a un nuevo joven, en este caso del distrito de Lanús.
A media hora de ser detenido aparece ahorcado en una de las celdas de la
Comisaría 2ª de esa localidad. Desde ese instante de cruda y dolorosa
realidad, los familiares y amigos de Matías reaccionaron con una claridad
propia de aquellos que conocen como actúa la fuerza policial: "Porque
sabemos cuales suelen ser las prácticas de la policía dentro y fuera de las
comisarías y porque sabemos de los innumerables hechos de torturas,
desapariciones y asesinatos cometidos por esta fuerza, sabemos dónde recae
la responsabilidad de lo sucedido", enfatiza el comunicado que redactaron.
Las banderas fabricadas por los amigos de Matías empezaban a enarbolarse en
la esquina de Mitre y Salta alrededor de las siete de la tarde. En ese mismo
sitio aquel 4 de marzo Matías había compartido con otros amigos el partido
de Lanús.
Una cantidad asombrosa de vecinos comenzaron a confluir. Velas en las manos
y afiches donde se veía el rostro del joven fueron la insignia que
representaba el repudio y el dolor por lo sucedido.
Varias organizaciones estuvieron presentes en lugar convocado. La
Coordinadora por la Aparición con Vida de Luciano Arruga estuvo allí
presente, unificando las luchas y la solidaridad: "Luciano, Matías, la misma
policía", se entonaba mientras la marcha avanzaba, cumpliendo con el
recorrido dispuesto. También participó de la movilización la Coordinadora
Antirrepresiva por los Derechos del Pueblo (Cadep), cuyos integrantes
patrocinan a los familiares de Matías.
Tal vez fue la primera vez que la Avenida 9 de Julio se convirtió en algo
más que un cúmulo de negocios y un desfiladero de autos. Las fotos de
Matías, el reclamo por justicia, la declaración de la responsabilidad
policial y la entrega de volantes informativos intentaron alertar a los
transeúntes en su itinerario habitual. Hace tiempo que un barrio no se
movilizaba frente a estos hechos y se unificaba un mismo canto contra la
institución policial.
Una avenida ya diferente donde las banderas esta vez hablaban de un nuevo
caso de impunidad policial. Las canciones denunciaban. Las voces gritaban
presente. Por las calles de Lanús se escuchó sobre el caso no esclarecido de
Luciano Arruga, adolescente de 17 años de quien nada se sabe desde el 31 de
enero de 2009, cuando fue interceptado por la policía bonaerense en Lomas
del Mirador y conducido al destacamento de ese barrio. Allí fue brutalmente
golpeado y se encuentra desaparecido. (Información sobre el caso:
lucianoarrugadesaparecido )
Luego de caminar por los lugares más céntricos de ese distrito la
manifestación llegó a las inmediaciones de la Comisaría 2ª de Lanús para
luego internarse por la calle O'higgins que conduce a la entrada. Y una vez
allí, familiares, amigos, vecinos y militantes de las organizaciones
pronunciaron sus reclamos con mayor fuerza. Cara a cara, las banderas y los
gritos se agitaron con el ímpetu propio de una bronca en crecimiento.
Las velas encendidas, como otra forma de expresar el repudio a esa
institución, ardían en el umbral de aquel sitio. La búsqueda de
esclarecimiento, la denuncia por las responsabilidades y el compromiso de no
detener esta lucha por justicia definieron esta primera jornada, tan
legitima y genuina como cada esquina en cada barrio, como cada pibe en su
pelea diaria por vivir.
Para contactarse con familiares y amigos
justiciapormatias@gmail.com
Para contactarse con los abogados
155-706-7707 Sergio Smietniansky (Cadep)
155-499-2811 Martín Alderete (Cadep)