Fue la primera mujer en ocupar el despacho principal del
Ministerio de Economía y también la primera que lo abandona no por
la coyuntura económica o política —como ocurrió con José Luis
Machinea y Domingo Cavallo en 2001, o Remes Lenicov en 2002— o por
un fuerte enfrentamiento con el Presidente —como ocurrió con Cavallo
en 1996, Lopez Murphy en 2001 o Roberto Lavagna en 2005—, sino por
un escándalo investigado por la Justicia.
Cuando, a fines de 2005, la venia presidencial ubicó a Felisa Miceli
en el lugar que ocupaba Lavagna, de alto perfil y cierta
independencia dentro del gabinete original de Kirchner, algunos se
atrevieron a anticipar lo que finalmente ocurrió: la ingerencia en
la gestión del jefe del Palacio de Hacienda comenzó a licuarse.
Los problemas económicos –y políticos- más acuciantes, las fuertes
alzas de los precios y la crisis energética, comenzaron a ser
manejados directamente desde el despacho presidencial o fueron
delegados, en última instancia, a funcionarios de extrema confianza
de Kirchner.
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, condujo la
lucha contra la inflación, acuerdos de precios e intervención en el
Indec mediante, mientras que el ministro de Planificación Federal,
Julio De Vido, continúo concentrando “los problemas” en el sector
energético con una variante: en sus presentaciones públicas, comenzó
a opinar sobre temas que exceden, en los papeles, su órbita, como
cuál debería ser la rentabilidad de las empresas.
Miceli siempre tuvo un rol secundario en estos temas y mantuvo —si
bien nunca fue reconocido oficialmente— una puja con Moreno, que
tuvo su punto de tensión más elevado con los cambios que se
realizaron en el Indec, que parecieron torcer la balanza hacia el
despacho de la ministra.
Incluso, no fue Miceli sino el propio De Vido quien negoció con los
sindicatos el cambio del mínimo no imponible en el impuesto a las
Ganancias y quien se reunió, al menos dos veces, con empresarios y
referentes del establishment.
Quizás el único momento protagónico de Miceli durante su gestión fue
la pelea con el campo por una intervención que ella no había llevado
a cabo en el Mercado de Liniers, fue idea de Moreno, y por las
retenciones a las exportaciones que había aplicado su sucesor. Su
plan ganadero, dicen en el agro, nunca se implementó.
Escándalo. Su salida no se produce por enfrentamientos con el
Presidente o por una crisis económica. Miceli tuvo que dejar su
cargo envuelta en un manto de sospechas por el escándalo de la
"bolsa de dinero".
Si bien el Gobierno hizo renovados esfuerzos por sostenerla desde
que se conoció el hecho –el 24 de junio pasado- hoy
se precipitó la
salida de Miceli luego de que el fiscal federal Guillermo
Marijuán pidiera al juez que investiga el caso que
la indague por el
hallazgo de unos 60.000 dólares en el baño privado de su
despacho.
Miceli, de 53 años, arribó al Ministerio de Economía en diciembre de
2005 luego de la salida del ex ministro y hoy principal opositor,
Roberto Lavagna, quien la había recomendado para presidir el Banco
Nación, cargo que ocupó durante más de dos años.
Licenciada en Economía recibida en la Universidad de Buenos Aires,
había ocupado también un lugar en el directorio del Banco Provincia
desde diciembre de 1983 hasta 1987, y trabajó en Ecolatina, la
consultora creada por Lavagna.
Está casada con Ricardo "Pacha" Velasco, quien tuvo que renunciar a
su puesto en el directorio del Enargas, a raíz del caso Skanska, y
asumió, poco tiempo después, un nuevo cargo político, esta vez en la
órbita de Alicia Kirchner.
Pesadilla. Bonaerense de origen y vecina del barrio porteño
de Núñez, Miceli se enfrentó este año a su peor pesadilla: el 4 de
junio pasado la policía descubrió en un operativo de control una
bolsa con unos 60.000 dólares en un placard del baño privado de su
despacho y la noticia estalló en la opinión pública tres semanas
después con una nota del diario Perfil.
Desde allí, la ministra optó en primer lugar por el silencio, hasta
que se vio obligada a hablar con la prensa. Hace dos semanas,
admitió que cometió un error,
"pero no un
delito".
Tras más de un año y medio en el cargo, Miceli se alejó hoy
definitivamente del Gobierno. Fue luego de que el fiscal que la
investiga pidiera al juez que la indague porque entendió que existe
"motivo bastante para sospechar" que la funcionaria kirchnerista
cometió un delito.
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