La genial idea de crear las
Milicias
Hace 50 años, en el acto celebrado ante el Palacio
Presidencial el 26 de octubre de 1959, el Comandante en
Jefe Fidel Castro hizo un llamado al pueblo a prepararse
militarmente.
Aquel día, como recordarán los que tuvimos el privilegio
de verlo y oírlo, se realizaba una masiva protesta de todo
el pueblo de Cuba contra las cobardes acciones que
realizaron aviones mercenarios, bombardeando sobre La
Habana y otros lugares del país.
En esa magna concentración, nuestro pueblo escuchó los
vibrantes discursos de varios de nuestros dirigentes,
entre ellos el Che, Camilo —quien pronunció esa tarde su
brillante discurso antes de su desaparición física—,
Almeida, Raúl y finalmente habló Fidel.
Fidel, en sus conclusiones, pedía al pueblo meditar sobre
las bárbaras, criminales y traidoras agresiones de que
éramos objeto, en las que decenas de nuestros ciudadanos
estaban muriendo o siendo heridos por bombas lanzadas
desde aviones piratas, procedentes de Estados Unidos.
Explicó esa noche el Comandante cómo Cuba era agredida en
plena paz, desde bases situadas en Estados Unidos, y que
con el apoyo del pueblo, la nación cubana se iba a
movilizar en defensa de su Revolución, pues junto al
Ejército Rebelde se entrenarían militarmente los obreros,
los campesinos, los estudiantes, todo el que quisiera
defender el proceso revolucionario y con el aporte de los
ciudadanos.
Y allí mismo, como ejemplo de lo que decía, el Jefe de la
Revolución entregó el cheque de su salario del mes como
Primer ministro y el del Presidente de la República, para
la compra de aviones de combate, y exhortó al pueblo a dar
dinero para armarnos.
De esta forma, se dio el primer paso para organizar y
preparar, a lo largo de todo el país, las Milicias
Nacionales Revolucionarias.
A mí me tocó el alto honor que Fidel me designara Director
Nacional de las Milicias, y bajo sus orientaciones, y las
de Raúl y el Che, comenzamos a organizar y preparar a
cientos de miles de milicianos en todo el país, de todos
los sindicatos, de los estudiantes de todos los niveles y
de los campesinos de todos los lugares.
Días antes de ese acto, un grupo de 12 campesinos,
entrenados y armados por la Revolución en Pinar del Río
(Los Malagones), habían capturado, el 18 de octubre de
1959, a un grupo de contrarrevolucionarios que trataban de
alzarse en una banda en Pinar del Río.
Así, (Los Malagones)12 fueron los primeros milicianos de
Cuba que cumplieron su misión, en solo 18 días, e
iniciaron la histórica lucha de todo un pueblo en las
Milicias Nacionales Revolucionarias.
Después de 1959, y durante todo el año 1960, se prepararon
en cada distrito militar de las provincias del país, todos
los que voluntariamente querían defender a la Revolución
con las armas en la mano.
El Comandante en Jefe, con su genialidad, nos dio
instrucciones de cómo debían ser el uniforme, las
insignias, la preparación militar, y como debíamos
preseleccionar a los futuros oficiales de las Milicias
Nacionales Revolucionarias, tanto hombres como mujeres, y
nos indicó que a los seleccionados los lleváramos a la
Sierra Maestra para que subieran 5 veces el Pico Turquino,
y aquellos que cumplieran bien esta tarea y no quedaran en
el camino, después pasarían por el primer curso de la
escuela de oficiales de Responsables de Milicias.
La marcha se inició con unos 750 candidatos y después de
los 5 picos quedaron unos 500. Con ellos comenzó el
capitán José Ramón Fernández el primer curso de oficiales
de Milicias.
Se constituyeron más tarde los sectores de defensa,
agrupando batallones, defendiendo la ciudad de La Habana y
otras grandes ciudades. Se formaron los grupos de
artillería y artillería antiaérea, etc, y con parte de
estas fuerzas, junto al Ejército Rebelde, se organizó
también en todas las provincias del país la lucha contra
bandidos.
Solo de enero a abril de 1961, en el macizo montañoso del
Escambray había alrededor de 50 000 milicianos, y de ellos
más de la mitad eran de la ciudad de La Habana.
Después, en abril de 1961 vino Girón, donde con derroche
de heroísmo y patriotismo, las Milicias Nacionales
Revolucionarias, el Ejército Rebelde y la Policía Nacional
Revolucionaria, en menos de 72 horas, le partieron los
dientes a la brigada invasora y los derrotamos.
Otro acontecimiento histórico en el que las Milicias
Nacionales tuvieron una relevante participación fue la
movilización general de nuestras Fuerzas Armadas durante
la Crisis de Octubre de 1962, donde los milicianos
ocuparon sus puestos de combate sin vacilación alguna para
defender a nuestra Patria y su soberanía.
Buena parte de las decenas de miles de milicianos
entrenados, preparados y con fogueo militar, pasaron más
tarde a constituir los ejércitos de las FAR y sus armas.
Sin el derroche de sacrificio, esfuerzo y valentía de las
Milicias Nacionales Revolucionarias no hubiera sido
posible, en tan corto tiempo, preparar el personal, los
recursos, y la mayoría de los oficiales de las Fuerzas
Armadas.
Los batallones de milicias fueron ejemplos en la
disciplina, en su preparación militar, en los desfiles y
en los combates, fueron un gran medio de cohesión en los
centros de trabajo, en las bases campesinas, en las
universidades, en los barrios y contribuyeron a la
formación de la conciencia revolucionaria como firme
baluarte de la defensa de la Patria.
En el aniversario 50 de la fundación de las MNR, nuestro
recuerdo y admiración para todos los milicianos caídos en
combate, nuestro homenaje a todos los milicianos
fundadores que fueron y son un pilar de la Revolución y de
su defensa.
De igual manera, deseo a nombre de todos los milicianos
fundadores y los miembros del Ejército Rebelde que
organizaron las MNR, enviar a nuestro Comandante en Jefe
Fidel, y al General de Ejercito Raúl Castro, la
felicitación por los resultados que para la defensa de la
Revolución tuvo esta genial idea de crear las Milicias
Nacionales Revolucionarias.
General de división Rogelio
Acevedo González (*)
* (Tomado del discurso
pronunciado en el acto por el aniversario 50 de las MNR)
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