Somos el Che

Nuria Barbosa León

Periodista de Radio Progreso y Radio Habana Cuba

 

Mataron al Che para quebrantar su pensamiento de cambiar el mundo a favor de los pobres de la tierra.

 

Le dispararon en la escuelita de la Higuera en Bolivia sin mirarle a los ojos porque si esa mirada penetrante cala en sus asesinos, no hubiesen podido apuntar y menos hacer un disparo mortal.

 

No avizoraron que su estirpe no muere y que su imagen es la semilla para levantar a los jóvenes rebeldes del mundo en contra de las injusticias, las desigualdades, la opresión y la explotación.

 

Por eso, a 40 años de su muerte, ese, nombrado Gustavo Villoldo, ex agente de la CIA y que lo sentenció por ser revolucionario no duerme tranquilo y quiere deshacerse de varios objetos personales que pertenecieron a Ernesto Guevara, entre ellos un mechón de sus cabellos.

 

Es una pena que alguien pague más de siete millones de dólares para ser dueño de algo que no le pertenece, porque el Che es de la juventud, de los revolucionarios, de los progresistas, de los socialistas que protestan en los Foros antiglobalización, ante la presencia de Bush en cualquier parte del mundo, en las marchas por la paz y la justicia.

 

Hagamos un llamado para el 25 de octubre, en la casa de subastas Heritage Auction Galleries, en Dallas, Estados Unidos, no se haga un acto de bandolerismo y se pague una fortuna por algo tan irracional como un mechón de cabello.

 

Tener al Che no es atesorar parte de su cuerpo, ni dormir con sus discursos debajo de la almohada, ni recitar sus frases, ni portar un tatuaje con su imagen o comprar un pullover con su foto.

 

Ser como el Che es fundar el hombre nuevo, consciente de la sociedad que debe construir, activo en el estudio, el trabajo y la defensa de la patria, constructor de un modo de vida diferente sin excluidos, marginados o discriminados.

 

Es cambiar todo lo que pueda ser cambiado, es enfrentarse con valentía al imperialismo, es ser solidario con tu vecino, tu compañero, tu colega, con los necesitados del mundo, en fin, con todos aquellos que deseen un mundo mejor para que vivan nuestros hijos.

 

Che, es más que montañas, más que guerrilla, más que hombre. El Che es: la idea para continuar viviendo y seguir soñando.

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