ODA AL PRISIONERO Y LA PRISIONERA REVOLUCIONARIOS
Hay que abrir el corazón al desgarro del mundo
Hay que adentrarse en la miseria, en el hambre, en las carencias
Hay que patear el barro, las aguas servidas, los ranchitos de cartón
Hay que recorrer los campos ajenos, las fábricas, los caminos
Hay que sentir el dolor de las mayorías oprimidas como propio
Hay que hacerse río para calmar la sed de tanta gente
Transformarse en árbol para repartir la sombra apetecida
Volverse trigo
Repartir el pan
Dignificar la tierra y el cielo
Derrumbar muros y alambradas
Romper las cadenas
Liberar el viento en las praderas
Hay que tener caliente la sangre para dar respuestas
Hay que gritar la bronca ante las injusticias
Hay que abrir las alas a la ternura
Hay que secar las lágrimas para la lucha
Hay que luchar para cambiar el mundo
Hay que cambiar el mundo para hacerlo justo
Hay que destruir la maldad para poder lograrlo
Esa maldad de los que hambrean y empobrecen
de los que explotan
de los que oprimen
La crueldad de los que invaden y saquean y asesinan
con sus garras financieras o sus máquinas de guerra
Hay que tener mucho coraje para enfrentarlos
Hay que vencer el miedo para liberarse
Hay que tener tanto amor por la humanidad para jugarse
la salud, la vida…
la libertad
Hay que ser tan humano como el escalón más alto de la humanidad
Arriesgar todo para que los demás vivan mejor
Hermana prisionera, hermano encarcelado
Vos que luchaste por la humanidad y recibiste el castigo pergeñado por las hienas
Vos que le pusiste el cuerpo a las palabras
Solidaridad, fraternidad, humanismo, dignidad
Has escrito lo mejor y lo más bello de la historia proletaria
Has ganado para siempre un cielo rojo de estrellas amarillas
Y eternos nuestro abrazo y nuestra lucha inquebrantable
hasta arrancarte del encierro ignominioso al que te condenaron
Gustavo Robles
14-4-20