Manuel Olate Agradece Expresiones de Solidaridad
Desde el módulo 3 de la Cárcel Santiago 1, donde se encuentra recluido y sometido a un régimen de máxima seguridad, Manuel Olate envió una carta a amigos y compañeros, en la que agradece las “infinitas muestras de preocupación y solidaridad”, oportunidad que aprovecha para manifestar su esperanza de que al final, se impondrá la razón.
Santiago 1/ máx. Seguridad/Módulo3
Mis buenos y queridos amigos:
Quiero agradecer las infinitas muestras de preocupación y solidaridad que han tenido conmigo en estos días difíciles. En los malos tiempos se reconocen los buenos amigos. Me he sentido acompañado en esta soledad y eso se lo debo a ustedes. Me siento afortunado por eso, aún en estos amargos momentos.
Ustedes lo saben; sin embargo no es baladí que lo reiteré:
desde el trabajo en la Comisión Internacional del Partido Comunista, entre muchas otras cosas, nuestro esfuerzo ha sido establecer la realidad de un conflicto que los medios esconden, y que sin embargo ha desangrado a Colombia por más de cincuenta años.
Bregamos porque la cordura se imponga; consideramos que un canje humanitario de prisioneros era el primer paso para iniciar un camino de diálogo entre las partes y por fin una salida política a la lucha entre compatriotas, habitantes de nuestra América, en definitiva.
Aún no acierto a entender cómo es posible que la militancia en estas causas pueda ser objeto de una persecución tan injusta. Durante 29 meses "respetables "medios de comunicación” se hicieron eco de las teorías de supuestas fuentes de inteligencia colombiana (donde lo único supuesto es que fueran de inteligencia), así las cosas, este era un final probable y mi privación de libertad tiene más que ver con cuestiones mediáticas y menos con ámbitos judiciales.
Como sea, les envío un abrazo y mi agradecimiento eterno. Espero al igual que ustedes, estoy seguro, se imponga la razón. Y en el futuro disentir o no compartir un punto de vista no sea considerado ilegal, sino un aporte a la construcción de realidad desde otro punto de vista
Santiago, noviembre 2010
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