La "solución final"
ejecutada por Israel en Gaza y Cisjordania consiste en asfixiar
física, síquica y socialmente a cerca de 4 millones de
palestinos que en enero de 2006 votaron democráticamente, pero
eligieron "mal".
El método de exterminio escogido resulta similar al de los nazis
durante el gueto de Varsovia (1941-43), cuando 60 mil personas
murieron de inanición y enfermedades. Pero a diferencia del
puñado de heroicos judíos que en el gueto polaco resistieron
hasta el final, millares de palestinos acorralados por Israel
llevan 40 años dando la pelea contra la "limpieza étnica" de su
pueblo.
En los ataques israelíes a la franja de Gaza muere un promedio
de ocho palestinos por día. La mayoría son niños que resultan
heridos, paralizados, mutilados o encarcelados.
En febrero de 1989, el diario jordano
Ad-Dustour, de
Ammán, reprodujo declaraciones del legislador laborista inglés
Robert Stoot, quien visitó un hospital de Nablús (Cisjordania)
para oír el testimonio de menores quemados al estallar los
chocolates que les brindaban soldados israelíes.
Desde 1967 a 2005 las fuerzas de ocupación israelíes arrestaron
a más de 650 mil palestinos (20 por ciento de la totalidad de
los que habitan en Gaza y Cisjordania)
Del 28 de septiembre de 2000 hasta el 30 de junio de 2006, las
autoridades palestinas llevaban en sus registros la muerte de 4
mil 248 personas asesinadas, 786 de éstas niños. Cifras que no
incluyen unas 250 muertes ocurridas posteriormente, durante la
ofensiva Lluvia de Verano,
en represalia por el "secuestro" de un soldado israelí.
La cifra de heridos suma más de 23 mil (14 mil 200 en
Cisjordania, donde habitan 2 millones 300 mil personas, casi el
doble de la población de Gaza). Desde que empezó la segunda
intifada (2000), el
gobierno israelí ha torturado a los niños durante los
interrogatorios.
Según el Departamento de Estadística y el Ministerio para
asuntos relacionados con prisioneros y liberados, a noviembre de
2005 habían sido detenidos cerca de 4 mil menores, de los cuales
294 niños y 3 niñas siguen en prisión: 19 están en la zona de Al
Quods, seis en Gaza, 272 en Cisjordania (80 en la cárcel de
Nablús, 65 en la de Ramallah y 28 en la de al-Khalil). Otras
fuentes estiman que unos 350 menores, entre ellos niños de 12 y
13 años, se encuentran detenidos. Sólo en 2003, se detuvo a 6
mil 540, 245 de los cuales fueron juzgados por cortes militares.
La mayor parte por arrojar piedras y bombas molotov al ejército
mejor pertrechado del mundo.
En enero de 2004 el teniente coronel Eytan Ronel devolvió sus
insignias al jefe del estado mayor, Moshe Yaalon, en protesta
por la actuación de las tropas en los territorios ocupados y
cinco reclutas fueron condenados por un tribunal militar
alegando objeción de conciencia hacia la ocupación.
Durante la primera intifada,
Israel encarceló hasta 2 por ciento de todos los niños
palestinos entre nueve y 17 años, y en los primeros seis meses
del 2004 asesinó a más de 80 niños y niñas.
En noviembre de 2006, la matanza de civiles palestinos en Beit
Hanoun (norte de la franja) dejó 18 civiles muertos, entre ellos
seis niños. "Falla técnica", declaró el premier Ehud Olmert.
Las condiciones de detención de los menores son terribles. Los
sicólogos militares israelíes se han ensañado en la población
infantil, calculando premeditadamente el tipo de tortura con
base en su vulnerabilidad y el deliberado propósito de crear
sensaciones de miedo, intimidación y desamparo.
Un informe de la organización Defence for Children International
observa que los niños palestinos son encerrados en celdas "por
un sinfín de horas" y, en algunos casos, disponen de sólo 45
minutos cada dos días para ejercicios al aire libre. Las
ventanas de las celdas están cubiertas totalmente con paneles de
hierro que bloquean la luz de exterior e intensifican el calor.
Ni hablar de cuidados médicos o alimentación adecuada, servida
en papelitos, sin cubiertos.
Otro aspecto del holocausto palestino se relaciona con la
demolición de las viviendas, centrada en la localidad de Rafah,
frontera con Egipto, donde fueron destruidas 15 mil 472
viviendas, es decir, seis de cada 10.
El doctor Eyad el Sharraj, director de los servicios
siquiátricos en Gaza, asegura que Israel ya está creando una
"... nueva generación de palestinos más insensibles que las
anteriores frente a la ocupación militar. De la misma forma está
creando una generación de ocupantes israelíes que ven a mi
ciudad como el lejano oeste.
"En Gaza -añade- hemos producido una generación de niños que no
son capaces de sonreír. Son los futuros hombres bombas..."
En Gaza, 45 por ciento tienen menos de 15 años. De un estudio realizado entre niños palestinos de hasta 12 años, 24 por ciento expusieron que su máxima aspiración es ser shahids, es decir, suicidas. "No estoy de acuerdo con los suicidas, pero no los puedo tocar porque son personas santas y glorificadas por toda la sociedad", dijo El Sharraj.
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