Imperio del desempleo
Cada día de enero ha amanecido en Estados Unidos con fatales anuncios de nuevos desempleados. En un solo día, el pasado lunes 26, fueron borrados de un plumazo más de 50 mil puestos de trabajo.
Una rápida relación de los comunicados empresariales expresa la magnitud del fracaso económico y social que se está viviendo: Caterpillar, el mayor fabricante mundial de maquinaria de construcción y minería anunció el despido de 20 000 trabajadores; la segunda cadena de tiendas para la venta de electrónicos, Circuit City, certificó su quiebra y dejó en la calle a 30 mil empleados; la gigante de la aviación y la industria militar, Boeing, anticipó el cese laboral a 10 000 asalariados. Anuncios similares han hecho la telefónica Sprint (8 000), la cadena de tiendas Home Depot (7 000), la farmacéutica Pfizer ( 8 000), Motorola (4 000), Starbucks (6 700), Kodak ( 4 500), Conoco Phillip (1 300) y AOL (700).
Hasta el mayor fabricante mundial de software, Microsoft, habló de vulnerabilidad ante la crisis para anunciar el primer recorte de plantilla de sus 30 años de historia, el cual alcanzará a 5 000 empleados, 1 400 de ellos con efecto inmediato. Esto no sucedió en la firma creada por Bill Gates ni siquiera durante el estallido de la burbuja tecnológica en la llamada crisis de los punto com.
Las estadísticas oficiales revelan que el 2008 se fue con una cifra de desempleo no vista en Estados Unidos desde 1945, al final de los años duros de la Segunda Guerra Mundial. Dos millones 660 mil puestos de trabajo se perdieron por la quiebra o las crecientes pérdidas de grandes empresas del sector industrial, la debacle del sector financiero y el recrudecimiento de la crisis global del crédito. La tasa de desempleo oficial ascendió al 7,2%. El número de desocupados reconocidos en la gran potencia supera los 11 millones y una cifra similar compone el ejército de los empleados a tiempo parcial, quienes carecen de seguro médico y derecho a vacaciones.
La recesión que signará a la economía norteamericana durante todo el 2009 multiplicará los despidos y los más conservadores calculan que el índice de desempleo se encaramará en el 8,5 por ciento. La consultora Watson Wyatt estima que 1 de cada 4 empresas norteamericanas prevé suprimir empleos en los próximos 12 meses.
La dura situación alcanza dimensiones de tragedia, como la ocurrida el pasado 27 de enero en Los Angeles, donde un hombre agobiado por la falta de empleo asesinó a su mujer y a sus cinco hijos. Ervin Antonio Lupoe y su esposa habían sido despedidos del hospital Kaiser Permanent y vivían una situación de indefensión y desesperación.
El presidente Barack Obama ha dicho que "es una catástrofe en curso para las familias trabajadoras estadounidenses (…)Es como el sueño americano al revés".
El paradójico ganador de esta crisis es el Pentágono, que ha visto crecer las cifras de reclutamiento militar en los últimos meses. De octubre a diciembre se han incorporado 21 443 nuevos soldados al servicio activo o la reserva, atraídos por el pago seguro, los beneficios adicionales y las posibilidades de superación.
Malas Caras por doquier
Las noticias tampoco son halagüeñas en el resto del planeta. La mayor compañía minera del mundo, la angloaustraliana BHP Billiton, anunció que eliminará casi 6 000 empleos por la crisis. La automotriz alemana Volkswagen AG despidió en México a la totalidad de sus 900 trabajadores eventuales, debido a la baja demanda. En Brasil, General Motors despidió a 1 633 trabajadores de su principal planta productora en aquel país. Las holandesas ING y Phillips anunciaron 7 000 y 6000 despidos, respectivamente.
En España, el desempleo llegó a su nivel más alto en los últimos 8 años, al fijarse en el 13.91% de la población activa. Son 3 207 900 personas sin empleo, el 66% de las cuales fue despedido en el 2008. Una de las grandes consecuencias de esta ola de despido es que hay 827 200 hogares españoles en los que todos sus miembros están desocupados.
También en Gran Bretaña, que se declaró oficialmente en recesión la pasada semana, se ha vivido este mes una oleada de despidos, con el anuncio de 13 500 puestos eliminados en la empresa de telecomunicaciones British Telecom y otros 2 000 de la siderúrgica Corus, la segunda más importante de Europa.
La crisis hizo presa en enero del Mercado Laboral en Alemania. La tasa de desempleo aumentó nueve décimas, hasta el 8,3 por ciento, según datos de la Agencia Federal del Trabajo. Ya son 3 489 000 personas las que permanecen sin trabajo en la principal economía europea. Otros 404 000 empleados han sufrido recortes de su jornada laboral y salarios.
Japón, por su parte, acaba de anunciar el crecimiento del desempleo al finalizar el 2008 hasta un 4,4 por ciento, superando todas las previsiones. El país tiene 2,7 millones de desempleados. Sony encabeza la lista de los mayores despidos.
Las previsiones mundiales para el 2009 alarman. La Organización Internacional del Trabajo pronosticó que el desempleo afectará este año al menos a 51 millones de personas más. Par de meses atrás, sus estimaciones hablaban de 20 millones de cesados.
"Estamos frente a una crisis laboral mundial", dijo Juan Somavia, Director General de la OIT. "Habrá un incremento en la tasa de desempleo en 2009 en todos los escenarios, sobre todo en los países en vías de desarrollo", añadió. "Es evidente que el mundo está frente a una crisis sin precedentes, que hace necesario soluciones creativas".
Bomba de Tiempo
El reciente Foro Social Mundial en Brasil alertó de que el creciente desempleo a escala universal traerá aparejado mayor descontento y estallidos sociales.
Por estos días, Francia ha vivido una jornada nacional de protesta contra la política económica y social del gobierno; la mayor en ese país desde 1995. Los sindicatos galos se pronunciaron contra el apoyo unilateral y generoso que el Estado Francés brinda a los bancos y la industria mientras es remiso a destinar fondos suficientes para ayudar también a los trabajadores y desempleados a afrontar las consecuencias de la crisis financiera y económica.
La Ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, admitió este sábado en el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, que la crisis económica puede acabar provocando conflictos sociales. "La situación actual tiene dos grandes riesgos: los conflictos sociales y el proteccionismo", dijo Lagarde. Señaló que ambos riesgos están alimentados por "la caída del crecimiento económico y por el hecho de que los Estados tienen que comprometer el dinero de los contribuyentes" en los planes de rescate y estimulo.
Un sistema insostenible, basado en la codicia, el egoísmo, la exclusión y el engaño, se estremece.
Fidel lo alertó en su Reflexión La Ley de la Selva: "La crisis actual y las brutales medidas del gobierno de Estados Unidos para salvarse traerán más inflación, más devaluación de las monedas nacionales, más pérdidas dolorosas de los mercados, menores precios para las mercancías de exportación, más intercambio desigual. Pero traerán también a los pueblos más conocimiento de la verdad, más conciencia, más rebeldía y más revoluciones".
Randy Alonso Falcón
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