Preocupa a
las clases dominantes el prestigio del PC Japonés
El prestigio del Partido Comunista de Japón entre el electorado
más joven preocupa a la revista Times, que le dedica un
especial ante las próximas elecciones
inSurGente (J.L).-
La apatía por el resto de formaciones políticas, más que la
obsesión cultural del país por
la Europa decimonónica, ha provocado que más de cuatro millones de
japoneses votaran en las últimas legislativas a favor del
Partido Comunista de Japón (PCJ), según la revista
estadounidense Time. Este ascenso está marcado por las
continuas denuncias por parte de los políticos comunistas en los
diferentes casos de corrupción que afectan a la política nipona.
Las expectativas y los sondeos indican que esta organización
marxista leninista podría subir de un modo importante en las
próximas elecciones. No se pierdan la crónica y los miedos de
Times, en "Leer más"
Agencias/inSurGente.-
El perfil tipo de votante suele ser el de un joven con estudios
universitarios, aficionado a la literatura y a los textos
políticos. El magazine cita el caso de Michiko Suzuki, de 19
años de edad y estudiante en la Universidad de Wako,
que distribuye en sus ratos libres propaganda procomunista en
las calles de Tokio.
Pero en el caso de Michiko, el bolchevismo es cosa de familia.
Hija y nieta de militantes del partido, la joven se unió al PCJ
nada más cumplir los 18 años. 'Creo que es guay ver a mis
compañeros luchar denodadamente', afirma una sonriente
Suzuki. 'Me encanta esa última palabra', reconoce con timidez.
El magazine estima que la idea de un partido comunista al mando
de la segunda economía más grande del mundo, más de 15 años
después del colapso de la URSS podría despertar
comparaciones con aquellos soldados japoneses 'que se ocultaron
en perdidas islas del Pacífico durante años porque nadie les
dijo que la Segunda Guerra Mundial había terminado'.
Sin embargo, el PCJ está muy lejos de extinguirse. Hoy en día
cuenta con cerca de 400.000 afiliados, y en las últimas
elecciones legislativas de 2005, acumuló el 7,3 por ciento del
voto: 4,36 millones de personas depositaron su voto a su favor.
'El PCJ es, probablemente, el partido comunista no gobernante
más exitoso de Asia, si no del mundo', según el investigador del
Instituto para Asia Oriental de
la Universidad Nacional de Singapur, Lam Peng-er.
Según el magazine, el éxito del comunismo en Japón tiene sus
raíces en la larga tradición del partido en el país. Nacido en
1922 como rama japonesa de la Internacional Comunista
--la federación internacional de partidos marxistas-leninistas
creada por Moscú--, el PCJ se adaptó con rapidez a las
condiciones locales. Fue una de las organizaciones japonesas que
se levantó contra el ascenso del militarismo en el país durante
la Segunda Guerra Mundial, y sufrió una importante
represión como resultado.
'El PCJ fue el único partido político que luchó contra la
agresión de la última gran guerra que sacrificó las vidas de
algunos de los miembros de nuestro partido', según el presidente
del partido, Kazuo Shii.
La postura adoptada por el partido durante el conflicto le hizo
ganarse el respeto de muchos japoneses al término de la guerra,
y se permitió al recién legalizado PCJ presentarse a las
elecciones. Sin embargo, el éxito inicial del partido despertó
el miedo de los estadounidenses a la introducción de la
ideología prosoviética en la isla. En lo que se conoció como la
'Purga Roja' de 1949, fueron eliminados de sus cargos oficiales
todos los comunistas y representantes de izquierda, permitiendo
a los liberal-demócratas dominar el panorama político del país
durante las décadas subsiguientes.
Aun así, el PCJ formó una razonablemente fiable oposición de
izquierda, sirviendo de apoyo al partido Socialista,
fervientemente pacifista y contrario a una alianza de seguridad
con Estados Unidos. Mientras que otros partidos comunistas
cayeron en la irrelevancia durante la década de los 90, el JPC
sigue jugando un papel importante en la política japonesa.
Su secretario general explica esa consistencia en el rumbo
tomado por el partido cuando declaró su independencia respecto
de Moscú. Sin embargo, muchos analistas creen que la resistencia
que ha demostrado el partido tiene aún más que ver con su papel
en la política interior japonesa. En general, los partidos más
importantes carecen, según la revista, de 'una identidad clara y
cohesionada', y funcionan más como alianzas inestables que
como entidades con objetivos políticos claramente discernibles.
'Es como Tammany Hall', afirma Lam, en relación a la maquinaria
política --basada en el apoyo otorgado por organizaciones sin
filiación política-- que gobernó la ciudad de Nueva York durante
doscientos años. El apoyo que reciben los partidos por sí mismos
es débil y sigue perdiendo fuerza, mientras los japoneses
tienden a buscar elecciones políticas 'más significativas'.
Es posible que el PCJ pueda beneficiarse de la virtud que supone
apoyar una idea concreta, como es 'la sociedad
socialista/comunista' en lugar de depender de los designios
de los grupos de presión. 'Puede parecer que el partido
comunista en Japón parezca una fiesta, pero es la única
organización política del país que cuentan con profundas raíces
en la historia', afirmó Lam. 'En cierto modo, los comunistas
son, probablemente, el partido político más moderno que puedes
encontrar en Japón', remató.
A pesar de que sólo ostenta 18 de los 722 escaños del
Parlamento, el PCJ suele funcionar como la única oposición
genuina en el panorama político de Tokio. Es el único partido
político que ha 'machacado', como dice la revista, al primer
ministro, Shinzo Abe, por mostrar una postura ambigua en
relación a la polémica sobre el papel jugado por Japón mientras
se forzaba a la prostitución a miles de mujeres asiáticas
durante la Segunda Guerra Mundial.
Además, dado que se encuentran demasiado lejos del poder como
para resultar afectados por sus maniobras ocultas, los políticos
comunistas han descubierto, en repetidas ocasiones, escándalos
de corrupción, uno de los males endémicos de la política
japonesa, según 'Time'. 'Somos los vigilantes, pero vamos más
allá', afirma Shii, que cree que 'el ascenso del comunismo
significará la evolución de la política japonesa'.
Sin embargo, la cohesión que demuestra el partido se cobra en
'flexibilidad y aperturismo', según el magazine
estadounidense. Y es que la disciplina leninista se sigue
aplicando, y la obediencia de los miembros del partido al Comité
Central sigue siendo indiscutible. Es algo que 'no guarda
ninguna sincronía con el Japón moderno'. Sin embargo, toda la
estructura del partido teme 'perder cohesión si ceden en su
férrea estructura', explicó Lam.
En cualquier caso, las próximas elecciones legislativas de
julio, que decidirán el destino de Abe, no se verán afectadas
por el ascenso del comunismo. Sin embargo, aunque el partido
Liberal Demócrata pierde demasiados escaños y el primer ministro
presenta su dimisión, significará que los votantes habrán optado
por la oposición -- el partido Demócrata-- sin entusiasmo
alguno. El PCJ seguirá acumulando 'votos de protesta' si los
jóvenes siguen el ejemplo de la joven Suzuki. 'Creo que mis
amigos tienen mucha dificultad cuando se trata de creer en sí
mismos', afirmó. 'Pero como miembro del Partido Comunista, yo
tengo una perspectiva más amplia de mi futuro, y creo que
tenemos posibilidades', concluyó.