Entrevista a Carmelo Suárez, secretario general del PCPE y cabeza de lista a las elecciones europeas

 


Carmelo: "El PCPE no está hoy en la lógica de la derrota, sino en la lógica del combate y de la ofensiva"

El Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE) se presenta a las elecciones al Parlamento Europeo del próximo 7 de junio bajo la consigna “Rompe las cadenas. Contra el la Europa del Capital y la Guerra”. Su candidatura está encabezada por su Secretario General Carmelo Suárez, a quien Rebelión tuvo la oportunidad de entrevistar.
El Partido Comunista de los Pueblos de España se define como revolucionario y pretende “organizar al movimiento progresista y revolucionario de los Pueblos de España en un frente político y social de izquierdas que impulse un proceso de acumulación de fuerzas en la lucha por la democracia directa, el socialismo y el comunismo”. Ante tal declaración de principios ¿por qué no ha sido posible alcanzar acuerdos con otras candidaturas que defienden similares objetivos? ¿Tuvisteis contactos con estos otros grupos para valorar una candidatura conjunta?
Tratar el tema de la creación del Frente de Izquierdas, o de una manera más amplia la cuestión de la unidad de la izquierda, en clave electoral no es la mejor forma de abordar la cuestión. Aunque si se dieran condiciones para ello tampoco habría que dejar pasar la oportunidad, las cosas no siempre ocurren como uno querría.
La unidad de la izquierda esencialmente se construye sobre la base de la práctica de la unidad en la lucha política diaria. Cuando las cosas caminan por esos derroteros es cuando se fraguan unidades fuertes, y ese es nuestro objetivo.
El trabajo del PCPE se orienta hacia el objetivo de la unidad a diferentes niveles, unidad comunista, unidad de la izquierda y unidad de la clase. Ello se expresa en diferentes ámbitos de la acción política. Es un proyecto de trabajo continuo y en cada uno de los niveles intervienen diferentes sujetos. Nuestro partido se fundó como la unidad de cinco grupos comunistas y luego hemos ido avanzando por ese camino, en unos casos con unidades de organizaciones (en el 2000 el Congreso de Unidad con el PCOE) y en otras ocasiones grupos de comunistas han venido al partido de manera colectiva. Avanzamos y vamos a seguir trabajando con esa misma voluntad en las condiciones concretas que se vayan dando.
Ante esta convocatoria electoral se han producido dinámicas interesantes en el ámbito de la izquierda. Pero han sido dinámicas diferentes.
En un caso se trata de un grupo que, después de muchos años de participar ahí se sale de Izquierda Unida. Y se sale ya con un proyecto, el de ir en una candidatura propia a las Elecciones Europeas. Es un proceso que quiere sintonizar con la reconversión del trostkismo que se ha dado en Francia, un proceso complejo que aquí se analiza muy superficialmente. Por lo que he visto en su programa no plantean la salida de la UE, sino “un cambio de rumbo”. No parece muy distinto de la propuesta de IU de añadir la “pata social” al proyecto imperialista de la UE. Parece ésta una iniciativa que va en la búsqueda de un espacio político más amplio sobre la base de la renuncia a una posición más confrontada. Si tuviéramos la ocasión de debatir sobre esto con ellos lo haríamos, pero no ha habido hasta el momento ningún puente tendido que lo permita.
En el caso de II tuvimos un contacto de muy última hora, cuando además ya todo lo tenían decidido quienes estaban en el proceso. En la primera reunión ya se nos dio la fecha de presentación en rueda de prensa de la iniciativa, con cabeza de lista incluido. Aún así dijimos que si se trataba de un proyecto no meramente electoralista nuestro interés estaba claro. Preguntamos por los elementos que vertebrarían la continuidad política del proceso después de las elecciones y la verdad es que las cosas se movían en unos niveles muy ambiguos, tampoco se sabía qué fuerzas estaban. Para el PCPE no era posible participar en un acuerdo que ya estaba muy cocinado y del que no se conocían sus sujetos; nuestro proceso de toma de decisiones no se resuelve en una reunión de un grupo de camaradas, esto se decide a nivel del partido con sus mecanismos de participación. Eso no fue posible en los plazos que se nos plantearon.
Dejamos constancia de nuestro interés si el proceso remontaba el 7 de junio y creo que las cosas quedaron en términos muy claros y leales. La posibilidad de colaboración está abierta para el próximo futuro, pero será necesario abordar algunos temas como la cuestión del estado y también el carácter imperialista de la UE. Quizás algún grupo de los que están ahí no tiene un proyecto de alianzas con la izquierda del estado y otros centran su aspiración en ser una estrella más de la Unión Europea, y eso será una dificultad. En todo caso, si se tiene voluntad política, seremos optimistas y estaremos intentándolo. Hay que decir a este respecto que esa propuesta de unidad la hicimos desde el PCPE hace exactamente cinco años, y entonces esas mismas fuerzas o no contestaron o simplemente dijeron que no.
¿Qué particularidades presenta vuestro programa de cara a la convocatoria europea con respecto al de las otras fuerzas de izquierda?
Esencialmente la caracterización que hacemos de la UE como un proyecto del imperialismo y, como tal, no reformable. Por tanto nuestra posición es de salida de la UE y la construcción de otro proyecto regional distinto que coloca el socialismo como elemento de referencia.
No conocemos en las otras fuerzas políticas de izquierdas una posición así de clara. Nos gustaría debatir esa posición de una manera colectiva, pero hasta el momento no se ha dado la ocasión.
No deja de ser contradictorio que por parte de otras propuestas de izquierdas se reclame la intervención de la UE para resolver en clave “democrática” cuestiones internas del estado.
El PCPE cuenta con una implantación que cubre la totalidad del territorio estatal, 2009 es además el año de vuestro 25 aniversario, y sin embargo el mensaje del PCPE parece tener dificultades para sintonizar con amplias capas de la población ¿a qué pensáis que puede ser debido?
Como partido estamos dando avances importantes, con nuestras dificultades ya tenemos una presencia generalizada en el estado, en algunos lugares con más fuerza y en otros con menos. Lo que nosotros estamos construyendo en un partido para la revolución, un partido que no cabe en este sistema, y ello requiere de una concepción militante muy particular, bolchevique en nuestra terminología. Ese partido lo construimos combatiendo las viejas concepciones que difundió el reformismo en la cultura comunista de este país, hay que explicar muchas cosas a la nueva militancia, y a la veterana, hay que explicar los métodos, cuál es el compromiso, cómo es la lucha de masas, cómo es la mediación directa con la clase… Estamos tratando de superar décadas de lastre, de malformaciones y de eurocomunismo. No es fácil.
Pero las cosas avanzan. Otra cosa distinta es la cuestión del voto que ya comento luego. Ahora el partido es más un partido de lucha en la calle, un partido con menos reuniones internas y con más participación en la lucha obrera y popular. Nuestra organización no va a sacarse una foto al Naval Gijón, nuestro partido lucha con el Naval Gijón desde hace tiempo y está ahí participando en esa lucha de una manera continuada, por poner un ejemplo.
La participación en el movimiento republicano impulsando organizaciones activas, el trabajo de solidaridad antiimperialista en decenas de organizaciones, la lucha obrera y sindical, las movilizaciones contra la crisis. En esta situación de dificultades del bloque dominante el partido empieza a sentirse muy bien organizando la respuesta de la clase en defensa de sus intereses. Son muchas decenas de actos, concentraciones, acampadas, actos de propaganda, manifestaciones en las que está el partido. Ahí estamos creciendo y superando dificultades. Ahora necesitaríamos muchos más cuadros para atender todo lo que queremos y los vamos a ir incorporando en la lucha, está llegando una nueva generación de comunistas que va a ser decisiva en el futuro de la lucha revolucionaria de este país.
El salto a una expresión de masas de mayor dimensión se va a producir de una manera natural con el acumulado que estamos realizando. Yo, que tuve la oportunidad de conocer las grandes movilizaciones de los setenta, donde convocábamos a miles de personas, estoy seguro de que estamos preparando las condiciones para que vuelvan con mayor fuerza y con mayor madurez. Ya el enemigo de clase no va a dormir tan tranquilo.
Desde la izquierda siempre se relativiza la participación en las instituciones frente a la militancia de base ¿Cuál creéis qué debe ser la tarea de un partido de izquierdas en las actuales instituciones? ¿Qué trabajo hace el PCPE en los barrios, en las fábricas, con asociaciones...?
Creo que Fernando Sagaseta fue un ejemplo de por dónde tienen que ir las cosas en las instituciones. Utilizarlas como altavoz y como elemento para promover la movilización popular, romper con toda la cortesía versallesca que impone la política burguesa. Pero hay que preparar al partido y a sus cuadros para que sepan estar ahí, para que no se contaminen. Hoy la dirección central del PCPE es una dirección de cuadros que militamos en los movimientos de masas, que ejercemos dirección política en las luchas obreras y populares. Con esa preparación es como se puede llegar a las instituciones, para continuar el mismo trabajo utilizando esa palanca. Los cargos en las instituciones tienen que ser del partido, sus sueldos y sus facilidades directamente gestionados por el partido, de lo contrario el sistema termina contaminando y cambiando la conciencia de quienes llegan ahí.
Nuestro trabajo en la lucha de masas va avanzando como decía antes, pero no estamos satisfechos, esto es sólo el principio. Ahora nos empeñamos en que nuestros cuadros hagan prácticas, que participen en organizaciones populares y aprendan a liderar los movimientos, a explicar la política y a convencer. Hay una izquierda que se reclama mucho pero que no está donde hay que estar. Cada comunista tiene que ser un agitador/a social, pero también como comunista tiene que ser comunista científico/a con capacidad para elevar el nivel de conciencia del pueblo y ampliar la base social con conciencia revolucionaria.
Una de las candidaturas afines, la de Iniciativa Internacionalista, encabezada por el dramaturgo Alfonso Sastre, ha sido ilegalizada por el Tribunal Supremo y rehabilitada por el Constitucional. ¿Qué se puede hacer frente a una criminalización que amenaza virtualmente con ilegalizar por contagio o contaminación al conjunto de la izquierda anticapitalista?
Cuando parecía que la ilegalización era segura se nos decía que no era coherente mantener nuestra candidatura en ese escenario. Y ahora que se quitaron esas trabas, las mismas personas dicen que ha triunfado el estado de derecho y que ya no hay cuestionamiento a estar en las elecciones, los primeros precisamente los que fueron objeto de persecución.
Para nosotros no hay un salto cualitativo en el antes y en el después. Se trata de elecciones convocadas en la situación de control absoluto del proceso por parte del bloque dominante, ellos deciden la forma de concurrir, los espacios electorales, los tiempos, los horarios, etc. Son elecciones en situación de la dictadura del capital, éstas, la Elecciones Generales y las Elecciones Locales. Y esos procesos tienen como objetivo la revalidación del sistema de dominación vigente, y todo se organiza para garantizar que el resultado termina revalidando la hegemonía del bloque burgués de poder. Estas elecciones no son democráticas porque se haya terminado autorizando la presencia de II, y quienes hacen esa lectura lo hacen desde un pensamiento subsidiario de la actual hegemonía, vienen a revalidar al bloque burgués dominante.
Alguna gente demuestra tener poca capacidad crítica con la democracia burguesa. Vienen a aceptar los procesos electorales como procesos legítimos cuando estos se dan sobre normas comúnmente aceptadas, y no hay elecciones en la democracia burguesa que sean elecciones en condiciones de igualdad y de libertad. Acudimos a las elecciones en este país desde nuestra fundación, pero nunca hemos legitimado esos procesos como procesos democráticos y libres. Siempre son procesos tutelados a favor del bloque de poder dominante, lo sabemos y luchamos en esas condiciones que son las de la dictadura del capital.
El PCPE, siempre que se ha presentado a las elecciones, ha sabido perfectamente a qué tipo de proceso nos enfrentábamos, y sabemos, siempre, cuáles son las reglas del juego y que el camino hacia el socialismo no se puede plantear en clave electoral. Las elecciones son una batalla política más, pero como todas las batallas que se dan en este país se dan en el contexto de la hegemonía actual del sistema monárquico-burgués.
¿Quiénes hoy expresan su entusiasmo ante las elecciones no están avalando el proceso?
Creo que es necesario mantener una posición ideológica independiente y confrontada con la actual hegemonía o el electoralismo le jugará una mala pasada a alguna gente.
La izquierda europea se encuentra en un continente subjetivamente vencido –en abierta decadencia política- en el que la tendencia política es hacia propuestas cada vez más populistas o neofascistas. ¿Cómo se puede luchar contra ella?
Creo que es una opinión que arraiga en una visión muy desde el escenario de la derrota de las experiencias del este. Pero no todo está quieto, las cosas se mueven y hay una realidad cambiante.
Precisamente ese proceso de facistización está ayudando a clarificar las posiciones, a que el pueblo entienda que la burguesía no es una clase inocente. Cada día se entienden más sus crímenes, su responsabilidad directa en las grandes tragedias de la humanidad. Hay una fuerte lucha ideológica, se utiliza a las ONGs y a otras formaciones movimentistas para tratar de amortiguar la emergencia de posiciones revolucionarias. Es necesario combatir eso con rigor y firmeza. Pero hay una parte del pueblo que empieza a comprender que Zapatero es hoy el golpista de Haití, el carnicero de Afganistán o el torturador del Sáhara. La política pone a cada cual en su sitio de una manera más clara según el capital se exaspera para tratar de mantener el proceso de acumulación del capital.
Sin una clara posición revolucionaria la izquierda está perdida, es engullida por el sistema y su trabajo es absolutamente estéril. Se pierden muchas energías en esto, el sistema lo sabe y crea mil estrategias de entretenimiento.
La lucha va a ser muy dura, seguramente más dura que la lucha contra el fascismo en la mitad del XX. Hace falta gente dispuesta a dar esa batalla en esas condiciones tan terribles, y esa gente sólo la vamos a encontrar en un partido comunista que tenga una base científica y que aprenda del acumulado histórico de las luchas revolucionarias. Guantánamo, el secuestro de activistas, los asesinatos selectivos, la tortura más sofisticada, el espionaje universal, todo ello son expresiones del grado de desesperación del bloque oligárquico ante su incapacidad para mantener el ciclo de reproducción ampliada del capital. Objetivamente ya existe la base material para la construcción de la sociedad socialista, el obstáculo es el capitalismo y la lucha ya está definida, la práctica nos pondrá a cada cual en su sitio.
Europa no podrá evitar su deriva hacia el estado autoritario y policial, un régimen de dictadura explícita, inicialmente con consenso social y luego con una respuesta social y política creciente. Cuando la izquierda de este país no es capaz de protestar por las acciones militares de las fuerzas mercenarias españolas en el Índico es cuando está perdida, por eso la confrontación con la estrategia política con el bloque de poder en todos los campos es el punto de partida para cualquier propuesta y también para cualquier análisis. En ese escenario las organizaciones revolucionarias vamos a salir adelante con enorme fuerza, y el PCPE de una manera especial.
Hace unos días vuestra organización suscribió una declaración conjunta con 20 Partidos Comunistas y Obreros europeos sobre el carácter de la UE y el carácter de la lucha que deberían llevar a cabo los pueblos de Europa. ¿Qué importancia puede llegar a tener esta iniciativa?
Eso que aparece en la víspera electoral es la expresión de un largo trabajo de años. Han sido muchos los encuentros internacionales celebrados en los que se ha tenido una gran capacidad de debate y acercamiento de posiciones. Al principio no era raro acabar un encuentro prácticamente diciendo tan sólo que nos habíamos visto y nada más. Pero con ese trabajo se fueron resolviendo algunas cuestiones y se establecieron acuerdos cada vez de mayor calado.
Como parte de ese trabajo internacional se situaba siempre la necesidad de un ámbito europeo de relación entre las organizaciones comunistas. Este documento es la expresión de que esa realidad avanza, y precisamente en un tema que hace años no hubiera sido tan fácil. Es, por tanto, un documento histórico, un documento que puede marcar un antes y un después. Creo que será así.
Supongo que en los próximos meses daremos a conocer otras iniciativas tanto en el ámbito europeo como en el internacional. No todos los pasos serán tan espectaculares, otras veces son pequeños pasos necesarios para avances posteriores. Pero lo importante es que creo hay base suficiente para que esto continúe después y que una coordinación comunista internacional vaya cobrando fuerza.
A su vez esto supone un deslinde con las distintas posiciones del reformismo que ayudan al sostenimiento de la dominación imperialista. Eso también tiene una gran importancia.
Aunque no parece que la ciudadanía tenga muchas dudas en achacar la crisis actual al modelo neoliberal y los comportamientos y falta de control del sistema financiero, la izquierda no está consiguiendo canalizar ese descontento. El aumento del malestar político no se traduce en un aumento de su fuerza, organización o capacidad de intervención. ¿Por qué creéis que ocurre esto? ¿Qué responsabilidad tiene la propia izquierda?
Nosotros estamos analizando desde el principio de la crisis cuál es la subjetividad de la clase obrera y los sectores populares. Pulsando su estado de ánimo, su conciencia. Se está dando un pulso entre las fuerzas del bloque dominante burgués y las fuerzas populares por ganar la conciencia de la clase. Desde el gobierno y sus aliados (que es todo el arco parlamentario) se llama al pueblo a la paciencia y a la resignación hasta que esto pase, para volver –les dicen- después otra vez a la economía-casino.
Nuestro trabajo es el de explicar que la crisis no es del neoliberalismo ni de la financiarización, que la crisis es sistémica y de largo ciclo. Y que el capital sólo la remontará sobre la base de la esclavización de la clase y el expolio militar del planeta, si la clase obrera no lucha. Y la clase hoy escucha la voz de los comunistas, comprende nuestro análisis y lo comparte. Pero todavía no se da la situación en que la clase decida pasar a la acción. Toda la superestructura de dominación está trabajando para evitar ese paso.
El PCPE no está hoy en la lógica de la derrota, sino en la lógica del combate y de la ofensiva.
¿Cuánto tardará en iniciarse el proceso de movilización? Eso no lo podemos precisar con fecha, pero el proceso está empezando y la situación de los próximos meses acelerará más esa situación.
El PCPE todas las semanas hace decenas de actividades con sectores de trabajadores y del movimiento popular que van encontrando respuestas cada vez más amplias. Queremos estar a la cabeza del proceso y tenemos confianza en conseguirlo. Sería importante que otras fuerzas de izquierdas salgan de su indolencia y se incorporen a esta dinámica de la lucha de clases.
¿Qué importancia tiene para el PCPE el resultado de las elecciones? ¿Qué resultado esperáis obtener?
Nuestro resultado debe ser mejor que en las convocatorias anteriores, hemos hecho mucho trabajo, las condiciones cambian y nuestra política se entiende mejor. Pero sabemos que el voto comunista, que es un voto muy consciente, cuesta trabajo irlo ganando.
Cuantos más votos tenga el PCPE más fuerza tendrá la clase obrera para organizar la defensa de sus intereses. Para la militancia también es un aliciente un buen resultado electoral. Pero siempre preparamos a la organización para que tenga la disposición de aceptar un resultado electoral que nos parezca insuficiente.
El PCPE no va de elección en elección. El PCPE lucha todos los días y las elecciones son una batalla más.
¿Qué va a ocurrir después de las elecciones del 7 de junio? ¿Espera el PCPE algún tipo de cambio bien sea en Europa, bien en el Estado español?
No creo que veamos ningún cambio en este escenario. ¿Quizás un aumento del voto de la derecha histórica como expresión de la involución del sistema? Puede que se exprese algo de esto, pero como la abstención en general será alta no es fácil hacer un pronóstico en este sentido.
¿Podrías puntuar del 1 al 10 a los siguientes líderes políticos? Zapatero, Obama, Fidel, Chavez, Felipe González, Julio Anguita, Gorbachov, Evo Morales, Correa.
No me gusta a mí el tema de los personalismos. Siempre las personas son expresión de procesos, del lado de la barricada en que se encuentra cada cual.
Fidel, junto con Evo, Chávez y Correa están empujando en la dirección del futuro de los pueblos. Fidel con la ventaja de que tiene un currículum incuestionable.
Zapatero, Obama, Felipe González y Gorbachov están del lado del crimen, de la explotación y del expolio. Ninguno de ellos me merece ninguna consideración, sino mi más absoluto desprecio.
En cuanto a Anguita te diré que fue el que nos expulsó de Izquierda Unida, cuando éramos fuerza fundadora, y que lo hizo con las peores formas con que se pueda actuar en la política...

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