El 16 de junio de 1959 nació Prensa Latina
decidida a incursionar en los flujos informativos internacionales con una
visión del mundo diferente a la dé los monopolios mediáticos de entonces, a
pesar de la desventaja en recursos financieros y tecnológicos respecto a sus
adversarios.
La cobertura del acontecer noticioso latinoamericano y en especial del.
proyecto emancipador cubano; fueron prioridades de la agencia que tuvo en el
líder de la Revolución, Fidel Castro, y en el Comandante Ernesto Che Guevara
a sus principales impulsores y en él periodista argentino Jorge Ricardo
Masetti, a su primer director.
Una veintena de periodistas integraron la nómina inicial de la agencia,
entre ellos algunos que posteriormente alcanzaron notoriedad internacional
como el colombiano Gabriel García Márquez.
Máquinas de escribir mecánicas, las-cámaras fotográficas de entonces, un
radio de onda corta para captar emisoras de países vecinos, un transmisor
telegráfico. Morse y dos teletipos para el tráfico informativo
internacional, fueron las herramientas de la etapa inicial, mejoradas
posteriormente con la introducción de teletipos más modernos, equipos de
télex y un servicio de radiofotos.
Prensa Latina surge en un contexto mediático internacional dominado por las
agencias de noticias capitalistas de alcance global, que controlaban los
flujos informativos de prácticamente todo el mundo, con excepción dé tos
países socialistas europeos y asiáticos Las norteamericanas AP y UPI
reinaban en América Latina.
El nuevo medio adoptó, en líneas generales, la organización y rutinas
productivas de las grandes agencias de noticias internacionales, pero se
propuso un cambio radical en la cultura profesional de sus periodistas,
destinados “a hacer la revolución en el periodismo de Latinoamérica” (Masetti,
1960:238).
Prensa Latina se distanció desde el principio de los mitos de la prensa
burguesa”, al anunciar abiertamente su compromiso político con la causa
revolucionaria, sin renunciar al rigor profesional que demandaba su misión.
El propio Masetti se encargó de ubicar la intencionalidad editorial de la
agencia- en lo más avanzado del pensamiento latinoamericano de aquella
época, al afirmar que “en lo ideológico somos martianos” (Masetti, 1959).
Masetti se refiere a Martí en una entrevista concedida al periodista José
Bodes Gómez, publicada en el periódico Combate el 21 de junio de 1959,
apenas cinco días después de la fundación de Prensa. Latina.
Al hacerlo, está subrayando la identificación de la agencia con el carácter
radical, liberador, independentista, latinoamericanista, humanista, unitario
y antiimperialista, de uno de los componentes fundamentales de la ideología
de la Revolución cubana, en su evolución hacia estadios cualitativamente
superiores hasta llegar al socialismo.
Esta aserción de Masetti no fue fortuita, sino parte de una concepción más
elaborada sobre el periodismo revolucionario* que se haría desde Prensa
Latina, cuya intencionalidad editorial tendría en la ideología de la
Revolución cubana su fundamento y referente principal.
La identificación de Prensa Latina con la Revolución cubana significaba,
entre otras cosas, una nueva forma de hacer periodismo: objetivo, pero no
imparcial. (Masetti, 1960: 238).
Aunque La Habana ofrecía excelentes condiciones subjetivas y objetivas para
el crecimiento y expansión de la agencia, el establecimiento de la sedé
central en la capital cubana y las nacionalidades de sus primeros
periodistas, subrayaban la vocación latinoamericanista de Prensa Latina, en
contraposición a la hegemonía de Estados Unidos. “Surgimos al surgir la
Revolución cubana... Nacimos en Cuba porque en Cuba nació la revolución de
Latinoamérica”, apuntaba Masetti.
Sin perder su perspectiva latinoamericana, Prensa Latina fue ampliando
gradualmente su radio de acción a otras áreas y temas del acontecer mundial,
mediante su red de corresponsales y colaboradores en Cuba y el exterior.
Con la expansión experimentada en los años 70 y 80, la agencia alcanzó su
mayor esplendor, con una producción de unos 400 despachos diarios en
español, inglés, francés y portugués; oficinas en-40 países; publicaciones
de circulación internacional como las revistas Cuba Internacional y Prisma
Latinoamericano; además de servicios de fotografía, radio y televisión.
Conquistando nuevos espacios Como consecuencia de la desaparición de la
Unión Soviética y los estados socialistas del este europeo, a inicios de la
década de 1990, Prensa Latina fue azotada por una severa crisis económica
que la obligó a reducir su presencia en el exterior a 14 oficinas y a
disminuir su producción informativa en todos los soportes. Se agrietaron sus
estructuras y rutinas productivas internas y decreció sensiblemente su
presencia en los flujos informativos internacionales.
Una década después comenzó la recuperación con la reapertura de oficinas en
el exterior, el rescate de productos y servicios informativos suspendidos
temporalmente, la creación de otros nuevos y un incremento de sus receptores
en todo el mundo.
Parcialmente recuperada de la crisis económica de los años 90 del siglo
pasado, Prensa Latina cuenta hoy con 26 corresponsalías en igual número de
países: tres en Asia, dos en África, cinco en Europa y 16 en América;
transmite un promedio de 400 despachos diarios en español, inglés,
portugués, italiano y ruso; y está presente en la web con un portal de sus
productos y servicios, además de otros sitios en diferentes idiomas.
La agencia cuenta también con servicios de radio, televisión, fotografía,
multimedia y edición de libros y muestra un crecimiento sostenido de su
presencia en medios de prensa de todo el mundo, 'especialmente en América
Latina y el Caribe. Produce además unas 30 publicaciones periódicas
nacionales y extranjeras, tanto propias como de otras instituciones a las
cuales presta servicios editoriales/Una de ellas es el periódico Orbe con
ediciones -en Cuba, México, El Salvador y Venezuela, cuyo décimo aniversario
se conmemora éste año: Durante su primer medio siglo de existencia, Prensa
Latina no sólo logró sobrevivir sorteando obstáculos algunos de los cuales
parecían insuperables, sino también fue capaz de conquistar un espacio
propio en los flujos informativos internacionales, sin renunciar a sus
principios fundacionales ni á su compromiso con la búsqueda permanente de la
verdad, como valor supremo del periodismo revolucionario proclamado por
Masetti y sus compañeros.
Frank González García