El fascismo anida en lo más recóndito de las entrañas del sistema capitalista.
Es su recurso extremo, en medio de las crisis, y ante el avance de los
pueblos, en pos de su liberación. O se adelanta ante tal perspectiva. Su
ideología es el anticomunismo, y la expresión más acabada del nacionalismo y
el chauvinismo. Es el terrorismo brutal contra los trabajadores, la juventud,
la intelectualidad, y ciertos sectores de la propia burguesía que no acompañan
sus designios. Es en suma, independientemente de su forma estatal de gobierno,
la implantación de la dictadura del capital financiero. Esto es la
demostración concreta de la historia, la experiencia de la humanidad, cuyas
consecuencias ha sido y es el dolor de los pueblos del mundo. Es nuestra
propia y reciente experiencia y la experiencia de los pueblos de nuestra
América en las décadas del siglo pasado.
En el marco de la crisis general, coyuntural y estructural del capitalismo
imperialista, irreversible y final ;(ya se discute en las Universidades del
imperio, en sus círculos académicos la viabilidad del sistema) atestiguada por
la quiebra de la gran banca internacional, de las grandes empresas monopolicas,
la desocupación y el paro forzoso de millones de trabajadores (fuera de
trabajo), las caídas de las bolsas sin solución de continuidad, el saqueo y
despilfarro de recursos naturales, la voracidad de los mega-monopolios sobre
los países productores de riqueza, la escalada guerrerista, etc. etc. etc., en
ese marco, se despliega la ofensiva de la gran burguesía imperialista
internacional, en los planos, económico, político, militar, social,
ideológico.
En lo económico descarga la crisis sobre las espaldas de los trabajadores y
los pueblos, en pos de la conservación y aumento de sus privilegios aumentando
la súper explotación y la mayor extracción de plusvalía, invierte sus
capitales bajo formas leoninas de explotación y extrae riquezas y recursos
apoyándose en las nuevas tecnologías, depredando y destruyendo el medio
ambiente, condenando a nuestros pueblos a las mas inhumanas condiciones de
vida, comprando con prebendas y pequeños privilegios, corrompiendo en fin; el
sostenimiento apenas, de pequeñas elites gerenciales de su poder y de sus
alcahuetes de turno. En lo político, reafirma su poder, atrincherándose
(mayoritariamente) vía electoral, en el aparato del estado, sostenida en masas
atrasadas y capturadas con sus planteos demagógicos, y apoyándose en campañas
de los grandes medios masivos de difusión, envenenadores de la conciencia,
apostando de paso al desinterés de masas atosigadas de propaganda y
desesperanzadas, que no aciertan a vislumbrar la salida. Explotando
ideológicamente el anticomunismo en todas sus variantes, acicateando el
retroceso histórico que significo la contrarrevolución en la Unión Soviética.
Y apostando al fascismo, al golpe de estado para desencadenar el terror, la
más brutal represión, la provocación, la persecución, la tortura y la muerte.
Los viejos partidos burgueses en el mundo, han agotado en general, su cantera
de “políticos profesionales” a la vieja usanza. Hoy en la mayoría de los casos
son grandes y exitosos empresarios quienes directamente se ponen al frente de
la defensa de sus intereses. No cualquier empresario. Solo aquellos vinculados
al capital financiero y de la mas estricta confianza de este. Cuando la
burguesía tiene ante si la inminencia de su fin, cuando avizora su hora final,
cuando percibe la certeza de su muerte, cuando ve acrecentarse la imagen de
sus sepultureros, se retuerce en sangrientos estertores y da nacimiento al
fascismo de sus podridas entrañas.
Así ha sucedido y así sucede hoy en nuestra América. He ahí la génesis del
golpe en Honduras. Ante procesos de carácter objetivamente anti imperialistas
en desarrollo en nuestro continente, Venezuela, Bolivia, Ecuador, la
existencia de Cuba Socialista, Nicaragua, el proceso en Centroamérica, el
ALBA, CARICOM etc, organismos estos que enfrentan la política económica
imperialista, procesos todos impulsados por masas que exigen cada vez mas
profundidad en los cambios y transformaciones, apuntando al socialismo como
sociedad superadora de las injusticias del capitalismo, el imperialismo y las
burguesías de nuestros países, en concordancia con la ofensiva general
emprendida, rompen por el débil eslabón de la cadena en Centro América, la
frágil democracia burguesa a través de un golpe fascista, por su carácter de
clase, por su metodología y por su ideología.
Pero este golpe hay que verlo en el cuadro de una América donde las recientes
elecciones en varios países, confirman lo que sostenemos. Argentina, Chile,
Uruguay, triunfos de la “derecha”. Inestabilización del Paraguay, brutales
represiones en Perú producto de la firma del TLC. con EEUU, la situación
Colombiana, unido esto a los intentos de golpe de estado en Venezuela, el
intento de separatismo en Bolivia, peligros que continúan latentes, etc., etc.
Este golpe en Honduras es una amenaza concreta para nuestros pueblos. La
provocación contra Nicaragua, Cuba, Venezuela y Ecuador,
la demagogia y la mentira machacona, repetida y propalada por la CNN y la red
de medios privados de difusión, prensa televisión y radio, el silencio y la
deformación de la realidad; el chauvinismo y el anticomunismo confeso de los
golpistas conforman la punta de lanza de la ofensiva contra los procesos en
desarrollo. Es parte del cerco que intenta imponer el imperialismo a nuestros
pueblos, para establecer una base política, económica desde donde socavar, y
debilitar el proceso y uno a uno hacer caer los gobiernos que los sostienen.
Debemos recordar la cadena de bases militares yanquis en el continente, la
flota del atlántico sur navegando las aguas Latino americanas. El golpe de
Honduras será la fuerza de choque de esa ofensiva.
Hay que manifestar la solidaridad concreta con la clase obrera y el pueblo de
Honduras. Hay que levantar un amplio y extenso movimiento antifascista en
nuestros pueblos, en la región, como forma de defender las conquistas
alcanzadas y profundizar las mismas. Movimiento antifascista en el que la
clase obrera desempeñe el papel fundamental, junto a los sectores de la
cultura los estudiantes, los profesionales, los hombres y mujeres honestos.
Amplio y profundo movimiento de masas, antifascista y antimperialista,
garantía de defensa y consolidación de los procesos iniciados y plataforma
desde donde construir la sociedad socialista que inevitablemente surgirá de la
derrota del capitalismo.
Por tanto: exhortamos a desarrollar un fuerte arco opositor en la perspectiva
de construir un movimiento antifascista, anti imperialista y anticapitalista,
tarea ineludible de la hora.
¡Viva el internacionalismo proletario y la unidad de los pueblos!
Solidaridad con la clase obrera y el pueblo de Honduras.
REFUNDACIÓN COMUNISTA DE URUGUAY
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