Hermanos, hermanas, compañeros y compañeras:

Han pasado pocos días de nuestra primera manifestación política que se tradujo, en una declaración pública que hicimos llegar a una gran cantidad de organizaciones sociales y revolucionarias de nuestro continente. En esta declaración, hicimos un breve análisis de la situación de NUESTRO CONTINENTE, comunicamos nuestro nacimiento e invitamos a todas las organizaciones hermanas a producir un gran debate, organización por organización, país por país, hasta producir un encuentro latinoamericano que propiciara la unidad de criterios en torno a tres grandes ejes: la integración real de nuestros pueblos; un manifiesto que en la práctica se transformaría en nuestro programa continental y la necesaria formulación orgánica que se hiciera cargo de estas tareas de la máxima importancia para nuestros pueblos. En esa declaración, por su carácter, no se abordó en profundidad, quienes éramos, que queríamos, como pretendíamos lograrlo y con quienes nos proponíamos avanzar. Es por esto que hoy nos planteamos esta comunicación donde abordaremos todas estas cuestiones con mayor profundidad.

Nuestro movimiento

Nuestro movimiento esta compuesto en este momento por un número reducido de compañeros de Chile, Argentina, Perú, Colombia y Venezuela. Que tienen por definición ideológica la siguiente:

Creemos que nuestra definición ideológica más clara es: definirse como militantes latinoamericanos que aspiran a construir el socialismo y el comunismo en nuestro continente y en el mundo, guiándose por un pensamiento científico social de nuevo tipo, que denominamos revolucionario, fruto del desarrollo histórico del pensamiento humano, que tiene su raíz en la filosofía materialista dialéctica y que se nutre día a día, de los aportes que realizan millones de seres humanos con su práctica social y teórica, con los más avanzados pensadores, y con las ideas que en todos los campos de las ciencias y disciplinas sociales y técnicas, nos acerquen a la realización plena del ser humano, a la conservación de las especies que posibilitan nuestra vida y al cuidado de nuestro planeta como el único espacio posible donde podemos desarrollarnos. Desde esta perspectiva, nos planteamos la construcción de un ideario, que nos conduzca a la unificación del continente, la edificación de la gran patria americana, sobre las bases del reconocimiento de nuestra historia común, nuestra diversidad cultural como expresión de un todo más complejo y más completo, la eliminación de las asimetrías económicas que posibilitan la desigualdad, la unificación de un mercado interno de bienes y servicios, la unificación de la moneda teniendo esta, el respaldo primario de nuestras riquezas energéticas estratégicas, el establecimiento de un estado plurinacional de transición al socialismo, la construcción de una paridad estratégica con los otros bloques regionales, el establecimientos de pactos comerciales basados en la justicia como forma de intercambio, como por ejemplo, si nosotros entregamos riquezas energéticas estratégicas, debiéramos recibir tecnología estratégica de parte de quien la posea. Desde el punto de vista de la defensa regional, planteamos la elaboración de la doctrina latinoamericana de defensa estratégica, basada en la soberanía continental, en el mandato del poder popular y en la edificación del socialismo como objetivo estratégico de las fuerzas armadas y populares latinoamericanas. La integración con los pueblos originarios, debe partir del hecho cierto de reconocer la diversidad de fuentes en la construcción de la cosmovisión latinoamericana, buscando el desarrollo económico natural de estos pueblos, que impulse su desarrollo cultural que hará posible su incorporación plena en la construcción del socialismo. Proponemos la conformación de miles de pequeñas y grandes asambleas populares en todos los países que discutan estas cuestiones fundamentales y desarrollen la elaboración teórica desde la base misma del pueblo hasta elaborar el primer manifiesto latinoamericano de los pueblos que se convertiría en el verdadero programa revolucionario latinoamericano.

El sujeto de la revolución

Nuestros objetivos están determinados por las necesidades sociales y políticas del conjunto del pueblo explotado, por lo tanto, nuestro objetivo base es la supresión de cualquier forma de dominación política, económica, social y cultural que sufra el pueblo, entendiendo que la explotación económica, es la base y piedra angular de todas las demás formas de dominación y explotación. La dominación económica tiene mucho más matices que el solo aprovechamiento de la plusvalía de los productores directos, es decir de los trabajadores, alcanzando niveles jamás imaginados por los padres de la teoría del socialismo científico, que involucran al conjunto inmediato y mediato de la clase obrera. Es por esto que trabajamos con el concepto de "pueblo explotado", pues es un concepto más amplio que se basa en la existencia objetiva de trabajadores asalariados que no poseen medios de producción en las más diversas áreas de bienes y servicios de la sociedad. Estos trabajadores asalariados se encuentran en todos los sectores de las economías nacionales tanto en la ciudad como en el campo. En la prestación directa de un trabajo físico asociado a la obtención de medios de existencia, como así también en el campo de las ideas, la investigación, y la creación cultural y artística que se dan en el marco de una sociedad dividida en clases sociales con intereses antagónicos entre si donde un sector se queda con la mayor y mejor parte del trabajo de otros.

Desde esa perspectiva, nuestra organización se plantea orientar, organizar, formar y conducir, al conjunto del pueblo explotado, poniendo el principal énfasis, en los productores de toda riqueza: los trabajadores de la ciudad y el campo, camino a la revolución social y política que nos permita construir la gran patria latinoamericana con vistas a la construcción del socialismo.

La construcción social

Tomando en cuenta, que la construcción del socialismo será obra de todo el pueblo explotado, es que nos proponemos la construcción desde la base, del Poder Popular, como máxima expresión de la soberanía del pueblo. Este poder se debe ir organizando desde ahora mismo en una etapa embrionaria, que pasará necesariamente por muchos altibajos, pues su desarrollo no será lineal y dependerá del grado que alcance la lucha del mismo pueblo en la resolución de sus múltiples problemas.

- Entendemos el poder popular como la organización de todo el pueblo en un solo órgano social que sea capaz de canalizar las necesidades y resolverlas. En su seno pueden existir tantas comisiones como problemas por abordar, Además estos órganos deben tener poder real en el que sustenten su ejercicio, o sea, un ordenamiento jurídico, un reglamento de funcionamiento y un presupuesto ordinario destinado a las necesidades sociales. La dirección de los comités de base, será elegida por voto directo de todos los mayores de quince años y la postulación a los cargos se hará siempre y cuando nadie en la asamblea se oponga.

La revolución cultural para la victoria

La construcción de la idea y del instrumento revolucionario, será posible en la medida que podamos romper con los moldes y estereotipos de carácter social, cultural, político y económico que sirven de base a la explotación y dominación del pueblo explotado. Por lo tanto, otro de los objetivos estratégicos que nos planteamos, es la creación de una nueva cultura revolucionaria, donde vamos a educar a las grandes masas que viven alienadas y sometidas por los moldes existentes. Toda la organización debe ser una gran escuela política-cultural donde forjemos la base del hombre nuevo. Debemos por tanto convertirnos en modelos sociales que las masas identifiquen, sigan y quieran imitar no linealmente. Sólo bajo esa premisa podremos cumplir con nuestros objetivos superiores. La nueva cultura que proponemos debe ser la síntesis histórica, política, económica, estética y artística de nuestro continente, enlazada dialécticamente con lo mejor del pensamiento humano universal y su creación "positiva".

La idea de revolución

La idea revolucionaria, si bien esta esbozada más arriba, se ira construyendo sobre la marcha, en un proceso ininterrumpido en el tiempo, con los aportes que el desarrollo individual de los militantes arroje y también, con el desarrollo de las distintas instancias colectivas al interior nuestro. De todas formas, esta idea será fundada a partir de la historia latinoamericana, de nuestros pensadores, de nuestros luchadores, de nuestra cultura. Nutriremos esto, con el inmenso aporte de los padres del socialismo científico, de los pensadores revolucionarios de todo el mundo, de sus luchas, de sus errores, de sus derrotas y de sus aciertos. Sumaremos a esto, todo avance de las ciencias, todo desarrollo tecnológico, toda nueva idea de progreso humano y toda la inagotable inteligencia popular. Por lo tanto, nuestra organización no tendrá el apellido de nadie en particular porque debe transformarse en la síntesis dialéctica de lo más avanzado del pensamiento humano y revolucionario.

El instrumento revolucionario

Concebimos al instrumento como una organización revolucionaria que lucha por la construcción del socialismo, dotada de una poderosa teoría sobre el desarrollo de la naturaleza, el pensamiento y la sociedad. Una organización que se plantea la más amplia realización del ser humano en armonía con su entorno natural y espacial, sin romper el estratégico equilibro que hace posible todas las formas de vida. Nuestra organización se nutre de una política revolucionaria, que busca la realización de sus fines más altos, empleando las más diversas formas de lucha, estando estas determinadas, por el momento táctico, por la correlación de fuerzas, por la oposición del enemigo, por la maduración política del pueblo, por la situación internacional y por la maduración y desarrollo de la propia organización. Entendemos a la organización como un instrumento y no como un fin en si mismo. Desde esta perspectiva es el pueblo organizado quien debe tomar el poder y no un aparato partidario. Entendemos a la organización como un ente político ágil y antiburocrático, que debe estar preparado para la lucha abierta y legal como así también a otras formas de existencia, si la lucha lo requiere. Su organización debe ser simple y debe impedir el surgimiento de maquinas internas, de incondicionales, de tareistas y de especialistas. Tomamos por tanto la definición de cuadro político como aquel militante que se entrega a la realización de una tarea, más allá de su carácter específico, entendiendo que nos preparamos para todo y nos preparamos todos

Del nombre de la organización

La definición del nombre de la organización es un asunto de primera importancia para nosotros, ya que no solo representa un concepto propagandista, sino encierra el sentido último de nuestros fines y es un concepto político en si mismo. De tal manera que pudiendo estar en contradicción con un concepto del marketing político, tenemos la obligación de definir con precisión un nombre que se corresponda con nuestros objetivos. De acuerdo con lo planteado hasta aquí por este documento, el nombre que se propone para nuestra organización es Movimiento Revolucionario Patria Grande. Dicho nombre encierra el concepto más general de nuestros fines estratégicos; realizar la revolución latinoamericana con vistas a la construcción del socialismo en nuestro continente.

Estas definiciones son nuestro punto de partida hacia la concreción de un instrumento político, ideológico y orgánico que se transforme en un real aporte a la liberación de nuestros pueblos que en definitiva son uno solo y que ya está cansado de tanto intento infructuoso. Si miramos por un momento lo que pasa en el continente, a pesar de ciertas contradicciones interclases dominantes, cuando estas sienten amenazados sus intereses no dudan por un segundo en unirse para mantener la explotación. Nosotros en cambio, anteponemos al proceso unitario, la tesis tal, el concepto cual, el apellido x del teórico z y así. Lo que aquí planteamos, no lo entendemos como un proceso Terminal ni mucho menos, lo entendemos como un punto de inicio de una construcción que tenga en el centro los reales intereses de nuestro pueblo. Podemos estar equivocados en algunas de las definiciones aquí expresadas, pero estamos abiertos a que nos convenzan de ello en un dialogo en medio del pueblo y de la construcción de nuevas y mayores ideas que logren el propósito de liberarnos históricamente de nuestras cadenas.

Hermanos, hermanas, estamos abiertos a recibir sus aportes y sus críticas, es más, estamos ansiosos de ello y para eso en este momento se encuentra nuestro correo electrónico, en el futuro el contacto será más directo y les anunciamos que dentro de poco estaremos en la red a través de nuestra propia pagina.

Abrazos y deseos de victoria.

Secretariado Político

¡¡Mientras todos nuestros hermanos no se satisfagan dignamente, no soltaremos ni la pluma ni la espada!!

¡¡Adelante con todos los pueblos de la historia!!

¡¡Frente a un enemigo común, un solo pueblo hermano!!

¡¡Frente a la explotación neoliberal, revolución político social!!

Por una patria grande y generosa para todas y todos,

MOVIMIENTO REVOLUCIONARIO PATRIA GRANDE