Santa Ana versus Venegas
Por un amigo argentino conocí que un municipio de su país llamado Santa Ana, ubicado en Misiones, tiene una sola escuela, un precario centro de salud y que su gobernador pretende construir un monumento de $22 millones.
Por supuesto que me alarmé con la noticia y primero pensé en una gran locura, pero a medida que leí el texto me di cuenta que eso ocurre porque Argentina tiene un sistema capitalista, y, lo que importa en el capitalismo es la mercancía que da ganancias. No dudo que el alcalde de Santa Ana solicite $22 millones y se embolsille $44.
Inmediatamente me vino a mi mente el poblado de Venegas, ubicado en el Municipio Yaguajay en la provincia central de Sancti Spíritus. Visité ese lugar en el mes de septiembre y quedé deslumbrada.
No es un sitio turístico, su población vive de la ganadería y la agricultura, actividades que en el mercado mundial no dejan grandes ganancias y que por demás se menosprecian.
En Venegas, antes del triunfo de la Revolución existía una escuela primaria, donde se impartía en una misma aula los seis grados y luego los muchachos no recibían más instrucción porque tenían que trasladarse a lugares muy distantes para continuar sus estudios.
También existía un puesto médico, donde un galeno acompañado de una secretaria atendía lo mismo un parto que a un enfermo moribundo, el índice de mortalidad infantil y de muertes maternas era elevadísimo.
En la actualidad, en Venegas existen seis escuelas primarias y una secundaria. Se internan a los muchachos que viven en zonas rurales lejanas al poblado y los demás acuden de forma seminterna, o sea se garantiza alojamiento y comida, todo gratuito.
Luego que se culmina el noveno grado, los muchachos tienen varias opciones para continuar sus estudios, pero a partir del año 2000, con las reformas introducidas al sistema educacional cubano, se crearon aulas en horario nocturno donde se estudian los grados de bachiller.
Y en septiembre, cuando visité el lugar, se creaban las condiciones para convertir locales u oficinas de empresa en sedes universitarias para que los muchachos continúen sus estudios sin tener que alejarse de sus casas.
El policlínico de Venegas fue remodelado recientemente, y en él se brindan más de 20 servicios de salud, incluidos la fisioterapia, la cirugía y la regulación menstrual. En él, está creada una facultad de ciencias médicas donde estudian hasta dos bolivianos, alumnos de la Escuela Latinoamericana de Medicinas.
Supe, además que no tienen ningún niño fallecido desde hace cinco años y que no se reportan muertes maternas. El dengue, que tanto nos azotó en los meses de verano, no tuvo ningún enfermo en ese poblado espirituano.
Lo que más me alegró de Venegas es que puedes pasear por las calles y ves una total tranquilidad y calma. Sus pobladores son muy solidarios y se acercan cuando se dan cuenta que no eres de la zona.
El presidente del Poder Popular, algo así como el alcalde, nos comentó que en las fiestas masivas no se ven discusiones, ni riñas, ni tumultos. La juventud baila, se divierte hasta el cansancio, sin alcohol, sin drogas y en un ambiente sano.
El gran problema de Venegas es el mal estado de las calles y los caminos. Ya la vivienda dejó de ser un problema sin solución, existen varios métodos eficaces para que la familia joven pueda construir sus viviendas con recursos subvencionados por el estado.
Para mi Venegas es un paraíso, y comparado con Santa Ana, es más que eso, por ello amigo lector, en cada rincón de Cuba se ama a la Revolución.
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