El número de parados registrados en el INEM fue de 3,3 millones, tras sumar 198.838 parados más respecto a diciembre (+6,35%), la mayor subida en un mes de toda la serie histórica.
Cada vez son más las voces que pronostican la cifra de 5 millones de parados para el 2010. Una cifra histórica que originará una situación social explosiva, consecuencia de la crisis originada por el capital.
Nadie propone salidas que apunten a una perspectiva favorable a los trabajadores, incluidos los máximos dirigentes de CCOO y UGT. Todos ellos, en mayor o menor grado según sea su vinculación más o menos directa con los intereses y la gestión del capital, analizan el problema en los marcos de la economía de explotación actual.
Pero hay medidas que podrían conducir a acabar con el paro, mejorando el bienestar general. Trabajar menos para trabajar todos (35 horas semanales sin reducción salarial, jubilación a los 60 con pensión plena, prohibición por ley e intervención de las empresas que planteen EREs y despidos masivos…), combinado con un alza general de los salarios y la prestación por desempleo universal e indefinida mientras no se disponga de trabajo, un plan de obras públicas y sociales que genere empleo (construcción de escuelas, guarderías, hospitales, equipamientos sociales…), poner al servicio de la mayoría social los principales recursos financieros con la nacionalización de la banca y de los sectores estratégicos (en lugar de regalarles millones de euros que pagaremos todos y que emplean para sanear sus beneficios). Medidas todas ellas que chocan frontalmente con los intereses del capital y que ni el gobierno social-liberal de Zapatero ni la izquierda domesticada que con él colabora (IU, CCOO, UGT…) están dispuestos a emprender, por lo que sólo la movilización obrera --que deberá superar el obstáculo de las organizaciones sindicales burocratizadas y domesticadas-- podrá conquistarlas.
Parece claro que, en ese contexto, el reto para la izquierda sindical, si verdaderamente quiere contribuir a revertir la situación, es apoyarse e impulsar la unificación de los movimientos de resistencia de los trabajadores para ir abriendo camino a la perspectiva de una movilización general que frene los planes de miseria del capital y de sus gobiernos y que plantee verdaderas alternativas favorables a los trabajadores.
Kaos. Laboral y Economía.