¡Movilización general de la clase trabajadora para obligar al gobierno a
realizar una política socialista en beneficio de los trabajadores!
El Gobierno aprobará el viernes 21 de mayo por decreto ley diferentes
medidas para ahorrar 15.000 millones de euros entre lo que queda de año y el
2011.
El Plan de ataque del Gobierno
El gobierno ha anunciado:
Reducir el sueldo de los funcionarios un 5% de media en 2010. Congelarlo en
2011.
1.200 millones dependerán de recortes de las comunidades autónomas y
ayuntamientos.
Suspender en 2011 la revalorización de las pensiones, excluyendo las no
contributivas y las pensiones mínimas.
Eliminar el régimen transitorio para la jubilación parcial de la Ley
40/2007.
Eliminar la prestación por nacimiento de 2.500 euros a partir del 1 de
enero.
Revisar el precio de los medicamentos (no los de referencia) y adecuar las
unidades del envase a la duración estándar del tratamiento (incluso con
monodosis).
Suprimir para nuevos solicitantes la retroactividad del pago por dependencia
al día de la presentación, excepto si la tramitación supera el límite de 6
meses.
Reducir 6.045 millones de inversión pública estatal para 2010 y 2011, y 600
millones de Ayuda Oficial al Desarrollo.
Como hemos escrito, el gobierno Zapatero pegó un claro giro mediado el otoño
pasado, empezando por aplicar un incremento del IVA de dos puntos. A esto le
siguió a finales de enero la propuesta del Pensionazo, propuesta que,
formalmente, no ha sido retirada definitivamente.
Desde entonces, se ha venido negociando con los sindicatos una nueva reforma
laboral, con el objetivo manifiesto por parte del Gobierno de hacer
retroceder en derechos a los trabajadores, abaratando el despido.
La semana pasada, Zapatero ya se puso de acuerdo con Rajoy para dar pasos
hacia la refinanciación, limpieza y privatización de las cajas de ahorro,
cosa que se hará con dinero de los contribuyentes.
Prepararnos para más ataques contra toda la clase trabajadora
A su vez, el Gobierno había fijado de límite el mes de mayo para tomar
medidas de cara a la reforma laboral, con o sin acuerdo sindical. Ahora,
pegan un tijeretazo, no solo a los funcionarios, sino al conjunto de los
trabajadores ¿Qué van a negociar en este contexto los dirigentes de UGT y
CC.OO.?
Podemos asegurar que no van a ser las últimas medidas antisociales que se
van a tomar en las próximas semanas.
Ya escribimos, de cara a las manifestaciones de febrero, que no solo nos
estábamos frente a ataques en las pensiones:
"... La sanidad pública, la educación, nuestras pensiones de jubilación, la
negociación colectiva, vacaciones… todas y cada una de las conquistas que
hemos arrancado los trabajadores y que hasta ahora pensábamos que eran
intocables, van a estar amenazadas. Es necesario que nos organicemos y
reforcemos la afiliación y la fuerza de los sindicatos y las organizaciones
de clase ..." (Tenemos que parar todos los ataques contra la clase
trabajadora)
Como muy bien ha señalado Cayo Lara, estas medidas tienen que ver con el
hecho de que: "el poder financiero internacional ha puesto de rodillas a los
Estados" y ahora "propone más sufrimiento para los trabajadores". No podemos
retroceder en nuestros derechos sociales ¡Los trabajadores hemos pagado ya
más que de sobra!
Actualmente, el 63% de los trabajadores ganamos menos de 1.100 euros
mensuales y el número de mileuristas ha aumentado en 7 millones en los tres
últimos años. Según los informes de la OCDE, España ha sido el único país de
los que pertenecen a ese organismo en el que los salarios han bajado en el
periodo 1995-2005. Ya somos más de 4'6 millones de parados. No podemos
seguir pagando, ahora que anuncian que ya salimos de la recesión.
Efectivamente, por activa y por pasiva, anuncian que ya salimos de la
recesión. Y sí, los pedidos, las exportaciones,..., repuntan claramente en
la mayoría de las empresas; las empresas cotizadas en el IBEX han ganado en
el primer trimestre de 2010 un 20% más que en el mismo periodo del año
anterior (CINCO DÍAS, 14/05/2010). Mientras, para otros, como el Banco
Santander, los beneficios no solo no descendieron, sino que a bombo y
platillo anunció beneficios récord durante los dos últimos años.
Ahora bien ¿Estas medidas que impone el Gobierno están destinadas a
favorecer la salida de la recesión? El propio Gobierno, reconoce que tendrán
un impacto negativo en la economía, por lo que afectará aún más a la baja al
PIB. Teniendo en cuenta la salida de la recesión tan lánguida que están
teniendo el resto de países de la UE, esto no va a ayudar tampoco ahora a la
economía española.
Incluso, desde un punto de vista capitalista, las medidas que toma el
gobierno ahora no están motivadas para favorecer la salida de la recesión.
En última instancia, estos ataques los ha impuesto el capital internacional
ante la crisis de deuda que se vive a nivel internacional. Los financiadores
de la deuda española se niegan a prestar más dinero para refinanciar la
economía española (Deuda pública del Estado, pero también de bancos y
principales empresas), a no ser que tengan garantías tangibles de que el
ajuste de esa deuda ( a través de reducciones de salarios, subidas de
impuestos y recortes sociales), va a ser pagado. No van a financiar de
manera duradera a un capitalismo convaleciente que, según ellos "no cumple
con sus deberes".
En última instancia, se trata de exprimir el cuerpo vivo de la clase obrera
para sustentar todas las deudas engendradas por el pasado auge inmobiliario,
sin permitir la caída de los bancos en primer lugar, ya sean nacionales o
foráneos.
Por tanto, este ataque va a ser continuado, duradero y va a verse
incrementado, porque el endeudamiento de la economía española en términos
relativos es el mayor de la eurozona. Sin este ajuste que imponen los
usureros banqueros (ya sean españoles o europeos), no se va a refinanciar la
deuda existente. Se trata de un auténtico chantaje que sólo vamos a pagar
los trabajadores y sectores más humildes de la sociedad.
Movilización general y duradera hasta cambiar la política del Gobierno
En definitiva, dada la magnitud del ataque patronal la respuesta obrera
tiene que ser unánime y HAY QUE CONVOCAR UNA HUELGA GENERAL A NIVEL ESTATAL,
como primer paso. Para ello reclamamos a las direcciones sindicales de UGT y
CC.OO. que se pongan manos a la obra, haciendo un llamamiento al resto de
sindicatos de clase, defendiendo la máxima unidad en la acción como única
manera eficaz de defender los intereses de los trabajadores.
Podemos decir, como Cayo Lara comentó ayer en Logroño una "¿Huelga general
contra quién? Contra el poder económico, que son los que han creado esta
situación de debilitamiento del Estado, y para hacer girar a un Gobierno que
ha estado mirando más a los banqueros y al poder financiero internacional”.
UGT y CC.OO., como sindicatos mayoritarios, tienen la suficiente capacidad
para garantizar una campaña duradera en este sentido, que no acabe
únicamente en la convocatoria de una Huelga General, sino que continúe hasta
conseguir que el gobierno socialista practique una política en beneficio de
la inmensa mayoría.
Por ahora, UGT y CC.OO. han convocado concentraciones de funcionarios para
el próximo 20 de mayo, seguida de una huelga general en las administraciones
públicas para el 2 de junio.
Como hemos dicho, los trabajadores necesitamos la máxima unidad, por eso
cualquier tipo de iniciativa en este sentido debe realizarse conjuntamente,
ampliando la convocatoria a todos los sindicatos de clase, a nivel estatal y
regional. Si los dirigentes sindicales, convocan movilizaciones en las
administraciones públicas, dentro del marco de una campaña general que
culmine en una HUELGA GENERAL de todos los trabajadores, entonces esta
convocatoria será positiva.
Ahora bien, sería un error considerar que las movilizaciones deben ceñirse
únicamente a los funcionarios. Ya estamos afectados TODOS LOS TRABAJADORES
por estos ataques.
Es urgente que los dirigentes de CC.OO. y UGT empiecen una campaña de
asambleas. No sólo con asambleas provinciales de delegados, sino yendo a las
empresas y tajos para informar de todo lo que está en juego. Ahora mismo hay
muchas presiones sobre el gobierno por parte de los capitalistas españoles y
del capital internacional. Si las organizaciones de los trabajadores no
realizan, cuando menos, una presión igual que la que han realizado los
capitalistas nacionales e internacionales, presionando a Zapatero, el
Gobierno no solo no retrocederá, sino que claudicará aún más ante las
peticiones empresariales.
No se trata de convocar únicamente una Huelga General
En Grecia, en los últimos años, los dirigentes sindicales abusaron de no
tener una estrategia continuada de luchas con un programa de
reivindicaciones claro ni una estrategia de lucha concreta que fuera
organizando a cada vez más sectores populares. Hasta el año pasado, cuando
convocaban en el pasado huelgas generales, con el fin de aliviar la presión
existente que sentían por abajo los dirigentes sobre sí, se llegó a una
situación rutinaria, donde el movimiento obrero interpretaba que sus
dirigentes no iban a ir hasta el final.
No se trata de convocar la huelga general "como último recurso", como si
fuera la "huelga general" un fin en sí mismo. En este caso, "el fin" es
echar para atrás este ataque de manera exitosa. Para ello es necesario un
plan continuado de grandes movilizaciones. No sólo una huelga general. Hay
que preparar al movimiento obrero para ello. Se trata de cambiar la política
del Gobierno. De organizar, planificar y tomar todas las medidas necesarias
para obligar a este gobierno a cumplir las promesas que les llevó al poder.
Con la presión del movimiento obrero, de la inmensa mayoría de la sociedad,
los partidos de los trabajadores y de izquierda, que tienen mayoría en el
Congreso de los Diputados, deben ponerse de acuerdo para llevar a efecto una
política socialista en beneficio de la inmensa mayoría de la sociedad que
posibilite:
Para combatir el paro: no a los expedientes, ni un solo cierre o despido.
Reparto del trabajo existente entre todos los trabajadores: jornada de 35
horas sin reducción salarial.
No a la congelación salarial, escala móvil de precios y salarios.
Un puesto de trabajo digno o prestación indefinida de desempleo para
cualquier trabajador mientras permanezca en paro.
Que las pensiones mínimas sean iguales al SMI. Jubilación a los 60 años. Por
un aumento del SMI hasta los 1100 euros.
No más desahucios. En caso de desempleo, congelación del pago de hipotecas y
alquileres.
Que el dinero público no se use en beneficio de los bancos y capitalistas.
Ninguna subvención de ningún tipo para los grandes propietarios.
Elaborar un plan de obras públicas para generar empleo digno para los
desempleados.
Exigimos la apertura de los libros de cuentas de todas las empresas.
Queremos saber, después de quince años de beneficios exorbitantes, adónde
fue a parar toda la riqueza generada por nuestro trabajo.
Nacionalización bajo control obrero y con indemnización en casos de
necesidad comprobada, de la banca y cajas de ahorro, así como de las grandes
empresas y latifundios que controlan los resortes fundamentales de la
economía.
Con todos estos recursos sí será posible planificar un plan de inversión:
Garantizando un empleo de calidad para todos.
Manteniendo nuestro poder adquisitivo
Invirtiendo en tecnología, infraestructuras y en gasto social
Miguel Jiménez