Los asaltantes, fuerzas contrarrevolucionarias que en número de 1500 hombres, bien pertrechados y organizados militarmente, tenían como propósito destruir la ciudad, asesinar a los dirigentes del MPLA (Movimiento Para La Liberación de Angola) y del gobierno, secuestrar a nuestros maestros y maestras, médicos y enfermeras, y varias decenas de constructores y de europeos y llevarlos atados en larga marcha hacia su base situada a algo más de mil Km., en las profundidades de la llamada provincia de Cuando Cubango, su lugar de refugio y que siempre estuvo bajo la sombrilla de la pérfida Sudáfrica racista que despreciaba al hombre de piel negra.
Ni las sorpresivas acciones de los asaltantes, ni su relación numérica de 1 combatiente civil por 10 enemigos, ni su extraordinario poder de fuego, pudieron cumplir sus propósitos.
La estrecha unidad con la dirección civil del gobierno provincial angolano y la dirección del contingente con planes previamente concebidos, la rapidez en la movilización de los colaboradores con sus armas y municiones, el derroche de valor, el sentido ético y moral de pertenencia a la tierra que defendían como si fuera su propia Patria permitió rechazar una y otra vez las numerosas embestidas del terco enemigo que sufrió, en su empecinamiento, cuantiosas bajas.
Durante cinco horas fue tenaz la resistencia, aniquilaron a los francos tiradores enemigos, sus ataques los rechazaron una y otra vez frente a la iglesia, zona donde se realizaron los más fuertes y cruentos combates y donde cayeron heroicamente los maestros Héctor Pineda, Alfredo Guillot y Lázaro Molina. Ellos no habían nacido cuando el maestro Frank País, entregó su vida por la liberación de la Patria, y por azar histórico todos tenían las mismas edades.
Cayeron también los constructores Julio Cifuentes Roque, Gabriel Amarán García, Osvaldo Segarra Jaca, Reinaldo Almaguer Silva quienes con sus otros compañeros habían levantado dos edificios y numerosas viviendas. Fueron dignos sucesores del constructor y combatiente Armando Mestre joven asaltante al Moncada, expedicionario del Granma combatiente de Alegría del Pío y luego sorprendido y asesinado por los esbirros de la tiranía de Batista.
Resultaron gravemente heridos Roberto Domínguez, maestro, Jesús Rodríguez, maestro, y los constructores Julián Mitchel, Orlando González y otros 16 colaboradores combatientes.
Resultaron muertos en el combate, los dirigentes angolanos Armando Pereira, secretario general de los sindicatos, Fernando Albano, director Provincial de la Agricultura, y Antonio Domínguez Adeus, director de protocolo del gobierno provincial.
La resistencia fue tenaz, los combatiente internacionalistas con escasas municiones, mediante emboscados y disparos a disparos, resistieron juntos a sus hermanos angolanos, durante cinco horas, hasta la llegada de nuestra fuerza aérea y de las tropas de desembarco helitransportadas, dirigidas por el Coronel Carlos Lahite, ya fallecido. El carácter de la intensidad de los combates está dado por el número de bajas donde perecieron 7 cubanos y 19 resultaron heridos graves y cerca de 300 angolanos muertos entre milicianos y civiles, según datos del gobernador Ramos Da cruz y se registró la cifra de 50 muertos de las fuerzas contrarias.
La rápida reacción e intervención de nuestra Misión Militar en Angola hizo huir a los enemigos, quienes fueron perseguidos y durante su evasión sufrieron numerosas bajas. Dos combatientes cubanos cayeron en la implacable persecución.
A sólo tres años de iniciar nuestra doctrina militar de la Guerra de Todo el Pueblo, un pequeño destacamento de civiles a diez mil kilómetros de distancia de su Patria protagonizó heroicamente la primera acción que confirmaba la justeza de la doctrina militar de defensa de la Patria, “la guerra de todo el pueblo”.
Quedó frustrada la intentona contrarrevolucionaria y frustrado el despliegue mediático de los principales órganos del imperio.
A sólo 7 meses y 15 días de la humillante derrota en la localidad de Cangamba, del bien armado y asesorado por Sudáfrica y los EEUU, de las fuerzas contrarrevolucionarias, estas sufren una nueva derrota en Sumbe.
El cabecilla de la contrarrevolución angolana buscó un desquite para justificar sus costosas derrotas militares antes sus reclamantes jefes sudafricanos y norteamericanos y hace estallar una potente carga explosiva a los 25 días del fracaso de Sumbe en un edificio de la ciudad de Huambo donde moraban los colaboradores cubanos de la construcción, 15 de ellos perecen. En el desfile del Primero de Mayo del mismo año, en la ciudad de La Habana, se le rindió tributo por cientos de miles de trabajadores y sus fotos enarboladas por las manos del pueblo trabajador.
Cuatro años, exactamente después de Sumbe, el 23 de marzo de1988 es definitivamente derrotado el ejército sudafricano en la histórica batalla de Cuito Cuanavale. Victoria cubano-angolana y namibiana que produjo un cambio radical y definitivo en el cono sur africano. Pocos años más tarde el propio pueblo angolano, sus fuerzas armadas y su gobierno darían cuenta definitiva de los traidores y de su secuaz jefe.
Sumbe constituye una página histórica de la juventud cubana en misiones internacionalistas. Consolidó y amplió la colaboración con Angola, con los países africanos, latinoamericanos, caribeños y asiáticos. Hoy algo más de 50 mil cubanos profesionales prestan sus servicios y su inteligencia en decenas de países del llamado tercer mundo
En el curso de los combates que se realizaron en la ciudad, hubo hechos destacados como lo describió en su momento el Segundo Secretario del Comité Central General de Ejercito Raúl Castro, quien señaló:
“Allí en Sumbe en las primeras horas del 25 de marzo, 3 colaboradores cubanos entre ellos un médico, que se hallaba visitando una familia angolana en las proximidades de la ciudad fueron sorprendidos por la avanzada de los bandidos que, aprovechándose de que se trataba de civiles desarmados les hicieron prisioneros.
Unas horas después cuando los trasladaban en un vehículo descapotado hacia el centro de la ciudad, que erróneamente los bandidos creían en su poder nuestros tres compañeros prisioneros se dieron cuenta de que los llevaban a una posición ocupada por nuestras fuerzas.
En esos momentos, el médico cubanos se abalanzó sobre sus captores y arriesgando su ida y la de otros colaboradores dio la alarma para que nuestras fuerzas dispararan sobre ellos y aniquilaran a los bandidos como efectivamente ocurrió, y aprovechándose la sorpresa los tres lograron salir lesos”
El valiente médico de Artemisa llamado Antonio González conocido por Tony fallecido a quien le rendimos tributo, recuerdos y difundimos su ejemplo.
La actitud de las 39 mujeres cubanas las describe el General de ejército Raúl Castro: “Fue igualmente heroico el comportamiento de las compañeras cubanas, que aunque no disponían de armas, conservaron en todo momento la serenidad, ayudaron moralmente a los combatientes y agruparon a las mujeres de otros países que el enemigo pretendía también secuestrar.
Hay que subrayar que el hecho de que en Sumbe no habían tropas cubanas, ni tropas de las FAPLAS, ni un solo oficial de las FAR. La resistencia y el combate fueron organizados y dirigidos por el representante de nuestro Partido ante las autoridades angolanas de la provincia de Kwanza Sur, por un Teniente Coronel de nuestro Ministerio del Interior y por los jefes de los Contingentes de la Construcción y Educación”.
He citado varias veces la participación del gobierno de los EEUU en todos estos hechos vandálicos, que ocurrieron durante el gobierno de Ronald Reagan y luego continuaron con sus sucesores.
Reagan en sus primeros años de su primer mandato aprobó un grupo de medidas, dirigidas especialmente para destruir la Revolución cubana o asestar fuerte golpes a su colaboración internacionalista en Angola, o planificar hechos delictivos directamente contra Cuba. Los enumero: el linkage que fue el de vincular la independencia de Namibia a la previa retirada de las tropas internacionalistas cubanas de Angola; compromiso constructivo con el apartheid sudafricano; suspensión de la enmienda Clark equivalente a la suspensión del embargo de armas a la fuerza contrarrevolucionaria; recibimiento con todos los honores en la Casa Blanca al jefe de la contrarrevolución angolana a quien le hizo entrega de armas sofisticadas.
Creó el grupo mafioso cubano americano asentado en Miami, con presupuesto y libertad de acción directa contra Cuba. Todas las acciones contrarrevolucionarias surgidas de este mandato y de los sucesivos mandatos a Reagan fueron destruidas o neutralizadas. La mafia siempre ha actuado bajo la sombra que le presta el Imperio, y dentro de esa sombra tuvieron que trabajar para defender su Patria los Cinco héroes cubanos. Defendieron su Patria y defendieron la Patria de Abraham Lincoln.
Ellos sufren absoluta e injusta prisión desde hace algo más de 10 años, los compañeros, Gerardo Hernández Nordelo, Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González LLort y René González Sehwereret.
Los Cinco son héroes de la Patria, ellos representan todos los valores que hacen sublime a la especie humana, representan al combatiente de Quifangondo y de Cabinda, de Ebo y Cangamba, de Sumbe y Cuito Cuanavale y de todas las grandes batallas libradas en tierras lejanas a su Patria.
Ellos representan al medico que salva vida, alivia dolores .o devuelve la vista al ciego, al maestro que enseña a leer y escribir, al constructor que levanta hospitales, viviendas construye caminos, al soldado que vigila las fronteras de la Patria
Ellos vendrán, más temprano que tarde. Luchará la humanidad y el propio pueblo norteamericano por su libertad. Los ejecutores de los preceptos legales no envilecerán la justicia norteamericana, porque ellos mismos quedarían envilecidos.
Este 25 aniversario de la Batalla de Sumbe ha sido jornada de evocación y rendimiento de cuentas a los que cayeron en combate, a los que resistieron. Nada ni nadie debe ser olvidado. hasta aquí.
Un libro histórico donde se recoge en detalles todas las incidencias de este hecho épico ha sido terminado por el general de Brigada Amel Escalante, el cual está en fase de revisión. Una filmación que coordina el general de Brigada Enrique Acevedo, y con la dirección del cineasta Eduardo Moya, se trabaja en el propio lugar de los hechos, es decir en la ciudad de Sumbe.
Merece recordar el mensaje que nuestro Comandante en Jefe dedicó a los victoriosos combatientes de Sumbe.
A LOS COLABORADORES INTERNACIONALISTAS CUBANOS EN SUMBE PROVINCIA DE KUANZA SUR REPÚBLICA POPULAR DE ANGOLA.
Queridos compañeros
Ha llegado hasta nosotros el emotivo y alentador mensaje donde ustedes dan cuenta, con ejemplar modestia, de la victoriosa batalla que libraron frente a fuerzas contrarrevolucionarias varias veces superiores en número y armamento, el pasado 25 de marzo, junto a los combatientes angolanos de los órganos de defensa y seguridad y de las milicias de los trabajadores de Sumbe, bajo la dirección del Comando Unificado de Defensa Popular.
La heroica y resuelta batalla de ustedes, hizo posible la actuación de nuestros audaces y valientes pilotos de combate en apoyo a los defensores de Sumbe, y el envío de refuerzos para quebrar y poner en desbandada a un enemigo desconcertado ya ante la inesperada y tenaz resistencia que impedía el progreso de sus criminales planes.
Desde el propio domingo 25, conocimos del desarrollo de este enfrentamiento desigual que ustedes protagonizaron durante 10 horas de arrojo y heroísmo, ocasionando una derrota de alcance estratégico a los planes del imperialismo, a los racistas y sus fantoches contra la Revolución Angolana.
Al rechazar el ataque y poner en fuga a los agresores, ustedes cumplieron el sagrado deber de resistir y no rendir jamás nuestras armas ante el enemigo, por poderoso que éste pueda ser. Con ello prestaron de forma consciente y resuelta un inestimable servicio a la causa del pueblo angolano, que hubiera sufrido un serio revés si en la compleja coyuntura actual, las fuerzas que actúan como instrumento del imperialismo y de los racistas sudafricanos, llegan a tomar Sumbe y secuestran y someten a cautiverio, como se proponían, a centenares de colaboradores extranjeros.
En los combates de Sumbe ustedes demostraron nuevamente la determinación de ser fieles al legado de los combatientes y luchadores cubanos, que desde las guerras de independencia fueron capaces de sobreponerse a las más adversas situaciones y no se amilanaron nunca ante el poderío del enemigo.
Triunfaron en Sumbe las profundas convicciones internacionalistas que son hoy patrimonio y orgullo de nuestro pueblo, y que hacen de constructores, maestros, médicos intrépidos y tenaces combatientes que no raparan en sacrificios, ni aún en el de sus vidas, antes de ceder sin combatir un palmo del suelo que defienden como a su propia patria, antes de que caiga en manos de traidores la bandera hermana, cuyo honor salvaguardan junto al de nuestra gloriosa enseña de la estrella solitaria.
He compartido con todos los compañeros de la más alta Dirección de nuestro Partido y de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, la satisfacción mas profunda por el ejemplo que para nosotros representa el heroico comportamiento de los defensores angolanos y cubanos de Sumbe, por la estrecha unidad y fraternidad de combate forjada entre ambos pueblos, por el crisol de curtidos obreros y jóvenes profesores y médicos que simbolizan la decisión de lucha de todo el pueblo cubano, por la certeza de que nuestras mujeres, serenas y solidarias, habrían participado también en la batalla con el mismo heroísmo, de haber tenido armas para sumarse a los que en el Comisariado Provincial, en los accesos a la ciudad, en la imborrable página de los que cayeron tratando de alcanzar las alturas de las antenas y en el contraataque desde las instalaciones de los Guardafronteras, que hicieron de Sumbe, un bastión inconquistable.
La patria se siente orgullosa de ustedes e inclina sus banderas de combate ante los siete héroes caídos.
Reciban todos ustedes, queridos y admirados constructores, médicos y cuadros de dirección, un fuerte abrazo de gratitud, de admiración de profundo cariño, extensivo a sus hermanos de lucha angolanos.
Fidel Castro Ruz
Comandante en Jefe
Dr Rodolfo Puente Ferro