El año pasado fueron 8, este año 14 provincias iniciaron el ciclo lectivo con medidas de fuerza. Los reclamos son comunes: rechazo a un salario básico raquítico, al pago de sumas en negro, a escuelas destruidas y a la nueva ley de educación.

Es evidente la férrea intención de la CTERA de mantener dentro de los límites provinciales el conflicto docente, evitando así su nacionalización. Y aún más, impedir la unificación de la lucha con los estatales, a pesar de que pertenecen a la misma central de trabajadores (CTA).

Agradezcamos compañeros, por este cuadro nacional, al aún titular de la CTERA, y flamante secretario general de la CTA, Hugo Yasky, quien acumula ya demasiados compromisos con el actual gobierno. Yasky garantizó el lanzamiento de campaña de Daniel Filmus con dos gestos: la promulgación de la nueva ley de educación con una movilización de la CTERA en su apoyo y avaló el actual salario docente.

La educación forma parte de una política de estado, en la cual el gobierno de Kirchner se muestra "progre", en tanto los recursos naturales continúan en poder de las multinacionales, se sigue subsidiando a las empresas del transporte, a los ganaderos, etc, y como corolario, la semana pasada prorrogó por dos años el beneficio de que gozan desde 2001 los colegios privados de mantenerles los aportes patronales entre un 4 y un 7%.

Proponemos, para revertir esta situación, la necesaria participación de los docentes en las discusiones de escuela, reuniones interescuelas, regionales, zonales, autoconvocatorias, etc. Es decir, toda aquella organización que posibilite la conformación de un frente o coordinadora que rompa con estos métodos burocráticos.

En síntesis, no veamos más por TV aquello que tendría que ser decidido por nosotros.

Marzo 2007