El martes 13 de abril, la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA),
junto a la mayoría de los Centros de Estudiantes y diferentes corrientes
estudiantiles de la Universidad de Buenos Aires (UBA), se movilizaron a la
Facultad de Derecho para denunciar "la antidemocrática reelección de Rubén
Hallú como Rector de la UBA" para el periodo 2010-2014. Los estudiantes a
través del acto de repudio lograron demorar por algunas horas la asunción
del Rector.
Por ANRed - Sur
Para lograr hacer oír su voz, los estudiantes ingresaron al salón de actos
de la Facultad de Derecho, donde por medio de carteles y cantos expresaron
sus demandas: "democratización del gobierno de la UBA","educación pública",
"no a los fondos de la Minera Alumbrera", "no al procesamiento de los
Estudiantes y contra la criminalización de la protesta social", entre otros
reclamos.
Mientras tanto, Hallú a través de los medios masivos de comunicación dijo
que los estudiantes presentes eran "grupos que buscan el desorden, no
proponen un modo correcto de cambiar las cosas", "muchos de estos grupos
buscan prensa e imagen, y entonces tienen que armar un show y hacen cosas
que no permiten la vida democrática" (Página /12 14-04-10). Además, el
Rector puso en duda de que los presentes fueran estudiantes: "habría que ver
si son estudiantes" declaró en un video que circuló por el multimedios
Clarín.
Por su parte, algunos de los estudiantes presentes en un comunicado que
circuló hoy afirmaron que Hallú "pretende desconocer que quienes nos
manifestamos hoy tenemos 4 de los 5 consejeros superiores de la Universidad,
fuimos elegidos mediante el voto obligatorio de todos los estudiantes de la
UBA."
Las declaraciones del Rector de la UBA son una paradoja si se toma en cuenta
el marco en el cual se realizó la Asamblea Universitaria para elegir rector
de la Universidad en diciembre pasado y como es el actual sistema de
gobierno de la UBA.
En diciembre pasado se realizó la Asamblea Universitaria para elegir rector,
otra vez como en el 2006 fue realizada en el Congreso Nacional, aun cuando
lo que correspondía estatutariamente era que se haga en una institución de
la UBA respetando la autonomía universitaria de la misma. Con sólo 144 votos
y en 15 minutos se "eligió" a Rubén Hallú como Rector, avalado por un
pequeño grupo de consejeros, un Congreso Nacional vallado, una formación
especial de Subte de la empresa Metrovías para hacer llegar a estos
consejeros y de la fuerza de la Policía Federal e Infantería que reprimió a
estudiantes y docentes y dejó un saldo de varios heridos.
Además, 92 consejeros no participaron de la Asamblea, 33 de los cuales no
pudieron ingresar y fueron golpeados en uno de los controles de acreditación
del Anexo de la Cámara de Diputados. Respecto de esta situación Hallú
responsabilizó a los estudiantes de impedir el ingreso de los consejeros y
dijo que en el caso de que hubieran podido ingresar lo hubieran votado a él.
Sin embargo, la obstrucción mediante vallado policial se realizó por orden
de Hallú 24 hs antes. Varios de los consejeros que no pudieron ingresar en
su momento denunciaron la irregularidad de esa Asamblea. El Consejero
Estudiantil por Exactas denunció que "la seguridad interna del Congreso y la
policía nos golpeó y nos retuvo en la entrada del Anexo de Diputados y de
esta forma impidió que ingresemos a la sesión.
Cómo funciona el sistema de gobierno de la UBA
La UBA conserva un sistema de gobierno que decide cada cuatro años a puertas
cerradas al Rector de esa institución. Mientras en la UBA hay 300 mil
estudiantes, 40 mil trabajadores docentes y 10 mil trabajadores no docentes,
en la Asamblea Universitaria sólo votan 236 autoridades (109 consejeros
profesores, 57 graduados y 57 estudiantes, más los 13 decanos de las
facultades). La gran mayoría de los docentes no vota a sus representantes en
esta Asamblea, así como no tiene representación ningún trabajador no docente
de la UBA.
Esta estructura de gobierno que la gran mayoría de la comunidad
universitaria exige que se democratice es la base por la cuál Hallu puede
ser reelegido como Rector sin un mínimo debate en torno a los lineamientos
de la Universidad más importante del país, elegido en 15 minutos e
incumpliendo con "su promesa" hecha en el 2006 de "comenzar un proceso de
democratización."