El ultimo camelo de Uribe y la quinta columna
Como revolucionarios debemos tener en cuenta las enseñanzas de Jorge Dimitrov trasladadas a Latinoamérica; “hay que tener en cuenta el espíritu vivo revolucionario del Che, combativo, resuelto contra la clase parasitaria y corrupta”, y no la letra, que es en la cual muchos quintacolumnistas se han anclado y juegan con dos barajas. Eso no es rendirle homenaje al Che aplicando su legado, eso es asesinarle día a día.
En la última fase del conflicto colombiano; es decir, desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán, hasta ahora, ha causado más de un millón de muertos y más de otro millón de exiliados, lo que sería similar a la negra dictadura franquista, instaurada en España por los nazis, con una diferencia: que el franquismo asesinó 1.005.000 españoles en menos de una década y en Colombia lo han hecho de manera pausada, al estilo de Israel: hoy 15, mañana 40, al otro día 4 y de cuando en cuando una masacre de 5.000, como cuando exterminaron la Unión Patriótica, exterminio que ninguno de los personajes que se entrevistaron con el presidente Hugo Chávez mencionó, y eso es muy triste, todos se limitaron a pedirle a las FARC-EP que libere a los prisioneros de guerra que tiene en su poder, nadie mencionó las masacres que han llevado a cabo los para-militares con la cobertura del ejército. Nadie le pide nada a Uribe.
Al parecer Uribe no quiere que los prisioneros de guerra farianos que tiene en su poder, vuelvan al monte, y ya se está comentando de expulsarlos al extranjero, eso sentaría precedente y sería como negarle a la oposición colombiana el derecho a vivir con dignidad en su tierra natal y sin temor a ser asesinados por los escuadrones de la muerte y el “ejército oficial buscando falsos positivos". Lo que nadie comenta es que para iniciar un verdadero proceso pacificador también tienen que salir de Colombia y con más razones, los centenares de instructores gringos y los mercenarios de Israel etc. que adiestran al "ejército oficial” para que asesine a su propio pueblo.
El presidente Hugo Chávez suele mencionar con frecuencia esa frase de Simón Bolívar que dice: “Malditos sean los soldados que disparan contra su pueblo” Pues esa frase Sres. no debe ser para embellecer discursos, es un principio sagrado que debe tener grabado cada joven al ingresar en el ejército. La pobreza y los problemas laborales no se pueden resolver asesinando de una manera cobarde y rastrera a los obreros y agricultores.
¿Hasta cuándo los obreros y los campesinos van a seguir poniendo los muertos para que los ricos se repartan los dividendos?
Dos puntos a destacar de lo mucho que podríamos decir.
La mayoría de los combatientes nicaragüense que lucharon contra Somoza terminaron marginados y revolviendo en los vertederos de basura en busca de un poco de mierda para comer. Si a eso se le puede llamar comer. Cuando el huracán Mitch, en plena catástrofe, Violeta Chamorro, decretó la devolución a los terratenientes de los terrenos que la “revolución” sandinista había entregado a los pobres. Y el “revolucionario” Daniel Ortega afirmó que Venezuela, a través de una corporación, está dispuesta a comprar a este país centroamericano de entre 1,000 a 4,000 toneladas métricas de carne bovina.
La extrema derecha Salvadoreña después de timar al FMNL, publicó abierta y descaradamente “hemos conseguido en el papel, lo que no pudimos conseguir en el campote batalla” y a continuación asesinaron y envenenaron a los mejores comandantes guerrilleros del FMLN. En Colombia las AUC ahora se llaman águilas negras, también en aquella época el “gobierno” criminal del Salvador le cambió el nombre y el color del uniforme a los escuadrones de la muerte, llamada fuerza “pública”.
En realidad el imperialismo lo que necesita con urgencia es liberar fuerzas para destruir el proceso bolivariano de Venezuela y esa fuerza está en Colombia, por eso se han creado este camelo a ver si los comandantes farianos pican.
Como obrero revolucionario no creo que los comandantes de las FARC-EP, hoy por hoy, estén decididos a reconciliarse en los cementerios, el que tenga la suerte de terminar en ese recinto.
Detrás del “gobierno” colombiano está el imperialismo yanki y toda la reacción internacional con millones de armas, detrás de las FARC-EP no hay nadie, pues la solidaridad que expresemos los simpatizantes de la izquierda no sirve para comer y mucho menos para parar las balas.
Lenguaje de la reacción:
Un padre intenta conseguir comida para sus hijos; es un delincuente
En ese intento cae asesinado por un disparo de la fuerza “publica”: era terrorista
Muere un rico ajusticiado por la desesperación de los pobres; fue víctima de un acto terrorista.
Los pobres siempre somos potenciales terroristas. Cuando denunciamos los abusos de “autoridad”, hacemos apología del terrorismo.
24 ˆ 08 ˆ 07 Tamarant
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