Desde este modesto bastión, plebeyo, empecinado y
consecuente, desde el llano, casi desde la soledad a que nos conduce todo el
andamiaje mediático, cultural y político, nos proponemos hacer un llamado a
la reflexión serena y profunda de todos los militantes abnegados, de todos
los que en menor o mayor medida han contribuido a las luchas de nuestro pueblo
por lograr objetivos de igualdad, de justicia social, en fin, de bienestar
colectivo de nuestra sociedad.
Refundación comunista no es un grupo iluminado y redentor, que se levanta en
forma grandilocuente para estampar ante la historia su voz altisonante y
petulante, para el registro bibliotecario de los acontecimientos políticos
del presente.
Somos un modesto destacamento que nos hemos comprometido a sostener los
principios del socialismo científico, de la necesidad de construir un partido
de la clase obrera independiente de todas las demás, asentado en la propia
clase para llegar al poder político y transformar la sociedad a través de la
socialización de los medios de producción.
No somos anarquistas. Creemos en la organización y la lucha política para la
toma del poder político.
No somos mesiánicos. No pretendemos por tanto, que un grupo de elegidos
realice la gigantesca tarea que implica la revolución socialista.
Somos hoy una pequeña voz, modesta cuantitativamente, pero enorme desde el
punto de vista de los intereses históricos de nuestra clase.
No nos es indiferente el desarrollo concreto de la lucha política de nuestro
pueblo, y por lo tanto, pretendemos participar en los diferentes frentes en
que se desarrolla dicha lucha.
Hoy, después de décadas de combates y de acumulación de las fuerzas
populares, los dirigentes del FA han abdicado totalmente del programa histórico
de la clase obrera, expropiando toda esa acumulación y dirigiéndola hacia la
conciliación con el capital financiero internacional, transformándose estos
mismos dirigentes en verdaderos gerentes del Imperialismo.
La derecha política, vernácula, venida a menos por los estrepitosos fracasos
de los proyectos impulsados por los partidos tradicionales a través de décadas,
con dictadura incluida, se afilan hoy los dientes pensando que podrán
alcanzar nuevamente la dirección del estado y ajustar algunas cuentas
pendientes con los trabajadores, que en el marco de algunas oscilaciones han
alcanzado pequeñas concesiones a través de este gobierno.
En el FA, su dirigencia compite para ver quien engatusa mejor a la masa enorme
de frenteamplistas que se aferra con uñas y dientes a viejas banderas que
estos jefes han abandonado en la práctica, pero que aún flamea en la
conciencia de estos militantes.
Para éstos, la vuelta a los partidos tradicionales es un retroceso histórico
y no tienen en cuenta que la política económica y la política internacional
de este gobierno es una mera continuación de las políticas de la coalición
blanqui-colorada.
Los dirigentes del FA estafan las creencias populares, se basan en ellas,
hablando de cambio, de justicia y hasta de revolución, bastardeando las
palabras, apelando al corazón de la masa enorme de frenteamplistas honestos,
con el fin de seguir aplicando el mismo programa de gerenciamiento del
capitalismo internacional.
En medio de este marasmo, de este travestismo político e ideológico, se alza
nuestra voz junto a la de cientos de militantes consecuentes de otros
agrupamientos políticos nucleados hoy en Asamblea Popular.
No estamos fundidos en una misma organización, mantenemos diferencias en
aspectos ideológicos, organizativos e instrumentales. Tenemos discrepancias
en algunos casos hasta en el enfoque discursivo. Pero estamos comprometidos en
alcanzar acuerdos que nos permitan abrir una perspectiva esperanzadora para
los miles de decepcionados con esta dirigencia del FA.
Empezamos a construir un camino que es posible, que es viable, que no será
corto ni fácil pero que es imprescindible para alcanzar los objetivos históricos
de la clase obrera.
Marchamos por tanto, a paso firme, colocando ladrillo sobre ladrillo,
contribuyendo a la refundación del partido de la clase obrera y a la unidad más
amplia de los grupos y sectores comprometidos con la liberación nacional y el
socialismo.
Desde esta tribuna llamamos a todos los camaradas, a todos los militantes
honestos a reflexionar si la lucha debe seguir este camino o si por el
contrario, se conformarán con ser el ala izquierda del proyecto
pro-imperialista encarnado por los dirigentes del FA.
Refundación Comunista de Uruguay