¡Qué época nos tocó vivir! Los Amos del mundo,
propietarios casi monopolistas del arma nuclear, maestros nazis de la
propaganda alienante, policías genéticos del alimento mundial, espías
autolegitimados de la intimidad de todos, saqueadores de la Biodiversidad,
genocidas sin precedentes, dueños de la nanotecnología y del mal desarrollo,
han encontrado en Obama su más astuto, perverso y traicionero líder político
militar.
Ahora se dedican a controlar el clima, producir sequías e inundaciones en
países "rebeldes" y zonas liberadas, y hasta pueden crear el vacío atmosférico
sobre una ciudad para producir la muerte instantánea de todo lo vivo. A la
Geoingeniaría se le suma ahora el llamado "High Frequence Active Auroral
Research Program", o sea, la generación en Alaska de poderosas ondas las
cuales, reflejadas en satélites, lo mismo alteran un ecosistema que la
actividad cerebral de una población. ¿Y qué pasa con los tsunamis y los
terremotos?
Lo cierto es que en el cielo, junto a lo colores tradicionales de amaneceres y
atardeceres junto con las estelas de hielo de los aviones, aparecen
"inexplicables" trazos coloreados. Los pilotos les llaman "chemtrails". Son un
anuncio del poder de los Amos del Mundo.
¿Está todo perdido?
La revolución, no la reforma, es el único horizonte de salvación para la
Humanidad.
Hay sobrados datos de la realidad continental y tercermundista que demuestran
que la liberación nacional de los pueblos es invencible. Por cada golpe
recibido hay diez golpes de respuesta, pero su diversidad, y las diferentes
culturas en las que estas respuestas se expresan, a veces nos impiden percibir
la dimensión y la creatividad de la lucha popular planetaria.
La maraña económica, productiva y financiera de la Organización Mundial del
Comercio obliga a los estados liberados a políticas prudentes en la línea
insoslayable de la socialización. De todos modos la línea divisoria entre la
prudencia revolucionaria y la entrega oportunista de los gobiernos traidores
se expresa aún hoy en tres aspectos fundamentales: 1) el tema de la tierra, 2)
el armamento popular y 3) la actitud política de los opresores: cuando hay
gobierno revolucionario, los opresores se lanzan a la conspiración y al
golpismo; cuando huelen claudicación, se llaman a silencio y garantizan la
gobernabilidad.
¿Qué podemos hacer en esta coyuntura oriental tan compleja, de demagogia y
dobles discursos, cuando somos incomprendidos a veces hasta por algunos
hermanos revolucionarios del continente?
En primer lugar mantener en alto la bandera de la solidaridad con todos los
que luchan, desde los Sem Terra hasta la iglesia tercermundista, desde las
FARC y el EPP paraguayo hasta los estados revolucionarios que iluminan nuestra
esperanza, en primer término Cuba, Venezuela y Bolivia. Por encima de serias
controversias metodológicas que están instaladas entre nosotros, no podemos
perder la brújula del movimiento continental. La solidaridad debe ser
práctica, como la que recibió en 1820 aquel chasque artiguista que llegó a Río
de Janeiro con dinero para los presos políticos orientales. La solidaridad es
reciprocidad y mañana puede ser supervivencia.
Pero no alcanza con la necesaria solidaridad práctica.
A fines de este año el gobierno Mujica-Astori estará profundamente
desprestigiado. ¿Qué puesto de lucha podremos ofrecer a sus seguidores de hoy
que ya los estarán maldiciendo por entonces?
Para eso es necesario ocupar las tribunas necesarias mientras se trabaja en
organización interna, en formación política, en investigación social, en
unidad y coordinación local.
Las elecciones municipales de mayo son una tribuna para debatir y comunicarnos
con el pueblo trabajador. Lejos de nosotros toda ilusión electoralista. No
vamos a legitimar el proceso; vamos a denunciar sistemáticamente su
manipulación esencialmente antidemocrática. Pero vamos a estar.
Ya estamos. Con modestia y abnegación revolucionarias un puñado de compañeros
están allanando las trabas legales establecidas para jodernos, están pensando
en cómo juntar peso a peso la plata necesaria, en cómo romper el muro de
silencio que ya conocimos.
Quizás no queden en los libros de Historia los nombres de esos compañeros,
pero aunque algunos sean olvidados en el papel, seguirán en el corazón del
pueblo; su sacrificio se recordará por siempre. Es más gratificante el
discurso encendido que la oscura labor cotidiana ¿pero qué vale lo primero sin
lo segundo?
La propia estructura departamental de las elecciones obliga a los núcleos de
base de la AP ya consolidados a coordinarse y constituir desde ellos una
instancia departamental permanente, embrión de la estructura definitiva de la
AP. Allí se van estableciendo candidatos y plataforma electoral departamental,
en medio de necesarios y saludables debates en el marco de las 40 medidas ya
aprobadas. Allí se consolidará la organización inspirada en el espíritu
inclaudicable que nos asegure seguir luchando aún en las condiciones más
adversas; allí se hablará de huerta orgánica, deporte y cultura, tierra y
vivienda, salud y trabajo, violencia social y organización social de base, se
tendrá presente el insulto antidemocrático que hoy representan las cárceles y
el INAU. Pero ante todo, se hablará de esperanza. Pensar colectivamente en
políticas públicas (sin ilusiones en la institucionalidad burguesa) es una
escuela de Poder Popular participativo.
Mayo está ahí. Aunque lo duden algunos compañeros de integridad
incuestionable, hermanos en las barricadas del futuro, el camino de la
revolución continental, bolivariano y artiguista, pasa también por las
municipales de mayo.
Gonzalo Abella