16/12/2007
ARGENTINA, CTA FLORES:
VENEZUELA: SEMBRANDO CONCIENCIA, HUMILDE APORTE PARA EL DEBATE
Antes de comenzar a desgranar, algunas ideas, con respecto a lo acontecido en la República hermana bolivariana de Venezuela, este activo está obligado a reconocer que estos elementos, vistos desde el punto de vista de la ideología política, no son nuevos, sino que hace tiempo las venimos discutiendo en la intimidad. Lo preocupante, es que por una clara falla ideológica, no hemos sido capaces de discutirlas con nuestros compañeros y, lo más grave, es que tampoco se lo hemos dicho, a un número importante, de compañeros venezolanos, funcionarios y militantes con los cuales hemos compartido momentos de fraterna discusión y siempre, hemos limitado injustamente, pronunciarnos con estos postulados, por cierto discutibles y, solicitamos sean sometidos a despiadada crítica. Posiblemente y a modo de explicación, nos obligamos a aclarar, que los años y años de terrorismo de Estado, el cual, genocidio mediante, ha triunfado ideológicamente, imponiendo un cerrojo, en el inconsciente colectivo, donde la clase dominante al servicio del imperialismo, ha impuesto, sobre nuestros pueblos, la llamada, entre nosotros, "cría del proceso", culturalmente vigente, sin duda, ha influenciado sobre nuestro espíritu crítico (permítasenos la licencia de utilizar la palabra "espíritu", como englobante subjetivo, del "pensamiento critico"). Es así que nos acostumbramos, con toda la carga ideológica del espanto, que significa el "acostumbramiento", a pensar, que los procesos de liberación, cuando apenas despuntan, debemos tratarlos como una "cajita de cristal", con la errónea idea de que así, crecerán. Craso error, más allá que esto ha sucedido muchas veces en la historia y podríamos justificarnos, enumerando una serie de acontecimientos en la Argentina y en el mundo, donde se han cometido omisiones parecidas, pero no hemos llegado hasta aquí para justificarnos, sino esencialmente decirnos y decir algunas cosas, que estábamos obligados a haberlas expresado en tiempo y forma, prometiéndonos y prometiendo, que nunca más, abusaremos de dicho comportamiento, por ser sumamente peligroso. Los treinta años, pasados, desde la pérdida de Allende en Chile (tomado como paradigmático), es motivo, más que suficiente, para entender, que un nuevo revés, nos puede costar, el mismo tiempo. Ésta, no es ni más ni menos, la aspiración de nuestra clase dominante, cipaya por definición del imperialismo, que retiene, en conjunto, los resortes esenciales, del poder, en todo el continente, Venezuela incluída y, eso no se puede permitir, más ahora, que se está acercando la capitulación definitiva del imperialismo, que ya fue política y ahora militar, en lo que nosotros llámanos: nuestros 900 días del Leningrado Soviético, o sea la resistencia del pueblo iraquí, que nos ha permitido cierto veranillo, en el crecimiento ideológico político de nuestros pueblos, aumentando así, la puja de clase, fundamentalmente en la recuperación de la soberanía. Esto, hará, que, en el intento de restauración de la iniciativa, en lo que consideran su patio trasero, impriman más violencia de clases, poniéndose más agresivos todavía, contra nuestros sufridos pueblos sudamericanos, por sus bienes, regados con prodigalidad, en general y, los energéticos en particular. La batalla del 2 de diciembre, es la primera que se ha librado, en esta nueva "etapa" (tómese esto con cierto beneplácito), donde hemos sido frustrados, pero que quede claro, fue malograda, toda la clase obrera y el campo popular latinoamericano, en general, el sur americano en partícular y, en todo caso, la singularidad, que le tocó protagonizar a los hermanos venezolanos y al comandante Chávez, ha sido, el de ser vanguardia en la porfía, pero la guerra continua, de todos nosotros depende el resultado. Por lo tanto, de aquí en más, aunque hablemos, esencialmente, de lo sentido, por los acontecimientos ocurridos y que siguen ocurriendo, en la República hermana, debe entenderse, que es más un intento, de explicar y hasta quizás expiar, nuestra propia falencia.
INTERROGANTES EPISTEMOLÓGICOS
Dos presupuestos epistemológicos o mejor dicho, dos interrogantes epistemológicos, van a signar el texto siguiente.
El primero es preguntarnos, ¿Por qué motivo, la nación bolivariana, debe primero legalizar los cambios, para después acometer su legitimación, cuando la experiencia histórica demuestra que siempre fue al revés?. Aunque debemos reconocer que este presupuesto fue victorioso, porque la constitución bolivariana, fue primero legalizada y después legitimada, con la lucha y, los resultados están a la vista, en gran parte, exitosos, pero así y todo, debemos preguntarnos, ¿Un salto cualitativo, de la envergadura, de este intento de Reforma, sobre todo porque toca resortes esenciales del poder, no debe legitimarse primero, para después legalizarse?. O sea, por ejemplo, nuestra reciente independencia forjada en mayo de 1810, se legitimó durante 6 años, hasta legalizarse en 1816 en Tucumán. Y después, la clase dominante, porteña, oligárquico ganadera, al servicio del imperialismo inglés, se fue legitimando a sangre y fuego, hasta que en 1853, mediante la Constitución, recién se legalizó, conformando el país a su imagen y semejanza, que todavía perdura, derrota mediante, del pueblo argentino. Es más, el intento peronista (véase como recorte), fruto de la gran movilización de la clase obrera de octubre de 1945, exitoso por cierto, esencialmente entre 1946 y 1953, se legitimó durante 3 años, para después legalizarse, en la Constitución de 1949, donde plasmó, su impronta, en el brillante artículo 40, insoportable para el imperialismo, que decidió en ese momento, lo que después forjaría en 1955, con el golpe de la fusiladora.
En suma, casi todas las experiencias, tanto revolucionarias, como restauradoras del régimen oligárquico imperialista, primero se legitimaron y después se legalizaron, sobre todo, cuando está en juego, el problema de la toma del poder; la diferencia, no menor, es que nosotros, pensamos, desde la micro política o micro historia, o sea, desde lo coyuntural, corriendo detrás del acontecimiento y ellos (los contrarrevolucionarios), piensan desde la macro política o la macro historia, o sea desde lo cultural y lo sistémico, imponiendo el acontecimiento. Tal es así, que para la clase dominante venezolana, corrida del centro, pero no vencida, que retiene substanciales resortes del poder, era mucho más importante derrotar, en esta batalla: la eliminación de la independencia del banco central, la modificación en la tenencia de la tierra y, la incorporación, a los resortes de decisión, de amplias capas, de los desposeídos venezolanos, que todas las sandeces, que le hicieron decir, en las iglesias y los templos protestantes, a toda la gilada pequeño burguesa, como por ejemplo: la eliminación de la patria potestad de los hijos o el intento de perpetuarse del compañero Chávez, etc. Lo que no saben o mejor dicho, no quieren reconocer, es que ahora le untan las manos, con dólares, como el caso, entre otros, de la supuesta conducción estudiantil y, que después, por los favores realizados, a la oligarquía aliada del imperialismo, solo le devolverán, las migajas, que caerán del plato al piso, de la mesa del festín.
El segundo interrogante, es el siguiente: ¿Es lícito plantearse, como lo han hecho, compañeros venezolanos probos, la sucesión del compañero Chávez en el 2013?. Nosotros entendemos que no, hay que seguir insistiendo con la reforma constitucional, en todos los puntos, incluyendo el de la reelección, aunque aumente el nivel de violencia, que la clase dominante le imprima a la puja y cambie, como consecuencia, la respuesta revolucionaria, en todo sentido de la palabra, que habrá que dar. El proceso revolucionario venezolano, intrínsecamente bolivariano, es sincrético por definición, o sea, el triángulo de la santísima trinidad, que, todavía hoy, puebla el inconsciente colectivo, en relación de la detentación del poder, por lo menos, en occidente. En el caso de Venezuela, en el lugar del dios padre, está Bolívar, es más, por insistencia, ahora es compartido por Fidel también, Chávez es el hijo y la Constitución, el espíritu santo (de ahí, las dificultades de apropiarse de su texto, por parte del pueblo, para cambiarla, aunque sea para mejor). Las muestras de dolor, en la puerta de Miraflores, el 2 de diciembre, inclusive el reproche, a los "judas", pero primordialmente el auto reproche, que se infligían, como, por ejemplo: no haber estado a la altura de los acontecimientos, cuando el comandante hasta "se juega la vida por nosotros", (reténgase este concepto con mucho cuidado), pertenecen a un incesante devenir de unción y comunión cristiana, entre el pueblo y su líder, que necesita, por lo menos, en esta etapa, para garantizar los cambios, que el Comandante, esté presente, reteniendo los resortes del poder, más allá del 2013, por supuesto acompañado y compartiéndolos con la clase obrera y el campo popular.
A LO PUNTUAL:
De aquí en más, nos referiremos, por supuesto como opinión, a lo ocurrido, específicamente con la vanguardia, por ser en este caso, la expresión concentrada, de todo el acontecer, en esta batalla, que la case obrera y el campo popular latinoamericano, ha perdido:
El intento de la reforma constitucional, es independiente del liderazgo del compañero Chávez. En primer lugar, sobre todo, porque, en el último tramo, la campaña, se la puso, él, al hombro, a sabiendas que los servicios de inteligencia, ya le informaban, de la clara posibilidad de perder y, en segundo lugar, porque asumió la derrota, como suya propia, también con el mismo criterio, poniéndosela al hombro. Si el resultado no fue el esperado, es secundario: en todo caso, sería el fracaso de una tentativa, no del CUESTIONAMIENTO, de la creación del poder popular en su conjunto. O SEA NO ES UN FRACASO ESTRATÉGICO, SINO UN REVÉS TÁCTICO. Pero este revés táctico, constituye en esencia, un desastre estratégico para la oligarquía y el imperialismo, depende del movimiento obrero y del campo popular, latinoamericano en su conjunto y, del venezolano, como vanguardia, que este desastre estratégico se materialice. Aunque esto último, sea difícil de ver, el hecho, que hayan que tenido que jugar todas sus cartas y mostrarlas, desde el quinta columnismo, principalmente inconsciente, porque es ideológico, dentro del propio movimiento popular bolivariano, hasta lo más ultramontano y ridículo, como jugar a toda la Iglesia y resto de confesiones, gastar millones de dólares, en trabajo sucio publicitario y ahora mismo, tratando de reconstruir la táctica, que le huye de la manos como el agua, golpeando sin parar al compañero Chávez, aun a riesgo de ser ridículos, hasta el hartazgo, entre otras cosas, DEMUESTRA PALMARIAMENTE, LA DERROTA, EN ESENCIA, ESTRATÉGICA, DE LA REACCIÓN.
Digamos para ser gráficos, los suramericanos estamos en este momento, librando la batalla de Junín, en un instante de la batalla, la misma estaba perdida, las fuerzas del imperialismo español, se habían hecho fuertes en el valle. La sangre de los americanos, se derramaba heroicamente a raudales, viendo esta escena desgarradora, Las Heras, se larga por el centro, del bien pertrechado ejército español, acompañado por 24 patriotas y una patriota, su compañera. Pocos llegaron al otro lado y él, con 17 lanzazos, dando vuelta definitivamente la suerte de la batalla. Sin ese hecho heroico, no hubiera existido Ayacucho, última batalla de la primera independencia latinoamericana. Hoy Chávez y el pueblo venezolano, es nuestro Las Heras y, como él, va a sobrevivir, a este nuevo Junín. Está en todos nosotros, poner lo que hay que poner, para poder librar el nuevo Ayacucho.
De ahí, que lo que fracasó en esta tentativa, por lo menos a nuestro juicio, no es sólo el grupo burocrático de dirigentes, o como incluso dice el compañero Chávez, que las cosas no estaban lo suficientemente maduras. Lo que fracasó el 2 de diciembre, fue la concepción burocrática de la política en general, fracasó la concepción, de algunos sectores, de que el chavizmo, como expresión concentrada del bolivarianismo, puede progresar en base a concesiones y no, en base a mantenerse inflexible en su fuerza revolucionaria, frente al imperialismo, desertando, incluso, de la clara política antiimperialista del compañero Chávez, que, aún en soledad, salvo honrosas excepciones, ponderables por cierto, como la de Ortega, Correa, Evo y, por supuesto, Fidel, tanto nacionalmente como internacionalmente, mantiene, y algo de ésto, debía intuir el Comandante, porque en su discurso de cierre de campaña, dijo: "el domingo se vota por Chávez o por Bush".
Fracasó también la apatía, al poner en marcha la organización, la negligencia, al encarar, la estructuración del potencial de las masas y los activistas, la displicencia en la búsqueda de una metodología correcta, la desvalorización de la teoría, eso es lo que fracasó. ¿Y porqué fracasó? En los tres estados gobernados por el bolivarianismo, con mayor cantidad de votos, entre ellos Caracas, ganó el NO, aportándole a la reacción el 44,5 % de los sufragios obtenidos y, esto fue, porque precisamente, esta modificación que creaba el poder popular, les recortaba enormemente el poder a los gobernadores y a los alcaldes, pero también la caja, para una política discrecional, bien a nuestro estilo del conurbano bonaerense, no es cuestión ahora de rajarse la vestiduras, ni desatar una caza de brujas, ni, tampoco poner en marcha, el partido de los 200 ladrillos, es cuestión de reconocer, que la displicencia de estos compañeros, es una cuestión ideológica, pero que nacen de nuestro propio seno y son parte de nosotros, así, que la corrección debe ser colectiva, como un acto volitivo de toda la militancia, ergo, del cuerpo social en su conjunto.
Que la Reforma, no llegara a buen puerto, es algo que entristece, pero no un fracaso que nos debe desvalorizar o amilanar. Podrá intentarse con mejor resultado en otra oportunidad. Pero de poco servirá, triunfar en otra oportunidad, si no es la razón para remediar las fallas del movimiento bolivariano, porque la autocrítica, es esencial para la teoría revolucionaria.
Tememos que aquellos que andan a la pesca (por la cantidad de información que recibimos de Venezuela) de dividendos para la lucha interna por el poder, contribuyan a enturbiar la visión de lo ocurrido, en vez de ayudar al pueblo, a aprovechar la experiencia. O sea, que hay quienes trafican con la ambigüedad y hay, quienes son revolucionarios de verdad. Estos últimos, son los que tratan de presentar claramente cada episodio, porque la política revolucionaria no parte de la verdad conocida por una minoría, sino del conocimiento que tengan las masas de cada episodio y, de las grandes líneas estratégicas.
El burócrata, es proclive a abandonarse a la desesperación, considera que han muerto parte de sus ilusiones, el dirigente revolucionario, en cambio, escudriña en el hecho, para encontrar una aprobación o una refutación a sus tesis. Nosotros creemos que la consulta por una reforma constitucional, vista desde la perspectiva revolucionaria, además de no ser un fracaso, ni mucho menos una catástrofe, deja un balance que mucho nos ha de servir.
Fue un momento de crisis y, como tal, fértil en enseñanzas para el movimiento de masas. Si nuestro análisis, llega a la médula de las circunstancias, el balance ha de ser positivo, permitiéndonos superar los déficits actuales. No fueron tantos los Baduel-Dieterich, que sólo le aportaron 100.000 votos a la reacción imperialista, los padres de la derrota, sino son aquellos oportunistas, que incluso la noche anterior a las elecciones, estaban dirimiendo a tiros, una cuestión territorial en la propia Caracas y, no movieron un dedo, para que los 2.800.000 venezolanos, la inmensa mayoría, los más pobres de los pobres, capaces de dar su vida por el Comandante, como lo hicieron durante el golpe de Estado, pudieran elevar su conciencia participativa, poniendo en el acto electoral, no el crecimiento de su salario directo, sino el enorme crecimiento de salario indirecto que reciben a través de la apropiación de la renta petrolera, visibilizada en las distintas Misiones, de salud, alfabetización, construcción de viviendas, redes viales, etc. Porque son estos sectores, que van observando cómo estos burócratas, van tomando el mismo color que los gobernantes anteriores, mientras que a ellos, los sicarios de la CIA, les matan a sus dirigentes barriales y, la justicia, donde se legaliza el sistema, no ha todavía enjuiciado ni encarcelado, a ninguno de los golpistas del 2002. Y encima ahora, han salido a una lucha despiadada, averiguando con cámaras especiales, que la presidenta del Comité electoral, votó por el No, para ver cual de ellos ocupa el lugar y no hacer un análisis profundo del porqué estos 2.800.000 compatriotas, no concurrieron a la votación.
Por eso, la primera conclusión teórica que debemos hacer, es que la teoría es necesaria, que no es un ornamento de la acción, ni las ideas un vicio del pensamiento, como cree la burocracia, porque éstos son los que piensan que la política es puro pragmatismo y, como son empíricos por excelencia, se creen estrellas en el firmamento, por eso plantean que la teoría es extraña o exótica, consigna propia del imperialismo. No ven que la acción y la práctica son partes indivisibles de la lucha revolucionaria, no ven que la acción es conocimiento y que no hay conocimiento revolucionario que se sustente a sí mismo, separado de la acción. La lucha revolucionaria, es acción enriquecida por el conocimiento, pura compenetración de la realidad, pero no como pesadilla de la clase dominante, sino como pensamiento real de la clase obrera y popular.
El obrero, tiene una visión del mundo que proviene de su situación en el régimen social, de la tarea que desempeña, de la convivencia con sus hermanos de clase, pero sobre sus espaldas, como una mochila que apenas puede soportar, hay una ideología, que es el sistema de ideas impuesto por la clase dominante, mediante la educación, la propaganda, la iglesia, etc.
En los momentos de crisis, los obreros actúan unidos por la solidaridad de clase, su conciencia avanza rápidamente y los valores, que difunde la burguesía, aparecen como mitos que encubren la explotación del hombre por el hombre.
En abril del 2002, hizo eclosión un fenómeno que no sólo ocurría en la estructura del país hermano, sino que la conciencia de la clase obrera venezolana y la política social del compañero Chávez, permitió que tomase forma orgánica y cohesionada. Esa impronta, está tan vigente, que si la elección, hubiera sido exclusivamente por la reelección de Chávez, hubiera ganado con el 70% de los votos. Pero en realidad, la Reforma, fue circunstancialmente derrotada por una conjunción o un entente, entre los intereses de la clase dominante, que iban a ser severamente perjudicados (eliminación de la autonomía del Banco Central, aumento real de ingresos a través de la disminución de horas de trabajo, eliminación del latifundio, CREACIÓN DEL PODER POPULAR, etc.) y una burocracia, disfrazada de bolivariana, porque perdía sus privilegios y clientelismo político. La reforma Constitucional fue derrotada "por ahora". Fueron 24 horas de experiencia, 24 horas de crisis aguda, de prueba. Si la dirección bolivariana, comandada por el compañero Chávez, logra recuperar su papel rector, esas 24 horas, sirven para un gran avance en la conciencia de las masas populares, porque en ese lapso, quedó expuesto el régimen, tal cual es y, la posición que dentro de él, tienen los sectores no privilegiados. Avance que no puede ser producto de meros esfuerzos didácticos, porque los pueblos, no absorben las ideas como pura teorética, sino combinadas con la acción, mezcladas con sus reivindicaciones inmediatas y con sus objetivos políticos, como parte de una lucha en que todas esas experiencias, se van acumulando como bagaje teórico (es decir, como experiencia generalizada) para que en cada etapa, el enfrentamiento, se planteé a más alto nivel. Prueba de este necesario avance, es que menos de la mitad de los 5.200.000 aspirantes a ser miembros del nuevo partido, concurrieron a las urnas. Y esto sucedió, porque los sectores burocráticos, por clara ideología política, atacan a la oligarquía y el imperialismo desde los mismos valores, que son parte de ellos y, el régimen no puede ser cuestionado desde sus propios valores, a esto nos dedicamos cuando nos referimos a la micro política o historia y a la macro. Una de las funciones esenciales de la dirección revolucionaria, es romperle el espinazo a dichos valores. La incapacidad que mostraron para cumplir, el cometido, es su gran pecado. El imperialismo y sus cipayos vernáculos, ahora están desnudos de sus mistificaciones, las masas ahora los ven tal cual son, como violencia expuesta, sin el follaje de la juricidad burguesa, ya que sostenían incluso, que no iban a aceptar una derrota. En estos momentos de crisis, las masas se sienten, se saben solas, libradas a su propio esfuerzo. Los derechos y garantías, avalados por el Gobierno Bolivariano, pretenden ser capturados, como patrimonio, por esa minoría, aunque se vistan de corderos, con un discurso oportunista y populachero. Las instituciones, que todavía domina, la burguesía cipaya del imperialismo, revelan su contenido clasista, los trabajadores y el campo popular, saben ahora que esas instituciones, avasalladas por los supuestos triunfadores, no son de todos ni para todos, sino que pretenden conformarse, como formas cristalizadas del privilegio. El hecho que el gobierno no pueda disponer del dinero, guardado en las arcas del Banco Central, lo demuestran, obligándolo, incluso a fondear la renta petrolera en bancos off shore, para poder disponer su distribución entre los sectores populares.
Este es el momento para que la clase obrera y el campo popular, asuma la conducción del proceso nacional, ya que se intenta, fácticamente, rehacer las formas ideológicas que corresponden a la organización económica-social del capitalismo y, que haga propia, la visión del mundo que el compañero Chávez, constantemente sostiene y sustenta, haciendo docencia. Esa es la teoría revolucionaria que debe imperar. Lo que la masa trabajadora necesita, no es que la halaguen, que le dediquen loas enternecedoras, que le digan que tiene razón, sino que su dirección política, le vaya explicando, cómo tiene que tener razón, que vaya ayudándola en el esfuerzo por conocer el mundo a través de sus propios valores y no, de valores ajenos. En el capitalismo, lo material, la posesión de la riqueza, condiciona lo espiritual y cultural. La cultura popular, será imposible mientras impere el capitalismo y, la teoría revolucionaria, es una creación donde se amalgaman los esfuerzos de los intelectuales revolucionarios y, los sacrificios y penurias de las masas trabajadoras. El fracaso de la consulta, se debió, a que esta absoluta necesidad, no fluyó como magma creativo, PERO EN SU MOMENTO, SÍ FLUYÓ, por lo tanto, si se pudo, se puede y se podrá.
UNA Y MIL VECES, DEBEMOS VOLVERLO A INTENTAR, EL SOCIALISMO, ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA, DE NOSOTROS DEPENDE. ADELANTE COMPAÑEROS!!!!!!!!!!!!!
Parte de este trabajo, toma como paráfrasis, un brillante texto del compañero John Willian Cooke, vaya nuestro aporte, en su homenaje
a_tumanoff@yahoo.com.ar; ctaflores_a@yahoo.com.ar; ctafloresterritorial@yahoo.com.ar,CTA. Por Flores, auténtica; Colectivo de Base de la Central de Trabajadores de la Argentina, Capital, adherida a FETERA (Federación de trabajadores de la energía de la República Argentina, secretario de organización: Gabriel Martínez): CRA. AURORA TUMANISCHWILI PENELÓN, (nieta de JOSÉ FERNANDO PENELÓN , FUNDADOR DEL PRIMER PARTIDO MORENISTA, DESDE LA IZQUIERDA marxista, EN EL SIGLO XX, CONCENTRACIÓN OBRERA) GUILLERMO LÓPEZ. Correos:
Teléfonos: 15-52217918; 15-61106718
JOSÉ FERNANDO PENELÓN: pensamiento y acción fundidos para remontar el dominio del imperialismo e impulsar el socialismo: www.josefernandopenelon.com.ar, ábrela ya, date un gustazo ético - estético y, envía tus comentarios al correo electrónico: josefpenelon@yahoo.com.ar
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